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Eran las seis de la mañana, todo estaba en calma. El sol brillaba, los pájaros cantaban. Seolhee abrazó a su gato gris, mientras también sostenía la mano de Eunchae. Por alguna razón, la menor se había dejado caer en la cama de Seolhee y la pelinegra no se quejó.
Como dije antes, todo estaba en calma, pero la propia Seolhee tenía el sueño ligero. Cualquier sonido podría despertarla en unos minutos. Y fue su suerte: Seolhee olvidó silenciar su teléfono.
El timbre vino de su teléfono, haciendo que la joven de dieciséis años instantáneamente gimiera. Seolhee se da vuelta y trata de no despertar a Eunchae y Tako. Refunfuñando, aceptó la llamada enojada.
EL PAPÁ DE TAKO 🐙🐈⬛
"¿Sí?"
Levantó a Seolhee, sin siquiera molestarse en saludarla. Hubo algunos cambios en la otra línea, antes de que se formaran las palabras.
"Manager-hyung y yo nos iremos en una hora para recogerte."
Ni-ki parecía igual de cansado: los dos no estaban alegres por la mañana, pero seolhee permaneció aturdida y confundida.
"¿Recogerme?"
"Sí, mis padres vienen hoy."
Instantáneamente Seolhee dispara: ¡No puede ser! justo ayer, cuando fueron a la feria, Ni-ki le pidió a Seolhee que lo acompañara. El grupo de adolescentes llegó a casa tarde anoche, por lo que Seolhee instantáneamente quedó inconsciente, olvidándose por completo.
"¿Hablas en serio? Tengo que lucir presentable. ¿A tu familia le gustan las flores? ¡Cómo pudiste hacerme esto!"
Se queja Seolhee, liberándose del agarre de Eunchae. La otra chica instantáneamente frunce el ceño ante esto, agarrando sus manos, pero Seolhee solo acaricia la cabeza de Eunchae, ignorando cómo Ni-ki se rió disimuladamente.
"Ella está obsesionada contigo."
"¡No me estás ayudando ahora mismo! ¡Tengo que dar una buena impresión!"
