LoVe Myself ©| Rebelde.

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INTRODUCCIÓN.

Se acabaron las vacaciones.

160km
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180km

Y aumentaba la velocidad entre ambos vehículos, una última curva y solo faltarían 1km para llegar a la meta.

Audi R8 2006 vs. Nissan Skyline GT-R 2005.

Aquella carrera tenía un solo ganador,  estaban mano a mano, hasta que el Nissan como por arte de magia empezaba a tener más velocidad que el deportivo Audi tomando la delantera, rebasando y llegando en primer lugar.

— ¡No! ¡Maldición! —decía Madison Colucci golpeando el volante, llegando a la meta, saliendo del auto, azotando la puerta.— Papá hiciste trampa.

Christopher Colucci, su padre, se encontraba sentado sobre el capo del auto observando con burla a su hija, quien seguía maldiciendo su perdida.

Sin lugar a dudas, extrañaría a su hija, quién ha sido su compañera desde que llegó a su vida sin que él se lo esperase. Solo tenía 17 años cuando supo que seria padre, con su novia en ese entonces y madre de su hija, Diana Smith.

Lastimosamente Diana no sobrevivió al parto, ya que en los últimos meses el embarazo comenzó a ser complicado y riesgoso, su hija había nacido prematura de solo 6 meses y la mujer con quién pensaba casarse falleció a causa de un paro cardíaco.

Jamás olvidaría el caos que se desató en aquella sala de parto, dónde había perdido a la mujer que amaba, los médicos y enfermeras corrían de un lado a otro, tratando de reanimar a la joven madre, pero ya nada traería de vuelta a la vida. Había perdido a su novia, para recibir a su niña, quién se convertiría en su nuevo amor de toda la vida.

Desde ese entonces eran sólo Christopher y Madison, contra el mundo.

No fue fácil para Christopher, llevar la paternidad sólo y siendo tan joven, viviendo casi por dos meses en el área de neonatología, cuidando de una recién nacida y estudiando a la vez.

A pesar de todas las adversidades, jamás se rindió, al ser él menor de los hermanos Colucci, sus amigos y conocidos de la familia lo tachaban de irresponsable, que había desperdiciado su vida y se alejaron de él.

Paso de ser el chico popular y fiestero a un joven aburrido, con ojeras, cansado y oliendo a colonia de bebé, pero con más voluntad de salir hacia adelante y triunfar por el amor de su vida, su pequeña Madison.

En definitiva no fue nada fácil.

Pero como dicen luego de la tormenta llega calma, el universo empezó a conspirar a su favor. Logró conseguir una beca de estudio en la gran universidad de Harvard en Boston Missouri.

Obviamente no quería seguir dependiendo del dinero que su hermano Franco le depositaba cada mes, decidió participar en algunas carreras ilegales, para ganar algo de dinero. Hasta que la suerte decidió abrazarlo dándole la oportunidad de ser un corredor profesional en la Fórmula 1. Empezando una nueva aventura, acompañado siempre por el amor de su vida. Su pequeña Madison, con quién celebraría después de 7 años su graduación como arquitecto e ingeniero automotriz.

Todos los sacrificios y cada segundo vívido habían valido la pena.

— Me estás escuchando...¡Papá!— chasquea los dedos su hija, muy cerca de su rostro.