Al día siguiente

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— Jacob

— Jacob

— Jacob — pronunciaba su nombre con una voz suave y entrecortada.

Como si trataba de regular su respiración al mencionar su nombre. Al sentir ese raro cosquilleo que le generaba los dedos de su acompañante, la estimulaba hasta el punto de que su cabeza fue descendiendo hasta su zona íntima. En donde la húmedad de la lengua traviesa, jugaba recorriendo parte de su intimidad. Ella podía ver desde su posición, como su cabeza se movía en su entrepierna, que a veces también besaba y pasaba su lengua por sus muslos. Se sonrojaba al sentir cada parte sensible que él tocaba, se estremecía de placer y le gusta eso.

Una vez que él volvió a acomodarse sobre ella, nuevamente, le daba un beso fogoso y la abrazaba, susurrando lo mucho que la deseaba y que la quería. Ambos se devolvieron besos, que jugueteaban entre sí, mordiendo ligeramente el labio inferior del otro. Aunque Jacob se encargaba de dejar marcas de chupones en aquel cuello de cisne, para que Austin sepa que esta vecina tiene dueño ahora.

Se volvía loco con tocar y acariciar suavemente esos muslos, incluyendo los senos de aquella mujer. El cabello castaño oscuro, que le llegaba hasta la cintura parecía que cubría algunas partes del cuerpo de su chica.

—Mi linda, Sunshine —le susurraba en su oído. Besaba el cuello, pasando por la clavícula y se detenía en los senos de ella, donde succionaba uno y al otro lo apretaba con cierta suavidad, incluyendo los pezones, que también los lamía.

Ella gemía y pronunciaba su nombre una, y otra vez.

El muchacho le avisaba con anticipación algunas cosas, siendo que por esta vez, tendría que cuidarse. A menos que "mágicamente" esas pastillas anticonceptivas desaparezcan en sus próximos encuentros. Obviamente, pensar en eso y lo que está sucediendo lo excitaba más.

La iluminación de las velas mostraban como esos cuerpos se unían, como ella se entregaba a él y viceversa. Por más que su vecino se mostrará ansioso y excitado por este momento, quería que esta noche fuera eterna. Este quiere aprovechar cada momento, saborear y tocar cada parte de ella ya sea un sueño o un escenario ficticio, aquella muchacha era su delirio favorito.

Sus movimientos eran lentos, a veces se distanciaba un poco para admirar aquella belleza. Ese brillo especial en sus orbes cafés, tanto como recuerda en cada sueño húmedo que tuvo. Ver su cuerpo femenino reaccionando a cada toque y movimiento, como la mujer correspondía por él y solo a su persona.

Jacob estaba siendo gentil en cada movimiento de cadera, se notaba que ella disfrutaba al ser penetrada, se detenía para besar esas mejillas coloradas y dejar más marcas sobre aquella piel de porcelana. Su vecina no parecía preocuparse por eso, quizás al día siguiente sí, pero era lo de menos porque ella trabaja desde su casa y él lo sabe. La lluvia y los truenos para ellos se escuchaban cada vez más lejanos, por sus gemidos y jadeos.

Había algo que a él le preocupaba... Cuando todo esto termine ¿Ella seguirá ahí? ¿En su cama o en el sillón? ¿Ella siempre estuvo en su casa? ¿Era otro sueño del montón? Antes de despertar de este hermoso sueño, quería confesarse...Bueno, podría decirse así mismo que ya lo estaba demostrando y él no quería algo de una sola noche, quiere saber más de ella. Sobre todo, despertar a su lado como tanto lo desea.

No era el momento para pensar tanto, solo debía dejarse llevar y eso es lo que iba hacer, de a poco iba aumentando la velocidad de sus caderas. Quizás se le ocurra cambiar de posiciones, como por ejemplo; ella arriba de él, o sentarla entre sus piernas.

— Jacob

— Jacob

— Jacob — gemía, pronunciando su nombre con cierto tono suave y placentero. Como él hacía lo mismo al mencionar el nombre de su vecina, con algunas risitas cuando la besaba. Disfrutando todo de ella y oliendo su agradable perfume.

"No quiero despertar..." se dijo en sus pensamientos, al poder terminar esta hermosa noche con las luces de las velas, que daba un ambiente bastante romántico para aquellos dos. —Te amo, Sunshine.

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Al día siguiente, abrió sus párpados y observó todo a su alrededor, los rayos del sol le habían molestado, claramente se olvidó de tapar la cortina de su ventana izquierda. Cuando estiró su mano, se encontró con la otra parte de la cama vacía, él estaba desnudo.

Suspiró pesadamente, al suponer que se trataba de otro sueño más y que esta vez sus fantasías lo llevaron al borde de la obsesión. Recordaba cada detalle de ese sueño tan placentero, incluyendo su confesión y eso lo dejaba desanimado, porque a veces con las palabras no eran suficientes para demostrar su amor por ella y necesitaba tenerla cerca para eso.

Estaba a punto de levantarse, pero sus ánimos no le ayudaban. Tenía que cambiarme para ir a trabajar, a las nueve de la mañana debería estar en el local de electrodomésticos y tecnología.

— ¿Jacob? ¿Estás despierto? —esa voz femenina, captó su atención. Envolvió una de sus sábanas por su cintura, para dirigirse al living. 

Aún seguía algo somnoliento y le gustaría creer que no es un sueño...

Detrás de esos anteojos, sus orbes verdes claros mostraban un brillo especial, se podría decir de emoción. Tampoco pudo contener el rubor de sus mejillas y mostrar una tierna sonrisa al contemplarla en silencio. Su vecina favorita, le estaba preparando su desayuno y usaba su camisa rojiza con cierto tono anaranjado, ella siempre estuvo ahí...

—¡Buenos días, Sunshine! —dijo, al acercarse a la cocina. Estaba tan emocionado, que lo disimulaba un poco.

— Oh, buenos días...Veci- digo, Jacob — habló ella, saludando animadamente.

Ahí estaba ella, su vecina favorita. Que hasta ahora sigue agradeciendo a la tormenta por haberlos unido más allá de esa amistad, que él mismo provocaba para llegar a este momento. Después de tantas fantasías y cosas que se imaginaba que podría hacer con ella, al fin sucedió.

Se alegraba de ver esas marcas que había dejado en la noche anterior, ahora el cartero sabrá que la vecina que tanto molestaba e insistió, le pertenece a Jacob.

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[Fin]

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N/A: Espero que les haya gustado, pronto escribiré otro, pero que tenga algunos o más capítulos.

¡Saludos y cuídense!

Atte. J.H ©

Les agradezco de todo corazón por el apoyo que le están dando a mis historias y las locas ideas que tengo jajaja.