—Señor Neuvillette, no esperaba verlo aquí.
Lumine se acercó al hombre, que observaba fijamente las profundas aguas de Fontaine. Las ondas se formaban en la superficie, a medida que la lluvia iba cayendo con rapidez. La chica sujetó su paraguas con más fuerza, para evitar que la corriente de aire se lo llevase volando.
—A veces hasta el juez supremo necesita un descanso —y tras su respuesta, el hombre se giró hacia ella—. Podría realizarle la misma pregunta. ¿Qué le trae a usted por aquí, señorita viajera? ¿No está con su acompañante?
La mirada de Neuvillette, fija en los ojos de la viajera, la intimidaba. Era cierto, Lumine había conocido a dioses y se había enfrentado con poderosos enemigos. Pero en este caso algo distinto la hacía sentir así. El juez supremo de Fontaine normalmente tenía una expresión severa en su cara, y no solía mostrar sus sentimientos. Sin embargo, sus ojos parecían contradecir toda esa fachada.
—Mi acompañante decidió que era buena idea atiborrarse a pasteles justo después de la comida. Podré ser una heroína entre las naciones, pero le aseguro que ni el más fuerte de los arcontes podría soportar al lado de tal indigestión —Lumine lo miró expectante, creyendo que podría sacarle al menos una sonrisa—. Así que decidí dar una vuelta hasta que las cosas se calmasen.
— Interesante historia —dijo, con un tono cordial, y Neuvillette retomó la contemplación.
"Misión fallida", pensó Lumine, haciendo una mueca casi imperceptible. Y a pesar de esta pequeña derrota, la chica se colocó a su lado. Permaneció en silencio junto a él durante unos minutos, intentando no molestarlo, mientras reconsideraba lo que iba a hacer.
— No deja de llover estos días —comentó Lumine, fingiendo un tono inocente.
— Ciertamente.
¿Ciertamente? Sin duda alguna, no era fácil el tener una conversación sincera con Neuvillette, pero tampoco sería la tarea más difícil a la que se había enfrentado Lumine. Esos intentos fútiles de conversación no le iban a llevar a ningún lado. Así que, tras haber agotado todas sus opciones, a la chica no le quedó otra que tocar el asunto directamente.
— Disculpe la intromisión, pero...Parece usted triste, señor Neuvillette —dijo finalmente, acortando la distancia que había entre los dos.
El pulso de Lumine aumentó ligeramente. No era la primera vez que hablaban a solas, pero nunca antes había estado tan cerca de él. Y aunque se decía a sí misma que no iba a perder nada si sus esfuerzos no daban fruto, en el fondo, sentía que ello en sí era lo suficientemente deprimente.
— ¿Triste? —Neuvillette parecía sorprendido— No, solo estaba...Sumido en mis pensamientos.
—Sí. Supongo que todos necesitamos un rato solos para pensar —comentó Lumine decepcionada—. Perdóneme, entonces continuaré con mi paseo. Le veo en otra ocasión.
Y cuando se giró, disponiéndose a marcharse, notó como su mano fría como la piedra, la tocaba suavemente en el hombro. Si antes estaba nerviosa, ahora sentía que apenas podía respirar. Entonces, volvió a mirarlo, perpleja. Sus ojos, que antes brillaban con más intensidad, ahora se veían apagados.
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Mientras la lluvia cae (Oneshot - Neuvillette x Lumine)
FanfictionNo ha dejado de llover durante varios días en Fontaine. Lumine decide buscar una solución. Los personajes pertenecen a Hoyoverse.