𝐓𝐢𝐥𝐢 𝐓𝐢𝐥𝐢 𝐁𝐨𝐦*𝐎𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭 Nyen x Nyon

Lluvia

Las noches oscuras y lluviosas imponen su presencia haciendo uso de sus graves y luminosos rayos, alertando así a aquellos que se resguardan en sus hogares. Asustando al débil de corazón.

Las gotas de lluvia chocan con el techo de la casa de los Ivory uniéndose en una sonata que pasa desapercibida para los demás habitantes del hogar, pero interminable ante el joven catman de cabellos celestes resguardado entre sus cobijas, temblando de miedo. Parecía ridículo. La pena presente se acumula en el al encontrarse una vez más en este escenario. 

Él era ya un muchacho adolescente, los miedos infantiles debieron dejarlo hace mucho, pero seguían ahí, carcomiéndolo por dentro. Pensar en el techo cálido que lo resguarda, su manta caliente y su amo de ensueño no lo salvaran de este escenario, ya lo ha intentado varias veces en el pasado. Está lloviendo y no sabe por cuanto tiempo.

Sus cabellos no pueden evitar erizarse al escuchar los rayos fugaces cuyas luces entran por la ventana de su habitación. Esta al borde de las lagrimas y Nyon sabe que no puede hacer nada para evitarlo. El tiempo se detiene al caer las primeras lagrimas amargas en sus mejillas. Llorar, cerrar los ojos, tumbarse en su cama desconsolado, esperar que la lluvia pase y una vez más fingir que no ha pasado nada en los ojos de los demás. Su propia naturaleza se reduce a ser un joven miedoso sin esperanzas, llueva o no.

 Esta temblando y puede sentirse desfallecer. Su consciencia se pierde lentamente entre pensamientos de miedo y vergüenza. El tacto de unos brazos firmes hace que su consciencia vuelva en sí, sus ojos entrecerrados se abren poco a poco para mirar a aquel que lo sostiene. Una mirada disimulada vasto para identificar al muchacho mirándolo con poca expresión, esos cabellos rosas son inconfundibles para Nyon, sus latidos se sienten cálidos dentro de su pecho, había vuelto en sí.

No necesitaba explicaciones del porque a Nyen sabia que no se las diría o si lo haría serian excusas. Era casi imposible saber que había detrás de esos ojos, el catman de cabellos celestes había comprendido eso desde la llegada del contrario hace un año. Las preguntas eran en vano y era mejor así.

 El zumbido de la lluvia pronto pareció pequeño y el sueño llego a los ojos de Nyon, sintiendo que podría descansar en los brazos del otro, tomó de la mano a Nyen y cerró los ojos pudiendo notar como sus dedos se entrelazan con los suyos.

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