Simple.
Ella no tenía nombre.
Hablaba de ella en tercera persona.
Ella tenía más demonios que el mismo infierno.
Ella, tantos nombres y todos sin significado.
Ella.
Simple.
Ella no tenía nombre.
Hablaba de ella en tercera persona.
Ella tenía más demonios que el mismo infierno.
Ella, tantos nombres y todos sin significado.