Capítulo # 15

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Emilio

Esto no debería estar pasando, le dije a Dante que era una mala idea pero no me escuchó, nunca escucha.

Dios mío siento que voy a enloquecer, no puedo creer que accediste a dársela en matrimonio Dante, aún no lo creo, de haber sabido que me pedías que la haga volver para esto nunca hubiera llamado a Isabella, nunca y sino fueras el padre de mis hijos ahora mismo te dispararía, aunque pensándolo bien si puedo hacerlo y quizás si lo haré–ellos pasan discutiendo todo el tiempo, después se comen a besos, hacen planes de como rescatar a Isabella y después vuelven a pelear, eso como que me está estresando más de lo que puedo soportar.

—Basta amor, discutir entre nosotros no va a solucionar nada al contrario debemos estar más unidos que antes e idear un buen plan, te lo iba a decir sobre la petición de matrimonio del chico pero es solo que él se adelantó e hizo las cosas de manera diferente, nada de esto debía de pasar pero no te preocupes traeremos de vuelta a la mocosa malcriada—La jefa le da una mala mirada a Dante y luego se abrazan mientras caminan en dirección al auto, yo le doy una última mirada al edificio que está detrás de nosotros resistiendo las ganas de regresar y poder golpear como tanto quiero a ese arrogante chico.

La quiero de regreso ya, mientras más días pasen y ella siga junto a ese tipo raro y loco, tu vida será un infierno DANTE MORELLO y no estoy bromeando— él le dice algo que no alcanzo a escuchar y entran al auto, voy a abrir la puerta del conductor para subirme cuando mi celular vibra en mi bolsillo.

De mala gana lo saco solo para ver qué es ella mi novia, ahora mismo no tengo ganas de tratar con nadie así que lo bloqueo y más tarde le escribiré inventando cualquier excusa, más importante ahora es rescatar a Isabella de las manos de ese loco.

Isabella

Siento que algo se está rompiendo dentro de mí, algo feo y desagradable quiere salir y siento pena por la persona que tendrá que aguantar todo eso cuándo suceda.

Llevo aquí sentada cerca de la piscina un par de horas en silencio, un par de veces vinieron a preguntarme si necesitaba algo o si tenía hambre, solo les dije que se retiren y seguí perdida en mis pensamientos, ideando 1000 formas de matar y torturar a Jared pero ningún me parecía lo suficientemente dolorosa.

Se merece arder en el infierno una y otra vez.

¿Donde diablos esta mi celular?, encontré mi ropa pero no mis pastillas eso también me tiene de mal humor, bueno creo que aún no hay peligro alguno de que salga embarazada pero debo encontrarlas lo más rápido posible.

Hace mucho calor, decido meterme un momento en la piscina para refrescarme, me levanto y camino hasta el borde y me lanzo dentro de ella.

Por un momento todo se detiene, el odio, la tristeza, la soledad, la impotencia, todo... Decido quedarme lo más que puedan resistir mis pulmones, pero en realidad quisiera quedarme aquí siempre, sin escuchar y sin sentir nada, como si estuviera congelada en el tiempo.

Lastima que mis planes se ven interrumpidos ya que después de un momento siento que soy arrancada de golpe de mi momento de paz, soy sacada con fuerza a la superficie, abro los ojos y pestañeo con varias veces para poder ver la cara del intruso qué acaba de arruinar mi momento.

Es Jared, me mira muy enojado y con ganas de querer darme una buena reprimenda, pero no tengo tiempo de decir nada para hacerle saber que me acaba de estropear el día ya que me besa con fuerza.

Trato de empujarlo lejos de mí pero no me suelta, dejo que siga con el beso, yo sé que en algún momento me va a soltar para poder tomar aire.

—¡Maldita sea Izzy! ¿Qué diablos hacías ahí? ¿Acaso estás intentando suicidarte para escapar de mí? —¿Qué?, no puedo creer lo que escucho, ¿como diablos me voy a poder suicidar en una piscina?

