Zonas erógenas

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Algunas veces se preguntaba cómo llego a tal punto de terminar siendo la pareja del Detective Millonario Kambe Daisuke.

¿Como fue que terminó entre las curiosas garras del egocéntrico, llamativo, extravagante y molesto Kambe Daisuke?

Era algo que se cuestionaba a diario, y ese momento no era la excepción.

Habían acabado de terminar un trabajo, y como era normal, su pareja había tomado riendas en el asunto de maneras... Poco convencionales, era algo de lo que ya se había acostumbrado, de hecho, le hacía gracia y le ocasionaba ternura, era algo de el.

Más sin embargo llegar de comprar un edificio entero, hasta Caer en auto de un helicóptero en movimiento, ¡era todo un maldito caso!

Rápidamente sus preguntas fueron respondidas al ver el bello rostro de su novio.

Ese chico egocéntrico, extravagante, molesto; ese chico que parecía somnoliento al tomar sake; ese chico que era poco convencional; ese chico precioso, que tenía la sonrisa ocasional más hermosa, el chico que suele resolver todo con dinero, eventualmente había robado su corazón.

Lo ama.

Ansioso mantiene su mirada fija en el tan dichoso Kambe Daisuke, el cual estaba sentado en la silla delante del castaño, ocupándose en sus respectivos asuntos. Pero no pudo no sentir la penetrante mirada que se le era dirigida.

Posó su mirada con la otra, buscando respuestas. —¿Kato?—, Dijo en un tono de pregunta.

El mencionado simplemente respondió con un murmuro ambiguo manteniendo su fijación, no esperaba para poder aprisionar a su querido novio entre sus brazos.

Porque sorpresivamente, Kato Haru era un novio un poco posesivo, ¿se le llamaría posesivo? Aunque Kambe claramente no se quedaba atrás.

El castaño colo su mano por un espacio entre los ordenadores y sujeto la mano del azabache, recibiendo la gratificante escena, viendo cómo los labios del dichoso se encurvaban formando una pequeña sonrisa en su rostro.

Sus compañeros solo fingían ignorancia.

✧⁠*⁠。

—Esta es una pregunta muy rara, pero...—, divago Haru, con una mirada seria. —¿Cual es tu zona heterogénea, Kambe?—, pregunto bastante serio.

—¿Zona heterogénea?—, respondió cuestionando el dichoso termino, incrédulo.

—Si, tengo curiosidad—, Confesó con el menor entre sus brazos, vestía una de esas sudaderas de las cuales solía quejarse, y con el cabello hacia abajo, ese día pasaría la noche en casa de Kato.

—¿No deberías saberlo mejor que nadie?— pregunto extrañado, encontrando sus iris azulados con la miel de su pareja, poniendo de los nervios al castaño.

—Si, pero pueden haber más de las que conozco, no?—, se defendió.

Todo era culpa de Kamei, solo culpa de Kamei. Esa tarde no dejaba el tema, y simplemente le dio curiosidad.

—¿Y tu Kato?—, evadió la pregunta.

—Oh... No lo sé—, Respondió sin rodeos y sincero, creando un pequeño silencio, que luego fue interrumpido por el fallido intento de aguantar una carcajada de parte de Kambe.

—¡Hey!, ¿Que es tan gracioso?—, pregunto irritado apretando más su agarre, acercandolo más a si mismo. —¡De verdad no lo sé!

—Ya veo, entiendo—, dijo entre carcajadas, y una vez que se estableciera, nuevamente fijo su mirada con la de su pareja.

Sweet Kisses ||HaruDai||✧⁠*⁠。Donde viven las historias. Descúbrelo ahora