"Mía mía" comenzó a sonar y un sexy bailarin pelinegro apareció en el escenario. Sus ojos conectaron con los del pelirosa que estaba casi en primera fila, así comenzando a coquetearle descaradamente.
Al terminar esa canción sabiendo que se aproximaba "toketeo", Jungkook se acercó a kenia para susurrarle algo.
—por favor, sube al pelirosa lindo de allá—señaló discretamente en dirección a Jimin.
Kenia asintió riendo levemente.
El intro de "toketeo" comenzó a soñar haciendo que todo el público se alocara y comenzará a gritar, pero los gritos se hicieron más fuertes cuando vieron como la artista le hacía señas a Jimin para que subiera al escenario.
Una sola idea cruzo por la mente de Jimin, paso por las personas que estaban enfrente de él y finalmente subió al escenario.
Kenia Os cantaba su canción mientras el pelinegro se acercaba peligrosamente al pelirosa, lo tomó de la cintura provocando que el más bajo diera un pequeño salto del susto.
—no seas tímido dulzura, comienza a bailarme, se que es lo que más quieres hacer ahora mismo—su voz salio algo ronca y pego las caderas del más bajo a su pelvis.
Jimin se quedó casi paralizado al sentir lo que hizo el más alto, pero claro que no desaprovecharia esa oportunidad. Comenzó a mover sus caderas al ritmo de la canción.
Ellos estaban encerrados en su burbuja, Jimin le bailaba al más alto y este lo tomaba de las caderas. La gente gritaba emocionada por el espectáculo que estaba dando aquel chico pelirosa y el famoso modelo Jeon Jungkook.
—debo irme ya—le dijo Jimin al más alto al notar que la canción había terminado.
—esta bien, pero esto no termina aquí—sonrío para el pelirosa y este le sonrío de vuelta para luego bajar del escenario.
Jimin seguía disfrutando el concierto de su idola hasta que escucho a alguien hablarle.
—oye, que sientes después de haberle bailado al mismísimo Jeon Jungkook.
—¿qué?—pregunto desconcertado.
—si, ¿acaso no lo sabes?, el chico con el que acabas de bailar es el modelo principal de Calvin Klein y aparte es el hijo del ceo de la agencia de Kenia.—Jimin quedó casi boquiabierto.
—no, no lo sabia, igual vengo aquí a disfrutar el concierto de mi idola, así que eso es lo que haré—dijo para volver a mirar en dirección al escenario, pero el pelinegro ya no estaba ahí, y si era tan famoso como decía esa chica probablemente no lo buscaría, solo quedaría como un buen recuerdo.
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