𝓓𝓾𝓵𝓬𝓮 𝓬𝓸𝓶𝓲𝓮𝓷𝔃𝓸

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Era una tarde de otoño algo nublada y ventosa, me encontraba trabajando de camarerx como de costumbre; específicamente en la cafetería "Nuevo Amanecer", una de las más reconocidas y populares de todo Japón. Este lugar cuenta con los mejores postres de la ciudad, siendo que desde relativamente temprano las filas interminables y envíos a distintos puntos son cosa de todos los días.

Sin embargo, recientemente parece que estamos aún más llenos que de costumbre; es algo estresante, pero las propinas valen la pena. Pero bueno, estaba tranquilamente arreglando los mostradores cuando aquel chico entró.

Tenía la piel sumamente blanca, casi como porcelana, era alto y bastante delgado, al punto de parecer un esqueleto. Su cabello de color azul descuidado y desordenado se ocultaba bajo una gorra negra, probablemente para no tener que peinarlo. No podía notar muy bien su rostro debido a este accesorio, y portaba un uniforme escolar con corbata, lo que indicaba que probablemente era un alumno. Llevaba una mochila algo sucia colgada al hombro, decorada con un par de llaveros de un oso bicolor y de una chica rubia de coletas; algo que a mi parecer no es muy "fashion" o como se diga.

Llevaba aproximadamente unos 5 meses viniendo aquí todos los días, a la misma hora, sin falta, algo que podía llegar a dar algo de mal rollo

Se sentó en una de las mesas del fondo, como cualquier día, siendo que el aura que desprendía era algo... Oscura. Daba grima estar cerca de él, siendo que se notaba a kilómetros que ese chico no era muy normal.

Simplemente era un presentimiento que mis compañeros de trabajo tenían, por lo cuál, ninguno nunca tuvo el valor de atenderlo, excusándose de que "era un día muy ocupado y el lugar estaba lleno" cada vez que le veían pasar por la puerta.

Sin embargo, estaba claro que a este pobre chico que quizás simplemente era... Curioso a su manera no lo querían cerca. Así qué, tras suspirar, me acerqué a su mesa, dispuesto a ayudarle. Yo era la única persona que le atendía con la misma simpatía y amabilidad que a los otros clientes, ya que me gusta pensar que las apariencias engañan y que en el fondo, este chico es alguien dulce y amable.

Y no me equivocaba, ya que este chico, de nombre "Kagehara Shuichi" era un amor de persona, al menos conmigo. Siempre era atento conmigo, me daba cumplidos de vez en cuando y dejaba siempre una buena propina

Hola Kagehara, lo de siempre, no?— Dije, con una voz tranquila, ya que a este chico le conocía tanto que podría considerarlo un amigo.

—Oh, ______, si por favor— Sonrió, dejando en claro lo feliz que estaba de verme. Cada día, Kagehara siempre pedía lo mismo: Un trozo de pastel de fresa y un té blanco. Así que, como de costumbre, eso mismo pidió

No se diga más, todo sea por nuestro mejor cliente— Dije, sonriéndole; puede que hubiese clientes que invirtiesen más dinero en la cafetería o que fueran más días seguidos, pero este chico al menos tiene algo de merito.

Tras unos minutos de preparar la orden, la lleve a la mesa, siendo que el platillo había sido cuidadosamente hecho para que fuera perfecto. En este lugar los estándares son muy altos y no se vende cualquier postre regular.

—¡Aquí tienes, disfruta!— Dije, dejando la comida y de paso la cuenta, para seguir con las otras mesas. Tras unos minutos, noté a Kagehara marcharse como siempre lo hacía, dejando el dinero en la mesa. Cuando me dispuse a recogerlo, aparte de notar la jugosa propina que había dejado, noté algo más...

Había dejado escrito en una de las servilletas un número telefónico que asumí que le pertenecía a él. Siendo sinceros, no hablabamos mucho más que para poder pedir la orden y ocasionalmente sobre otras cosas, si es que el local estaba medio vacío, así que esto se me hizo extraño.

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⏰ Última actualización: Aug 31, 2023 ⏰

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Pastel de fresa (Kagehara x GN!Lector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora