¡Sé Fuerte Roxi!

¿Paraíso o infierno?

Ella me parece conocida ¡Ah, sí! Ya la he visto en mi boda.

- Déjame verte bien ¡Da la vuelta! -a mí no me queda más que obedecer-.

- No te puedo ver bien con esa ropa que traes ¡sígueme! - me ordena con voy tranquila seria y un poco dulce a la vez. Salimos de la habitación subimos unas gradas caminamos por un pasillo largo, hasta que al fin Ella abre una puerta.

-¡Entrá! -la habitación es oscura, casi no se ve nada. Ella cierra la puerta y se va, así que vuelvo a quedar sola y en la oscuridad. En mi mente aparecen los recuerdos de ese día ¡Luc le dió a Ella la rosa! Ahí es donde la ví, respiro, me siento en el suelo y me digo a mi misma ¡No voy a llorar! Ella es la Princesa una muy buena oportunidad para Luc, yo estoy dispuesta a hacerme a un lado -inhalo exhalo, inhalo exhalo- ¡Se Fuerte Roxi! ¡No llores! ¡No, llores!
Luego de un rato una sirvienta abre la puerta y me encuentra sentada en el piso.

-Vamos niña levántate, aquí hay un vestido que debo ponerte -Me ha cambiado y limpiado y me ha llevado ala habitación de la princesa, no me quejo, el vestido es precioso y muestra mucho mi cintura, que ahora está más pequeña, tiene unos pequeños tirantes y se ve muy elegante, además la falda es preciosamente amplia y con florecitas, los colores son claros muy diferentes a los colores de ropa en mi casa-.

Por otro lado la habitación de la princesa es gigante, hay puertas por todos lados y grandes espejos que se confunden con las ventanas por las cuales entra mucha luz.

- ¡Ah! -exclama la princesa entrando ala habitación- Ya estas aquí. Da la vuelta quiero verte -yo la obezco y giro-
Mmm, hay algo que no va, muéstrame tus uñas -yo se las enseño- ¡Debes cortartelas! Están largas ¿No te enseñaron que las mujeres más bellas llevan las uñas cortas? Y ese pelo, esta demasiado corto. Debes mantenerlo recojido hasta que te crezca ¡Te ves mal! ¡Mira esto! -grita, empujandome hacia el espejo- ¡Esto no debería estar aquí! -me regaña agarrandome la cintura por detrás- ¡Debes ponerte a dieta! No me puedo permitir que las otras chicas de la corte hablen sobre lo gorda y fea que esta la dama de compañía de la princesa. ¡Hay que hacerte muchos cambios!

-Son demasiados cambios ¿No te parece? Lo mejor sería que me fuera de aquí y alguien mejor que yo tomara mi lugar -le reclamo a la Princesa-.

-No, Querida, solo 3 cositas te diré:
Para empezar me encanta influir en las personas.
Segundo nadie me dice que hacer.
Y por último no me vuelvas a tratar de tú, como que si fueramos iguales, cosa que no somos -grita- ¡tenlo en mente! Ahora vete, no quiero verte.

Yo salgo de la habitación y pues no hay más que hacer, de algún modo me llevaron a mi habitación. No tengo animos de nada. Me siento muy mal por lo que Ella me dijo. Solo caigo en la cama y ya.

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Mientras, Ella habla sola en su habitación.

-Nesecito.... Nesecito.... -corre por todos lados- Sí, sí, lo tengo ¡Vamos! Aceite haz tú magia. Espejito, aquí estoy. Repito:
-"El pasado es un misterio, el futuro tú lo creas y el presente lo aprovechas" -toma aceite en sus manos y empieza e echarselo en la cara, mientras la masajea suavemente - "El pasado es un misterio, el futuro tú lo creas y el presente lo aprovechas". Yo debo ser la mejor joven del reino. La mas bella. La mas inteligente. Y la nueva Reina. Luc debe ser mío. No hay nadie mejor para el puesto. Lo quiero solo a él. ¡Ah! Se me acaba de ocurrir...

Sale de su habitación corriendo a ver al Rey...
-Padre, nesecito hablar contigo.
-Dime mi hermosa hija ¿Que deseas?

-Quisiera pasar un tiempo con mi prometido.