Parte 1

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Una vez que todos se encontraron, se dieron un fuerte y emotivo abrazo grupal. Y luego comenzaron a prepararse para la noche, para la fiesta de graduación.De pronto, todo desapareció. La fiesta, la música, las luces, los chicos. Todo se volvió negro hasta que los sonidos de la vida cotidiana empezaron a reemplazar al alto volumen de la música de fiesta. Amy se encontraba acostada en su cama mientras abría los ojos completamente desconcertada sin saber qué era lo que estaba pasando y por qué seguía viva.La chica antes de acostarse a dormir se había tomado dos cajas de pastillas ansiolíticas con vodka. Todo le daba vueltas, pero era innegable que estaba respirando La chica se levantó mareada de la cama, trató de correr dando tumbos al baño para vomitar y se volvió a acostar hasta que su madre irrumpió en la habitación.


—¿Amy? ¿Estás acá?


—¿Qué hora es? —Preguntó su hija.


—Las seis, llegué de trabajar hace un rato ¿No fuiste a la escuela?


—Yo... si fui, pero nos hicieron salir antes...


Amy se apuró en tapar con las sábanas una caja vacía de pastillas ansiolíticas.


—¿Por?


Lo único que la adolescente quería era que su madre dejase de hacer preguntas. Se moría por gritarle que dejase de molestarla, pero no quería que supiera que en realidad nunca había ido a la escuela y que se quedó dormida durante casi doce horas por un intento frustrado de desaparecer.


—Hubo reunión urgente de profesores por algo... no recuerdo muy bien...


—Bueno, seguro mañana van a retomar.


—Seguro... —Suspiró Amy.


Retomar. Retomar las actividades, eran palabras que hacían que un escalofrío recorriese todo su cuerpo y se forme un nudo en su garganta. Retomar implicaba tener que volver a encontrarse con esos compañeros que tan crueles eran con ella, implicaba ser completamente ignorada por todos y que sólo se le acerquen a pedirle la tarea, implicaba ser víctima una y otra vez de las burlas de Jack, Natalie, Paul y Jessie. Los demás compañeros no se metían tanto con ella, simplemente la ignoraban o a veces colaboraban con algún comentario cruel o broma de mal gusto. Pero esos cuatro primeros nombrados eran los peores, ellos se encargaban de hacerle la vida miserable cada maldito día de su vida todos los santos días.


Martes, otro día más en que tenía que soportar a sus compañeros.


—¡Hey, ya viene Amy la loca! —Gritó Jack y corrió hacia los demás que reían sin parar.


La chica simplemente se sentó en su lugar en silencio y no dijo nada. Pero lo tenía todo pensado, no viviría un sólo día más. Simplemente por eso esta vez no reaccionó. Esperó hasta la hora del almuerzo, era un tiempo lo suficientemente considerable como para lograr su cometido ya que los recreos normales eran demasiado cortos. Llegado el momento se dirigió al baño de mujeres, se encerró en un cubículo y preparó sus cosas: Una soga, su navaja y un marcador permanente. Antes de proceder a hacer lo suyo, tomó el marcador negro y comenzó a escribir en las paredes y puerta del cubículo del baño:


"SON TODOS UNA MIERDA. LOS ODIO A TODOS. PERO YA BASTA, YA NO SE DIVERTIRÁN MÁS. SU BROMITA INTERMINABLE LLEGÓ A SU FIN. ¿Y AHORA? ¿QUÉ HARÁN? PORQUE SON TAN MEDIOCRES QUE NO PUEDEN ESTAR SI NO LE HACEN LA VIDA IMPOSIBLE A LOS OTROS. ¿Y YO? ¿PARA QUÉ SEGUIR? SIEMPRE SERÁ IGUAL Y SEGURAMENTE EN LA UNIVERSIDAD SERÁ LO MISMO, EN EL TRABAJO SERÁ LO MISMO Y TODA MI MALDITA VIDA SERÁ LO MISMO. ¿A ALGUIEN LE IMPORTARÁ? NO Y NO ME IMPORTA. YA SÉ QUE TODO LO QUE SE VA A DECIR DE MÍ UNA VEZ QUE YA NO ESTÉ VAN A SER COMENTARIOS IRRESPETUOSOS, SÉ QUE SE TOMARÁN EL TEMA GRACIOSAMENTE, PERO NO ME IMPORTA. TODO LO QUE ME IMPORTA ES NO EXISTIR MÁS, DEJAR ESTA MIERDA ATRÁS Y DE PASO QUITARLES ALGO QUE PARECE EL SENTIDO DE SUS VIDAS: JODERME LA MÍA. ME HUBIESE GUSTADO SABER QUÉ MIERDA LES HICE DE MALO PARA QUE ME TRATARAN ASÍ, PERO SÉ QUE SI SE LOS DIGO TODO LO QUE HARÁN VA A SER TRATARME PEOR. IMBÉCILES. ¿SE CREEN QUE NO DUELEN TODOS LOS COMENTARIOS QUE ME HACEN? ¿SE CREEN QUE NO DUELEN SUS ACTITUDES HACIA MÍ? Y NO ME IMPORTA SI LO SABEN O NO, SÓLO SÉ QUE SON UNA MIERDA Y LES DESEO UNA VIDA LLENA DE DESGRACIAS Y SUFRIMIENTO, TAL COMO USTEDES HAN HECHO CON LA MIA. PORQUE YO, LEJOS DE PERDONARLOS Y ESO COMO NOS HAN ENSEÑADO LAS MONJAS Y CURAS EN ESTA ESTÚPIDA ESCUELA DE HIPÓCRITAS, ME MORIRÉ LLENA DE ODIO, RENCOR Y RESENTIMIENTO. QUIERO QUE SEPAN QUE CADA DÍA DE MI MUERTE LOS VOY A ODIAR, VOY A MORIR ODIANDO, VOY A MORIR LLENA DE ODIO Y NO ME IMPORTA SI ME VOY AL INFIERNO POR ESO, SI MI VIDA YA ERA UN INFIERNO AQUÍ. USTEDES SE ENCARGARON DE QUE MI VIDA ASÍ LO SEA. ¿DE QUÉ MIERDA TE SIRVE IR A UNA ESCUELA RELIGIOSA SI VAS A SER UNA MIERDA COMO PERSONA? HIPÓCRITAS TODOS, MENTIROSOS DE MIERDA, OJALÁ SE PUDRAN. NO LES DESEO LO MEJOR NI MUCHO MENOS. CON ODIO (EN REEMPLAZO DEL FAMOSO "CON CARIÑO" QUE SE USA EN LAS CARTAS A LA GENTE QUE UNO QUIERE) SU AMY, LA LOCA."


Una vez que la chica logró descargar todo lo que sentía en aquellas paredes del cubículo del baño, tomó su navaja e hizo un profundo corte en una de sus muñecas. La sangre brotaba sin parar y un gran dolor la invadía, pero cerró los ojos por un momento y se infligió un corte en la otra muñeca. Esta vez quería estar segura. Estuvo mucho tiempo practicando nudos y cómo acomodar la soga. No iba a permitirse fallar. Una vez que tenía todo listo, se paró encima del inodoro, acomodó su cuello en el espacio destinado en la soga, y dio el gran salto que le arrancó la vida.


El colegio Nuestra Señora de los Milagros se encontraba de duelo. Eran las ocho y media de la mañana y la sala de velatorios estaba plagada de gente que se comportó descaradamente irrespetuosa.


—Hizo bien después de todo... —Dijo Jessie riendo por lo bajo. Natalie estaba junto a ella mientras prestaba atención a medias ya que estaba más ocupada mensajeándose con su novio.La mayoría de los alumnos de ese curso estaban presentes. Estaban presentes ahora, pero nunca estuvieron antes de que sea tarde.


Frente al cuerpo de la chica se encontraba una mujer, su madre. Una mujer destruida y devastada que permanecía parada a su lado mientras mantenía su mirada perdida. El director de la escuela se acercó a ella y le dijo:


—Mi más sentido pésame señora.


—Gracias. —Respondió ella y volvió a mantener su mirada perdida mientras pensaba en lo insensible que podía llegar a ser su ex esposo, que a pesar de saber que su hija había muerto, ni se conmovió ni se acercó.


Los demás profesores se acercaron a la madre de Amy y trataron de darle consuelo. Pero el funeral también estaba lleno de personas "indeseables". Nadie se había preocupado por ella, nadie había llorado por ella. Mientras habitó este mundo estuvo literalmente y completamente sola, sólo ella y su madre.

El salto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora