ERES TU

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No relojes no, tiene demasiados. ¿Corbatas? No, las odia. ¿Trajes? Tiene diez de cada color. ¿¡Que demonios le regaló!? JODER

Hoy es nuestro cuarto aniversario y no tengo idea de que regalarle a Brad. ¿Porque es tan complicado? Dios mi cabeza va a estallar.

El cuerpo desnudo de mi pelirrojo novio se remueve entre las sábanas. Ayer después del concierto se quedó a dormir conmigo, y lo que pasó es una caliente historia.

—Buenos días, mi amor. ¿Cómo has dormido?— pregunta con voz ronca, deja un casto beso en mis labios.

—Bien— mentí, porque no había pegado el ojo en toda la noche—¿Y tú, que tal has dormido?

—Contigo alado, de maravilla.

Me levanté de la cama tomando la camisa de Brad que esta tirada en el suelo para tapar mi desnudes.

—Ire a preparar el desayuno y después si gustas podemos ducharnos juntos, ya sabes, para no desperdiciar el agua.— le sonreí con picardía.

—El cuidado del planeta ante todo ¿Cierto?— levanto sus cejas divertido.

—Cierto—confirme— te veo en la sala— deposite un beso en sus labios muestras salía de la habitación moviendo las caderas como lo haría Shakira, bueno no tan exagerado.

Llegue a la cosina todavía pensando en qué podría regalarle, prepare el desayuno  sumergida en mis pensamientos. Di la vuelta para llevar lo que ocupe a su lugar, levanté la mirada encontrándome con Brad con solo pantalones y el pecho desnudo justo detrás de mi.

Solté el frasco de pimienta que tenía en la mano pegando un brinco del susto.

—¡Dios, Brad! Que susto me has dado.

—¿Porqué te has asustado?— lo mire a los ojos, tenía una ceja elevada.

Porque no se que regalarte.

No, en definitiva esa no era la respuesta.

—Tal vez porque si te sorprenda un poco, que cuando voltees lo primero que veas es un  fornido cuerpo, perteneciente a un guapo y ardiente pelirrojo de ojos grises. ¿No sé? debería de ser por eso.

Hablé demaciado rápido, como era de esperarse Brad se dió cuenta. Me tomo de la cintura y beso mis labios delicadamente.

—Perdon, pero ¿Cómo quieres no verme así si tú traes mi camisa?

—¿Y que quieres? ¿Que ande desnuda por mi departamento?

—Yo tengo problema con eso.

—Eres un pervertido.

—Tu desnuda, me hace ser un pervertido.

Y ya tenía el regalo perfecto.

—¿Sabes que día es hoy?— pregunté emocionada.

—Emm... ¿Martes?— se rasca la nuca.

—No tonto. Te daré una pista: hoy es un día especial.

—Si no es martes— frunció el seño, abrió los ojos de sorpresa y yo sonreí— ¿Es miércoles cierto?— asentí emocionada— ¡Claro como puede olvidarlo! ¡Karol me va a matar!— la emoción de mi rostro se fue dándole paso a la confusión— ¡Hoy la acompañaré a comparar su auto! Gracias, amor, lo había olvidado por completo. ¿Te molesta darme mi camisa? Me tengo que ir, se me hace tarde.

—Emm... No— me quite la camisa quedando desnuda ante él. Se detuvo a admirar mi cuerpo.

—Joder, si no es porque Karol me espera no te dejaría salir de esa habitación todo el día.

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⏰ Última actualización: May 20 ⏰

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