Una vez Nuriel nos contó todo sobre el laberinto se nos quedó alguna duda.
-Tío, ¿como que es una máquina del tiempo?
-Si Hafren, solo tienes que encontrar el centro del laberinto donde hay como unos arcos rodeando un pozo poco profundo donde pones una moneda y te lleva al pasado para ver tus orígenes o algo que desees.
-¿Entonces podría ir al laberinto y descubrir cosas sobre mi apodo?
-Si, pero hay que ir con mucho cuidado ya que puede alterar el futuro depende de lo que hagáis.
-Oh, gracias por la información Nuriel, pero si no le importa tenemos una clase que dar.
-Por supuesto iros a la clase no me acordaba, buena suerte.
-Chicos, ¿no os parece raro que Nuriel nos cuente esto ahora y que haya hablado con Lucifer?
-Si, chicas me parece raro creo que no habló con Lucifer y no creo que se hayan puesto de acuerdo para decirnos esto.
-Sabéis que pienso yo. Que es un truco para que creeamos que habló con Lucifer y no nos hacerquemos a ellos, pero si nos lo cruzamos intentaré hablar con ellos sobre Lucifer y el laberinto.
-¿No crees que sospecharan Emma?- Dijo Sabrina
-Si tienes razón, sospecharan.
Cuando llegamos a la clase estaban los demonios de ayer con otros mezclados en nuestra clase y es que este trabajo trataba de llevarnos bien todos.
-Anda si es la Ángel novata.
-Hola- Dije borde
-Oy, que borde estás hija ya que es un ejercicio para llevarnos bien dime, ¿como te llamas?
-Emma ¿y tú?
-Yo me llamó Häel, bonito nombre novata.
-Igualmente Häel.
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-Oye Häel, porque tú no tienes cuernos.
-Te salen desde que naces y yo he nacido sin ellos. Aunque Lucifer quiere expulsar a los que no tienen cuernos.
-Oh, lo siento y si te expulsan qué harás.
-Insertarme en otra escuela o algo.
Cuando terminó la clase Sabrina tenía descanso y nosotros hicimos la última clase del día, entonces Sabrina aprovechó para ir al pozo.
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-Uf quiero saber porque me dicen Hafren si no tiene nada que ver con mi nombre.
De tanto pasear por el laberinto encontré el pozo, era tan bonito que no me imaginaba que fuera máquina del tiempo. Así que la use, cogí una moneda, pensé en lo que quería y me llevó al pasado.
Cuando llegué me escondí en algún lugar para que no me vieran.
-Cariño, cuando nazca nuestra hija quiero ponerle un nombre muy bonito.
-¿Qué nombre le vas a querer poner?
-¿Qué te parece Hafren?
-¿Nos dejaran poner ese nombre?
-No lo sé, espero que sí.
Aparece Nuriel
-Hola hermanita, cómo va la bebé.
-Hola hermano, falta que nazca pero por lo demás genial. ¿Oye tú sabes si se puede poner Hafren a la niña?
-¿Hafren? La verdad no sé, voy a preguntar.
-Gracias.
Llega la hora del parto.
-Aquí tienes a la bebé.
-Gracias doctora.
-Hermana me temo que no te dejan poner ese nombre pero de pequeña la podrás llamar así.
-Oh, pues le pondremos Sabrina y si de mayor se lo quiere cambiar que ella decida su nombre.
-Me parece genial, pero siempre que le llamemos Hafren se preguntará por el apodo.
-Solo le llamaremos así: su familia y amigos cercanos.
-Okey.
Cuando Sabrina descubrió el porqué de Hafren volvió a la escuela y nos contó el porqué de su apodo.
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