El tiempo era de solo un año, algo bastante limitado para la tarea encomendada.
Ellos solo eran niños de 14 años y él su profesor.
Cada niño con su propia historia que contar.
La pequeña Asano siguiendo solo las órdenes de su padre, logró tomar la m...
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La chica de baja estatura se encontraba en su patio, explorandolo. Se habia mudado hace muy poco y queria observar los alrededores del lugar.
Al caminar un poco mas en su entonrno escuchó ruidos, mas bien ladridos aunque estos provenian de la casa frontal.
Un pelirrojo jugaba con su mascota con una sonrisa. La chica habia quedado encantada con esto, no por el chico sino por el animal, a ella no la dejaban tener uno.
Pero amaba estos.
Perdida en su mente la fémina se había quedado mirando directamente al pelirrojo, cuando cayó en cuenta este le sostenía la mirada con una sonrisa que no supo como descifrar.
Sin saber reaccionar simplemente le siguió observando de lejos, el pelirrojo con cierta burla le saludó y la pelinaranja reaccionó y salió corriendo su casa envuelta en vergüenza.
Al varón esto le causó gracia y le causaba cierta curiosidad la existencia de una chica en esa casa, sus vecinos no eran tan agradables.
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Ella se encontraba desayunando junto a su padre y hermano.
— Entonces... ¿estas lista para tu primer dia Moon? – preguntó un pelinaranja un año mayor que ella.
Mucho
Negó con la cabeza.
— supongo que no tengo por qué tener miedo – dijo de manera robotica mirando su plato.
— Bien, al menos Asano-san entiende. – dijo el mayor sonriendo complacido.
La menor asintió y continuó comiendo de su comida.
El pelinaranja mayor era consciente de la situación pero de cierta forma, no se entrometería.
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