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𖣔
𖣔
𖣔

Salt air and the rust on your door
I never needed anything more
Whispers of: Are you sure?
Never have I ever before

AUGUST —Taylor Swift

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 " estoy bien con esto "

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" estoy bien con esto "

OMNISCIENTE

Agnes sentía como si su cabeza fuese a explotar, le había dejado más de veinte mensajes a su madre y ella no se dignó siquiera en verlos. Ya no pedía una respuesta, solo una señal de vida. A regañadientes salió de su cama para poder comenzar la típica rutina diaria, una ducha rápida y una coleta, se apresuro a vestirse con lo más formal que encontrase en el armario: blusa de flores con tonos azules y un pantalón amarillo ocre, zapatos bajos un poco más cafés y su mochila algo gastada. Bajó las escaleras apurada, se le hacía tarde y no quería retrasarse en el primer día.

—¡Devan vamos a llegar tarde!.

Gritó a su hermana menor, obtuvo otro grito de "Ya voy" como respuesta, y enseguida el traqueteo de las escaleras avisaba que la menor de las Lennox estaba ya en la planta baja.

Agnes tomó dos panes y los llevó al tostador, untándolos con mantequilla y a la velocidad de un rayo preparó dos malteadas de fresa. Devan ayudaba organizando la cocina, que gracias a la limpieza profunda de la mayor el domingo por la noche estaba en muy buenas condiciones, tanto que procuraron dejarla así.

—¿Nerviosa por tu primer día?— pregunta Agnes y la pelirroja menor solo se encoge de hombros.

—Más bien debería preguntártelo a ti ¿no?— las dos rieron, Agnes le dio a su hermanita el pequeño y practico desayuno, los ojos de Devan se iluminaron al ver que en efecto era malteada de fresa —Gracias— y le sonrió.

Agnes respondió con un "come rápido" y una breve risilla, las dos estaban nerviosas, una comenzaba su último año de secundaria mientras que la otra su primer día de trabajo. Cuando terminaron se aseguraron de lavar los trastes y sus dientes antes de correr afuera de la casa. El vecindario no era muy grande, y tampoco lucía por su extrema elegancia o finura, pero saludar a los vecinos que conocían desde niñas les daba un impulso a su día.

La señora Biggles, una buena viuda que siempre les tenía un plato de comida caliente los fines de semana y las invitaba a pasar el sábado con ella y su familia. El señor y la señora Díaz, habían llegado hace unos diez años a Queens, no tenían hijos pero disfrutaban mucho de invitar también a las chicas cuando hacían sus típicas "carnes asadas", incluso recordaban perfectamente el cumpleaños de cada una , junto con los demás vecinos siempre les llevaban sus típicas "Mañanitas" con una pequeña torta.

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⏰ Última actualización: Aug 31, 2023 ⏰

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