Cosas Misteriosas

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No dormí nada esa noche, el sol brillaba con gran intensidad a través de la ventana de mi habitación. No pude llorar más porque no tenía fuerzas, no pude pensar con claridad en nada, solo divagaba en pequeños fragmentos de recuerdos felices de hace años, no miraba a ningún lugar solo tenía la vista perdida...

Miro el reloj de mesa y me doy cuenta que debo levantarme para ir a desayunar, si no bajo posiblemente me interrogen en la mesa.

Ruedo los ojos y me levanto perezosamente, estoy cansada de todo esto, tomo una toalla y entro al baño, después de 15 minutos salgo del baño, necesitaba una buena ducha.

Me visto con unos jeans grises, una camisa blanca holgada y unas zapatillas blancas, me peino el cabello y lo dejo suelto, si en algún momento tengo que esconder una expresión mi cabello es de bastante ayuda, lo aprendí con el tiempo.

– Buenos días – le doy un beso en la mejilla a mamá y a papá. Me siento en la mesa mientras sirven el desayuno

– Buenos días Ibete, como has dormido? Ayer salimos y aún no habías llegado, a dónde fuiste? – pregunta papá viéndome directamente a los ojos

– He dormido muy bien la verdad – mentí viendolo a los ojos, a qué punto hemos llegado – salí con Daniel un rato al parque, solo fue un rato y después regresé pero ya se habían ido – me encojo de hombros y comienzo a comer

– Muy bien la próxima vez avisa cuando regreses, Olga fue la que nos dijo que habías regresado bien – dice ahora mi madre, y yo mentalmente ruedo los ojos, ¿Cómo es que puedes aparentar preocuparte por tu hija cuando en realidad no te importa en lo absoluto lo que ocurra con ella?

Seguimos comiendo en silencio hasta que yo decido hablar – saldré un rato hoy, tengo algunos pendientes que hacer, prometo avisarles al llegar – mis padres asienten y terminamos de comer, nos levantamos y ellos se van a su trabajo.

Subo a mi habitación para buscar mi bolso y tomar el dinero necesario para comprar un teléfono nuevo y hacer los trámites para recuperar mi número, no quiero tener que dar explicaciones de cómo perdí mi teléfono.

Cuando termino de recoger todo me doy cuenta de que la ventana está entreabierta cuando yo la dejé completamente cerrada, me acerco y me asombro un poco cuando veo en la mesa de noche mi celular y mis audífonos, al lado tiene una nota.

"Quizas ese chico te dejó sola pero no lo estás"

Tomo el teléfono y veo que está cargado, lo desbloqueo y está exactamente como lo deje, no se le ve ningún daño ni evidencia de que haya Sido forzado para desbloquearlo. Me siento en la cama con la carta en mis manos.

Es oficial Ibete ya te has vuelto loca

Estas delirando

Busca un psicólogo para que comiences a tomar medicamentos porque estás mal

Mi subconsciente no me deja pensar con tranquilidad y tiene razón, ¿como es esto posible? - rio sarcásticamente - solo a mi me ocurren cosas tan locas. Me quedo un rato procesando las cosas de una manera madura y siento mi celular sonar por un nuevo mensaje

"Buenos días, Está disponible srta Lambert?"

Es un cliente, nose cuántas veces tendré que decir que no me escriban en mis días libres es demasiado tedioso, justo cuando estoy escribiendo mi habitual respuesta en estos casos llega otro mensaje.

"Por favor, Sé que es su día libre pero de verdad necesito de sus servicios, no la molestaría si no fuera importante, mi nombre es Adam Scott, si pudiera tener un tiempo libre hoy se lo agradecería"

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⏰ Última actualización: Oct 05, 2023 ⏰

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