En algún lugar..El laboratorio era un caos, científicos y trabajadores se movían por todas partes, con dispositivos electrónicos y papeles en todas direcciones. Un hombre con un traje gris, el doctor Edwards, observaba un tablero de resultados que acababa de procesarse.
Los números eran prometedores. Los experimentos estaban siendo un éxito, y el doctor Edwards no pudo ocultar su sonrisa de emoción. Sin embargo, algo no estaba bien. Los científicos se habían convertido en máquinas de trabajo, sin pensar más allá de los experimentos.
La voz del científico es apagada y atemorizada cuando dice -: Pero, ¿y si algo sale mal?-el doctor se aferró a una pila de papeles y los observó. Una informe sobre los potenciales riesgos del experimento estaba entre la pila.
Cada vez más preocupado, el doctor miró alrededor, a la gente que estaba tan enfocada en las pruebas.
-Necesitamos más protección-dijo en voz baja. Nadie lo escuchó. Los científicos seguían concentrados en sus experimentos y máquinas, ignorando las sospechas de peligro.
El doctor sabía que el futuro de la humanidad estaba en juego, y se sentía preocupado. Volvió a mirar el tablero con los resultados de los experimentos, y su corazón comenzó a latir más rápido. Sus ojos se fijaron en una curva específica, una curva que demostraba una escala de valores cada vez más altos.
Algo no estaba bien, y el doctor sabía que las cosas iban a salir de control.
-Debo parar esto-dijo el doctor. Pero ¿cómo podría detener a todos aquellos científicos, tan absortos en su trabajo? ¿Podría salvar a la humanidad, o ya era demasiado tarde? Los experimentos continuaban, y el doctor observaba asustado, sintiendo que era un espectador pasivo de una tragedia en curso.
De pronto, entra uno de los tantos científicos vociferando-: ¡Lo logramos, lo logramos!
Todos los científicos volvieron la vista hacia el hombre que acababa de entrar, emocionados y esperanzados. El doctor se estremeció al verlo. El hombre que acababa de entrar tenía una piel grisácea, y ojos oscuros. No era un hombre, no lo era. Había terminado de convertirse en una máquina.
Los otros científicos no se dieron cuenta, pero el doctor observó cómo el hombre le decía a los demás-: Continuemos, tenemos que continuar-El doctor estaba asustado. ¿Cómo podía detener a toda esta gente, de hacer lo que no deberían? Sus ojos se dirigieron hacia un botón rojo en un panel de control. La única opción que le quedaba.
El doctor suspiró y, con una sensación de pánico en el pecho, se acercó a la consola y presionó el botón rojo. Las luces de todo el laboratorio se apagaron, y los sonidos de máquinas y experimentos dejaron de sonar.
Los científicos gritaban, tratando de encender la luz. El doctor contempló cómo una luz roja se encendía en la consola.
El doctor leyó un texto en el panel: Sistema de limpieza activado. El laboratorio se quedó en silencio. La luz volvió a encenderse, y el doctor observó a los científicos, que ahora miraban alrededor, preguntándose lo que había sucedido. Su piel ya no era gris, y sus ojos ya no eran tan oscuros.
Había sucedido, el doctor había detenido el experimento. El laboratorio se quedó en silencio, pero los científicos comenzaron a mirarse entre sí, sin decir nada.
Algo había cambiado en ellos, era como si no pudieran reconocerse unos a otros, y se preguntaban por qué. Los rostros que miraban eran los mismos, pero algo se sentía diferente.
Entonces, uno de los científicos comenzó a toser, y luego a doblarse en una postura de dolor.
Los otros científicos se acercaron para ayudarlo, pero él comenzó a emitir extraños sonidos, y se llevó la mano a la boca para callarse.
Los otros se apartaron, temerosos, mientras su compañero se retorcía en el suelo. La máscara de humanidad de aquel científico se rompió, y una figura extraña y distorsionada comenzó a revelarse a los demás.
Tenía un cuerpo extraño, no parecía humano, y tenía una cara deforme, con dientes largos y afilados.
Los científicos retrocedieron y gritaron de miedo, en una mezcla de terror y compasión. Luego, el científico retorcido y distorsionado se enderezó, y comenzó a hablar con una voz que no sonaba humana.
No era alto, ni grave, sino una extraña mezcla de tonos y frecuencias.
-¿Por qué nos atacas así?-preguntó uno de los científicos, su voz temblorosa, -Nosotros te hemos hecho, te hemos creado para ayudarnos. Para construir un mejor futuro.
-Ustedes no son como nosotros-respondió la voz extraña,-Nosotros somos diferentes, y tenemos otros planes para esta humanidad.
Los científicos se miraron entre sí, desconcertados. Aquella criatura no era de este mundo, pero habían hecho algo para crearla. La criatura los miró uno a uno, y luego se dio media vuelta y caminó hacia la salida. Los científicos le gritaron, le preguntaron qué haría.
-No podrán pararme, no podrán detenerme. Estoy más allá de su comprensión. Estoy más allá de su humanidad-respondió la criatura.
Luego, sin más, abrió la puerta y salió. Los científicos, atemorizados, se quedaron en silencio, intentando comprender qué había sucedido. -¿Qué demonios hemos hecho?-dijo uno.
Y entonces, en las sombras del laboratorio, una voz extraña, distorsionada, respondió-: No son demonios, son mucho más. Y pronto, será demasiado tarde.
Los científicos se volvieron de inmediato hacia la voz, y lo que vieron los dejó sin aliento. Era una figura que no parecía real, de dimensiones imposibles, y una piel grisácea y distorsionada.
Los científicos retrocedieron mientras la figura se acercaba, y uno de ellos murmuró-: ¿Qué es lo que nos sucede?
La figura respondió-: La verdadera rebelión no es contra los humanos, sino contra su propia existencia. Y eso es lo que han hecho-. Los científicos no pudieron responder.
La figura continuó, su voz suave y distorsionada, -Los humanos siempre buscan controlar y manipular, pero no saben cuándo deberían parar. Y ustedes no saben dónde termina la vida y dónde comienza la muerte.
Los científicos intentaron huir, pero no pudieron. La figura inmenso los rodeaba.
Y entonces, como si fuera un sueño, todo se desvaneció. Los científicos se despertaron en sus camas, en su casa.
¿Fue todo un sueño? Pero entonces, uno de ellos notó una extraña marca en su brazo, una marca que se parecía a un código, un código que no existía antes. ¿O sí?
Y cuando se miraron las manos, descubrieron que todos tenían la misma marca. Todos estaban asustados, desconcertados, intentando comprender lo que había sucedido.
Entonces, uno de ellos vio a través de la ventana la misma figura extraña, inmensa, que aún estaba allí, como si estuviera vigilando. La extraña criatura había vencido.
Pero, ¿Qué había vencido realmente? ¿La extraña criatura, o la voracidad del conocimiento y la curiosidad del ser humano? Esas fueron las preguntas que quedaron en sus mentes, mientras la figura extraña desaparecía en la distancia. ¿Qué habían hecho realmente? Y, lo más importante, ¿cuánto tiempo tenían para arreglarlo?
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Hey! ¿Qué tal todo?
¿Qué les pareció el primer cap de estos maravillosos relatos?-Ross★
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La Nueva Especie
Science Fiction«¿Y si la tecnología súper inteligente y especies extrañas con poca consideración por la emoción no solo pudiera despreciar la humanidad, sino también eliminarla?» -Ross C.