Quiero decir si se puede hacer, pero no veo ninguna gran roca amarrada a uno de mis pies como para poder ahogarme, así que lo acaba de decir es una estupidez.

—¿Terminaste?, estaba teniendo un momento de paz y lo acabas de arruinar Jared, por favor déjame en paz y desaparece de mi vista no te quiero cerca de mí en este momento—Trato de alejarme de él y nadar en dirección del borde de la piscina, pero por lo visto Jared tiene otros planes.

De repente todo a mi alrededor se siente confuso, pero... Pero no entiendo hace un momento estaba hablando con él y ahora estoy rodeada de agua, quiero salir pero algo me mantiene abajo, mi garganta duele, sigo empujando con fuerza para salir del agua pero es inútil, cuando de repente soy sacada a la superficie otra vez, no puedo evitar abrir y cerrar la boca como un jodido pez fuera del agua.

—¿Momento de paz eh?, vamos a ver si no se me va la mano y te concedo tu deseo de estar lejos de mí Izzy, no olvides que tu vida me pertenece eres mía para hacer lo que se me de la gana y nadie te podrá alejar de mí nunca, ni siquiera tu estúpida familia que te quede muy claro—quiero decirle que se vaya al diablo, pero ni siquiera puedo hacer eso, soy otra vez hundida con fuerza bajo el agua, maldito Jared juro que me las pagarás todas y cada una de las cosas que me estás haciendo.

Tienes que ser fuerte Isabella, tienes una venganza qué planear contra todos ellos.

Mis pulmones, nariz y garganta se sienten a punto de explotar, no creo aguantar más esta vez creo que sí me va dejar morir aquí, me ha dejado más tiempo, ni siquiera tengo fuerzas para seguir arañando sus manos, trate de golpearlo pero el desgraciado es muy fuerte y rápido.

Otra vez me saca y me acerca a su cara antes de escupir sus palabras en mi rostro.

Quiero a mi heredero Izzy, tienes un mes para salir embarazada o tu familia lo pagará muy caro uno a uno, será mejor que empieces a poner todo de ti en esta tarea y muchas ganas, no lo olvides—y con eso me suelta para alejarse de mí y salir de la piscina.

En lo que voy a trabajar es en como ser libre y matar a tu familia, idiota.

Jared

Rayos, yo solo quería darle una sorpresa y poder follararla, cuando pregunté por ella y los del servicio dijeron que estaba en la piscina, les di la orden que se perdieran y no molestaran hasta que los llame.

Quería seguir intentando embarazarla, ya que no tiene sus pastillas a mano y me deshice de ellas cambiandolas por otras que son vitaminas.

Pero cuando llegue a la piscina y no la encontraba por ningún lado, me di cuenta que estaba en el fondo de la piscina, me preocupe tanto hasta pensé que quizás le dio un calambre y ella no pudo pedir ayuda a tiempo, sin pensarlo me lance a sacarla de ahí.

Pero resulta que era todo lo contrario ella quería estar ahí, quería intentar algo yo lo sé, es por eso que me deje llevar por mi enojo y saco una pequeñísima parte mala de mí que aún no le quería mostrar.

—Eso no sucederá jamás Izzy, nunca escaparas de mí —no me importa caminar empapado por toda la casa, voy a esperar a Izzy en la habitación.

Me siento muy estresado e inquieto necesito algo en que distraerme antes de que me gane esa parte retorcida qué llevo dentro, aquella que solo se contenta cuando hay visceras y sangre esparcidas por todos lados.

Entro a la habitación y saco el frasco de pastillas de mi chaqueta, lo seco un poco y lo guardo en el botiquín del baño.

—Ahora sí puedo concentrarme en mis planes y vigilar qué todo salga como espero—me quito la ropa para tomar una ducha y esperar hasta que suba mi esposa.

Si no lo hace iré a buscarla y no le va a gustar nada la forma en la que traeré su terco trasero a la habitación.

Mujeres, solo complican la vida con sus dramas.

¿Qué les cuesta obedecer?

Me Lastimaron, Pero me voy a vengarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora