•✧ LAST RESORT (Koko x Inupi)

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En la habitación de Inui, con solo una luz viniendo de la lámpara y música trance reproduciéndose de fondo, Koko se arrepintió de aceptar la propuesta que su "amigo" había mencionado.

¿Ayudarlo a llegar hasta el final? ¿Inupi había enloquecido?

El momento que Seishu empezó a mencionar que no estaba funcionando solo utilizar un consolador, debió haberse ido. Sin embargo, se encontró curioso por saber más sobre ese lado suyo.

Además, si Inui estaba en la etapa de experimentar, no tardaría mucho en buscar ayuda en alguien más, quiza en un bar o algún sitio de citas. Koko no permitiría eso, prefería "sacrificarse" a que alguien tuviera la oportunidad de lastimar a Seishu.

—Relájate—pronunció Inui, de espaldas en la cama, regalándole una vista poco inocente

¿Cómo quería que se relajara si se mostraba así de expuesto?

Kokonoi se puso un poco nervioso y sus manos se encontraron moviéndose entre la cama y el cuerpo de Inui. ¿Dónde tenía que tocarlo? ¿Estaba bien si le daba un beso? Todo esto resultaba extraño porque Hajime no era muy imaginativo al momento de atacar. Él... Nunca había estado con nadie, así que la experiencia no estaba de su lado.

Inui notó su inquietud, así que decidió rodear sus hombros con sus brazos para acercarlo, también se encontraba nervioso. Sin embargo, decidió relajarse gracias a la oportunidad que le estaba dando su mejor amigo.

Seishu se encontraba más excitado que cualquier cosa, por el simple hecho de que tendría un pene real dentro de él.

Además, no sería de cualquier chico, sería Koko y confiaba en él lo suficiente como para haberle pedido este favor.

—¿Puedo besarte?—si bien Koko sabía todo lo que conllevaba haber aceptado, no quería asustarlo lanzándose a su cuerpo como un salvaje. Era mejor preguntar antes de actuar.

Kokonoi asintió, entonces Inui juntó sus labios con suavidad, dejando un tierno beso para luego alejarse.

Hajime siguió con los labios en forma de piquito y eso le hizo sonreír. Así que volvió a besarlo, y luego otra vez. Dejando pequeños besos que enloquecían a Hajime.

—Inupi—parecía molesto y aquello le gustó, si algo tenía Koko era que podía ser impaciente

Seishu quiso jugar con su cordura un poco más, pero Koko no se lo permitió, decidió acercarse para besarlo y esta vez, movió sus labios conforme lo iba recostando en la cama.

Inui se dejó llevar por la placentera sensación, cerrando los ojos y sorprendiéndose por lo bien que se sentía solo dar un beso.

Su entrepierna cobró vida debido a la estimulación, percibió como aquellos besos bajaban hacia su cuello, siendo cada vez más exigentes, lo que le provocó que le diera el espacio necesario a Koko para que explorara su piel tanto como quisiera.

Mala idea, porque Koko empezó a succionar torpemente su cuello, dejando marcas rojizas que tardarían en desaparecer.

—No hagas eso—a Inui no le gustaban las marcas, aveces le tocaba quitarse la ropa frente a los demás

—¿Por qué no?—Kokonoi bajó un poco más, besando su pectoral derecho

—Mi hermana puede verlo y preguntar... —usó como excusa para que se detuviera

—Que los vea—otro beso y siguió bajando—Le diré que yo los hice—Kokonoi atrapó su pezón y provocó que llevara su cabeza hacia atrás

¿No le importaba que Akane se enterara de lo que estaban haciendo? Inui dejó escapar un jadeo, notando como los ojos de Kokonoi se llenaban de un brillo lujurioso, dejando a la vista todos sus deseos