capitulo 23

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Yo te miraba...
Y puedo jurar que no me quedaban ganas de mirar a nadie más. En ese preciso momento comprendí que los ojos; siempre, siempre le pertenecen a la persona que los hace brillar
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Así comenzó el día de la azabache, leyendo una nueva carta, un nuevo mensaje, pero la misma letra y de igual manera el mismo vacío que quedaba por el nombre faltante de la persona que la enviaba

La chica no podía evitar preguntarse
¿Quien escribe esto?

Sin querer comenzó a imaginar a su amor secreto, ¿Cómo era el?, Tal vez tímido y dulce, tal vez no sabía expresarse y por eso escribe, tal vez kanae siempre tuvo razón cuando decía que un poeta nace de alguien que no sabe expresarse con palabras, tal vez era alguien frío y reservado, tal vez era alguien como Sho...

La pelinegra se sobresalto al darse cuenta de lo que estaba pensando

-Flash back-

Yuyiko: ¿Qué... qué te gusta hacer?

Shoto: leer, comer soba y disfrutó escribir

Yuyiko: ¿Qué escribes?

Shoto: cartas, supongo que escribió lo que me gustaría decirle a mi madre

-fin del flash back-

¿Shoto?...

La azabache decidio olvidar el tema ya que de un modo no le interesaba quien mandase esas cosas

"¿Por qué mierda las guardo aún?"

Se pregunto mientras miraba todas las cartas, no tardó tanto en obtener respuesta
Las conservaba porque en el fondo le gustaba imaginar que katsuki le diría algo parecido...

5:00 PM

X- ¿La señora Yuyiko Bakugo?

Yuyiko: si

X- firme aquí

La azabache obedeció y después de un par de segundos un hombre entro a la casa con un gran arreglo de flores, entre ellas rosas rojas, camelias, lirios, tulipanes y claveles de color rojo

Yuyiko: ¿Y esto?

X- se lo envían

Yuyiko: ¿Quien?

X- tenemos órdenes para no decir el nombre del joven que las manda

Ambos hombres se fueron del lugar dejando sola a la azabache

5:10 PM

Un suspiro de cansancio que se escuchó por toda la entrada dió avisó de la llegada el rubio

El chico cansado del trabajo va y mira de reojo a su esposa la cual estaba apreciando las flores como una niña a su juguete nuevo, las olfateaba y tocaba con suma emoción y cuidado pero esto no sorprendió al chico, estaba acostumbrado a las actividades tiernas e infantiles de la pelinegra pero también a qué llegarán flores cada semana

Katsuki: te llegó esto

Dijo con voz ronca y cansada mientras dejaba un sobre en la mesa y se dedicaba a ver la correspondencia

Yuyiko: llegaste temprano

Katsuki: termine antes que esos extras

La azabache abrió el sobre encontrándose con otra carta

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Me perdí en aquel par de zafiros que adorna tu rostro, aquellos que brillan tanto que logran enamorarme una y otra vez.

Vales la pena, la alegría, la espera, la distancia, los miedos, las lágrimas, las risas, las noches y los días, vales absolutamente todo porque tantas voces en el mundo y la única que alborota mi corazón es la tuya
Tantos pares de ojos y los únicos que me vuelven locos son los tuyos, tantas manos en el mundo y las únicas que quiero sostener son las tuyas.
"Te amo" dos palabras que no pueden expresar todo lo que siento por ti pero aún así déjame repetirlo una y mil veces, te amo.

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Sus mejillas se tornaron en un color rojizo mientras que una sonrisa se dibujaba en su rostro lo que no pasó desapercibido por el rubio que solo la miraba con el rostro inexpresivo

El timbre se escuchó nuevamente a lo cual la chica abrió la puerta encontrándose con un arreglo de rosas en la puerta pero ni una señal de quién las manda

Al regresar dónde el rubio noto la ausencia de este pero no le dió importancia tal vez solo fue a ducharse

Al día siguiente
4:00 pm

-¡Vamos Bakubro!-

- muérete -

Aquellas frases provenientes del otro lado de la puerta llamaron la atención de la azabache que se levantó para abrirla

Yuyiko: Hola, chicos

Kirishima: ¡Hola, Yuyiko!

El cenizo solo se dirigió a la sala y se tiró en el sofá mostrando lo agotado que estaba

Yuyiko: llegaste temprano

Katsuki: por fin atrapamos a esos imbéciles

Kirishima: ¡Yo estaba pasando por casualidad y Bakugo estaba peleando con un par, así que le ayude un poco!

Katsuki: cállate

Kirishima: me tengo que ir, adiós bakubro, adiós yuyiko

Yuyiko: ¡Si!

El sonriente pelirojo salió de la casa dejando a solas al matrimonio

Yuyiko: ¿Cómo estuvo tu día bombitas?

Katsuki: fue una mierda

Yuyiko: ¿quieres algo de café?

Katsuki: como sea

El rubio se levantó del sofá para dirigirse a la cocina olvidando su celular
La chica sirvió otra taza de café y volvió a tomar asiento

La pelinegra le dió un sorbo a su café y al instante el timbre de una notificación proveniente del celular del rubio se escuchó en el lugar lo que provocó que inconscientemente la mujer encendiera el celular

Katsuki: ¿quién es?
Preguntó desde la cocina

Yuyiko: una tal Noiky

Katsuki: ¡MIERDA! ¡DAME ESO!

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¡Hola!
Una disculpa por no actualizar, me mantuve algo ocupada
Si les gustó el capítulo no olviden dejar su estrellita ✨
Las amo ❤️
Atte: midlig

Tengo una historia nueva por si gustan leerla❤️

Tengo una historia nueva por si gustan leerla❤️

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patito/katsuki×tnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora