Miguel creía fervientemente que estaba acostumbrado a la soledad, que la disfrutaba lo suficiente como para no necesitar la compañía de alguien más, pero todo cambió cuando lo conoció. Cuando aquel hombre de mediana edad y actitud de adolescente aceptó unirse a la sociedad araña. Sin darse cuenta le dejó derribar sus barreras, permitió que calara en lo más hondo de su ser, que dejara su marca en lo profundo de su corazón, aunque lo negara, aunque fingía estar fastidiado cuando le hablaba, aún cuando en secreto le buscaba con la mirada. En algún momento incluso se encontró consigo mismo deteniéndose de tocarlo, fingiendo que solo se estaba estirando o que le estaba pidiendo algo y por eso extendía su mano hacía él, pero la verdad es que le anhelaba, como nunca había anhelado a nadie en toda su vida y eso le aterraba.
Intentaba ignorar el hormigueo en sus manos al tenerlo cerca, en como donde el otro le tocaba cuando descuidadamente se apoyaba sobre él ardía. Su toque quemaba y le hacía daño, porque sabía que no se atrevería a nada más que mirarlo de vez en cuando sin que se diera cuenta cuando se cruzaban en la base y Peter estaba demasiado ocupado prestando atención a alguien más.
Con cada día que pasaba sentía como su pecho se desbordaba por un sentimiento que se negaba a aceptar, que maldecía cada noche que recordaba la avellana mirada de quien le hablaba con simpleza, ignorante a lo que provocaba en él, en lo frustrado que le hacía sentir consigo mismo, en lo mucho que se odiaba por ser tan cobarde para hacer algo al respecto.
Como cada mañana se preparaba para ir a la base, como cada mañana le buscaba con la mirada y como cada mañana se odiaba por ser tan débil.
— Buenos días. – Recibió el alegre sonido del castaño y su corazón dio un vuelco sin poder evitarlo mientras gruñía en respuesta.
Intentaba mantener su distancia para ver si con eso su sentimiento disminuía, pero le era imposible alejarlo con la suficiente fuerza, en algún punto terminaba cediendo a tenerle cerca, a escuchar su charla sin sentido que en pocas ocasiones prestaba atención hasta esa tarde que su mundo se vino abajo.
— Voy a ser papá. – Pudo escuchar la emoción en su voz, pero en él aquellas palabras le rompían por dentro, sentía desgarrarse y sangrar sin que nadie lo notara, sin que lo demostrara.
— Felicidades. – Se obligó a responder mientras un leve temblor se hacía presente en sus manos que no dejaban de manipular la consola. No agregó nada más e intentaba con todas sus fuerzas ignorar a quien hablaba tan animadamente detrás suyo. Cerró los ojos con fuerza y tomó aire por la nariz reteniéndolo el suficiente tiempo para que sus pulmones ardieran, dejó salir lentamente el aire antes de alejarse de quien le pedía explicaciones, pero no quería darlas, no tenía por qué hacerlo.
Abrió un portal y se adentró tan rápido como pudo. Se dirigió a su departamento y se dejó caer con desgana en el sofá mientras frotaba su rostro con ambas manos.
— Lo sabías. – Se gruñó a si mismo deteniendo sus manos, pero dejándolas aún en su rostro. — Coño, lo sabías. – Repitió con odio antes de morder sus labios con fuerza hasta que algo de sangre brotó de ellos. — Lo sabías. – Su voz se quebró dejándose envolver por el dolor que desgarraba su alma.
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Bueno al inicio pensaba en escribir algo tipo que Miguel fuera el amante de Peter deseando algo más, pero no me gusta ese tipo de cosas.
Lo bueno de los drabbles es que son de 500 palabras o menos, así que aquí subiré cosas muy cortas.
Debo decir que estoy escuchando: Yours - Conan Gray.
Jamás lo había escuchado y ahora me siento mal, porque realmente me dolió esa canción jajajaEn fin, espero que les haya gustado y si no, pues no pasa nada.
Nos leemos