Los recuerdos de Narcissa Malfoy

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Lucius Malfoy ha muerto.

Bueno, eso definitivamente era una sorpresa para Harry cuando lo vio esa mañana como portada de El Profeta. Según el artículo, después de la guerra el ex-mortífago intentó volver a tener influencias en el Ministerio sin mucho éxito, por lo que luego de cuatro años se resignó a tener una vida tranquila prácticamente encerrado en su mansión junto con su esposa. Al menos así fue hasta que lo atacó una enfermedad mágica incurable con la cual se gastó una buena parte de su fortuna para intentar curar, pero sin éxito alguno. 

Así que siete años después de la guerra contra el Señor Tenebroso, Lucius Abraxas Malfoy había muerto con una enfermedad degenerativa. Definitivamente eso no alegraba a Harry de ninguna manera, pero tampoco es que le quitara el sueño, simplemente fue una gran sorpresa para empezar su jornada.

Pero no tanta sorpresa como encontrar a Narcissa Malfoy en su oficina justo ese mismo día.

La mujer, quien a pesar de su edad se notaba tan sobria y elegante, vestía totalmente de negro con una inmaculada túnica de aspecto victoriano, una costumbre de sangre pura para las viudas si no mal recuerda. En su rostro había rastros imaginarios de lágrimas que había disimulado muy bien con algún hechizo, pero el pequeño rastro de tristeza estaba ahí, imposible de esconder a pesar de su expresión en blanco. 

—Señora Malfoy—Saluda cordialmente antes de sentarse al otro lado del escritorio—lamento mucho su perdida—Y realmente lo lamentaba, la delgadez de sus pómulos y cuello le hacían ver a Harry que no la estaba pasando nada bien. —¿La puedo ayudar en algo?

—Señor Potter—Dijo ella con un tono de voz tan plano que le dio escalofríos—veo que sabe que mi esposo ha fallecido el día de ayer.

—Si, eh, está en el periódico...—No sabía bien que decir—nuevamente, lo lamento mucho.

—Su cuerpo será cremado, pero el funeral se realizará dentro de una semana con todos los ritos de despedida tradicionales de los antiguos sangrados veintiocho. También tengo que preparar el papeleo sobre los bienes.

—Ya...—No entendía bien a donde iba con todo ello, se estaba poniendo incomodo.

—Pero hay un problema.

—¿Sí?

—Mi hijo.

Y sí, obviamente Harry pensó en su antiguo compañero y 'rival' de la escuela cuando leyó sobre la muerte de Lucius, le pareció muy raro que en ningún momento se mencionara a Malfoy, pero tal vez no quería dar declaraciones por la muerte de su padre.

—¿Que sucede con su hijo? —Pregunta al ver que ella, igual de dramática al resto de su familia, se quedó en silencio.

—Necesito que me haga un pequeño favor, señor Potter, por eso he venido aquí. —Harry acomodó sus manos en el escritorio y movió su cuerpo hacia delante. Bien, directo al grano, era lo mejor. —Le pido que busque a Draco para darle la noticia y que vuelva lo más pronto a Londres.

Harry parpadeó dos veces.

—¿No está en Londres?

—No, se fue hace un par de años a un pequeño pueblo al sur de Inglaterra, seguramente el Ministerio tendrá su dirección en algún archivo, sigue pagando sus impuestos.

—¿No ha intentado enviarle una carta?

—Lo hice, pero sospecho que ya no lee mi correspondencia. Además, no estoy segura de saber exactamente donde reside.

Ahora sí que estaba sorprendido, ¿Draco Malfoy ignoraba a su madre? hasta donde recuerda era alguien muy familiar y tenía una relación cercana con su progenitora, si había decidido perder toda comunicación seguramente se debía a algo realmente grave.

El enigma en el que te has convertido| DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora