HanaHaki

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Nota: Hanahaki es una enfermedad nacida de un amor unilateral, donde el paciente lanza y tose pétalos de flores cuando sufren un amor unilateral. Solo existen dos curas; ser correspondido o ser removidas las raíces mediante una cirugía, perdiendo por completo los sentimientos amorosos hacía la persona amada.

Si la persona se confiesa y no es correspondida morirá, al igual si ignora los síntomas, las raíces crecerán hasta asfixiarlo.


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Peter amaba a su esposa, estaba seguro de que era su alma gemela, después de todo, jamás se había enamorado de otra persona que no fuera ella, no creía que existiera alguien más en todo el mundo que le pudiera gustar tanto, y tenía razón, no en ese mundo, en esa tierra, pero una vez que descubrió el multiverso se enfrentó a quizá la prueba más difícil de sus sentimientos.

El líder de la asociación a donde había sido invitado, capturó su atención por completo. Al inicio solo era curiosidad por saber las diferencias entre sus universos, lo interesante que era aquel hombre que casi siempre se mostraba un tanto hostil y distante, pero que de alguna manera lograba que los demás le siguieran, y se sintieran un tanto cómodos a su lado. Peter no era la excepción; sentía una atracción casi magnética hacia él, siempre buscando su atención de alguna manera, sintiéndose bien cuando era felicitado de manera tosca al cumplir satisfactoriamente una misión.

Poco a poco la convivencia entre ambos se volvió mayor, Peter lo invitó en varias ocasiones a cenar junto con MJ; donde los tres charlaban amenamente, en ocasiones incluso lograban arrancar una carcajada de Miguel ante alguna anécdota vergonzosa de Peter en sus años escolares, al inicio se avergonzaba, pero a veces se lamentaba de no tener las suficientes anécdotas para mantenerlo riendo.

Creyó que le agradaba como amigo, que el hormigueo en su pecho al estar cerca suyo no significaba nada, pero supo que estaba profundamente equivocado la primera vez que tosió un par de pétalos de acacia amarillos.

 

— No puede ser. – Murmuró para si mismo en la privacidad del baño de su hogar. Se había levantado en la madrugada al baño y mientras se lavaba las manos tosió aquellos pétalos. Con apuro regresó a la habitación moviendo suavemente a su esposa para levantarla.


— ¿Qué sucede? – Preguntó ella adormilada abriendo uno de sus ojos para verlo.


— Te amo. – La pelirroja lo miró un tanto confundida, pero terminó por sonreír suavemente.


— También te amo, tigre. – Peter suspiró aliviado, creyendo que al ser correspondido por quien creía era su alma gemela terminaría su tormento con los pétalos, sin embargo, descubrió que no eran debido a su esposa en una lluviosa noche en una misión.

Acompañaba a Miguel para luchar codo a codo contra la anomalía que se había presentado en aquella dimensión, todo iba bien hasta que detuvieron a la anomalía y recibió un amistoso golpecito en el brazo. Su corazón latió con fuerza, al tiempo que su garganta comenzaba a arder, se separó a prisa de Miguel que pedía explicaciones, pero Peter no deseaba darlas. Se escondió dentro de un oscuro callejón, poco le importaba la lluvia que mantenía su traje empapado, su atención estaba sobre su mano donde pétalos amarillos estaban manchados con su sangre.



Miguel no entendía si había hecho algo mal, si quizá ofendió al castaño sin intensión, pero desde aquella misión era evitado por el otro. En contra de su juicio le buscó intentando aclarar las cosas, pero Peter siempre tenía una excusa para alejarse.


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⏰ Última actualización: Dec 03, 2023 ⏰

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