Ella era mía.
Yo la hacía feliz.
Ella me amaba a mí.
Yo era feliz sólo a su lado .
Sus sonrisas eran mías.
Mis suspiros eran de ella.
Nada cambiaría y nadie lo haría.
Era yo quien decidía.
Cada escenario lo escogia yo.
Y si de algo estaba seguro era que ella siempre estaría en él , aunque yo ni siquiera era una opción para ella.
Pero se trataba de mis sueños y mientras yo quiera ella vivirá allí.
Aunque sólo sean eso.
