Reglas de escritura

Regla 15.

"El drama pertenece a los libros. Tú mereces paz.
Interprétalo como quieras."

No sabes cuántas veces hice historias conmigo de protagonista. Era una adolescente y todo eso está de moda en cierta etapa. ¿Por qué crees que la gran mayoría de historias juveniles se desarrollan en una preparatoria?

Me gustaba crear drama, vivirlo y mortificarme por él, pero llega un momento en tu vida donde ese drama se desborda y te pones a pensar si no habrá un momento en que todo el caos pare. 

Luego, cuando de verdad te hartas de eso, buscas paz. Y es cuando te das cuenta que, para tenerla, tienes que desapegarte de muchas personas, vicios, hábitos y pensamientos que habían estado contigo por mucho tiempo. 

En mi caso fue después de la universidad, cuando me gradué y tenía mi linda depresión post titulación. Todavía a ese novio en turno le tocó un poco de mis últimos años de drama y fue justo por él que empecé a pensar diferente, que empecé a rechazar todas esas cuestiones que no me dejaban en paz y comencé a enforcarme en realmente salir adelante, porque no tenía dinero y quería hacer más cosas al salir con él. 

Hay un estigma del autor sufrido que dicta que para hacer arte debes sufrir, que eso solo enriquecerá tu trabajo. Bueno... no. 

A las personas les gusta leer el caos y todo lo que le pasa a un personaje de ficción, pero cuando te pones en ese papel, comienzan los malos entendidos, las miradas de incomodidad. Soy de la idea de tener la vida más pacífica que puedas, y las historias más aventureras que se te ocurran. 

En cuanto a aquello de hacer al personaje sufrir por todo... solo si es justificado. De otra forma, parece que te estás proyectando. 

En cuanto a mí, comencé a enfocarme en mi persona, en mis habilidades, lo que me gustaba y lo que quería. Fue así como me mantuve ocupada, ya no buscaba el caos, y los tropiezos que vinieran los trataba como ello, no como el fin del mundo. Por esta y muchas otras cosas fue que me casé con mi entonces novio.