Su padre la guitarra le enseñó a tocar.
Ella sabía tocar a la perfección.
Jamás quiso que lo supieran.
En sus clases jamás quiso hacerlo bien.
Pero cada noche cuando llegaba a casa se encerraba en su habitación.
Y componía lo que su corazón sentía.
Muchas lágrimas.
Mucho dolor.
Pues Él no la amaba.