Novia De Alquiler - Jenlisa (G!P) (+18)

¿RUBY?

NARRADOR OMNISCIENTE

—¿Vieron la hora?, les dije que no debíamos tardar tanto —murmuro la pelinegra cuando ya estaban llegando a la planta alta de su hotel principal en corea.

—No es nuestra culpa, tú tenías que estar pendiente de la hora.

La menor giró los ojos.

—Es verdad, ahora tendrás que ver a tu Ruby en la noche.

Lisa suspiró pesadamente al escuchar las palabras de Rosé, ya era hora de comida y no podía hacer esperar más a su secretaría.

—Ven, yo no la hubiera hecho esperar, soy mejor jefa que ustedes dos —Somi se cruzó de brazos con una sonrisa orgullosa.

—Ya deja de hablar disparates.

Las puertas del ascensor privado abrieron y las tres se dirigieron a sus respectivas oficinas.

La secretaría de Lisa no estaba en su puesto por lo que esta se dispuso a entrar a su oficina, al entrar lo primero que observó fue una larga y hermosa cabellera Rubia dándole la espalda, la chica en cuestión escribía algo en un papel sobre su escritorio.

—Disculpe ¿qué hace?

La chica se quedó inmóvil al escuchar la voz de Lisa.

—Lili... —susurró débilmente aquella chica, Lisa no logro escuchar.

—Se nos olvidó hablarte de... —Lisa miró a sus amigas entrar a la oficina.

Las chicas pararon en seco al ver como la chica de cabellera rubia abrazaba a Lisa por el cuello y posaba su cabeza en su pecho.

La Pelinegra abrió los ojos como platos al sentirse abrumada por el inconfundible aroma de la joven castaña, de Ruby y al sentir nuevamente las típicas corrientes que recorrían su cuerpo al sentir aquella chica cerca.

—No sabes cuanto te extrañe Lili.

La Pelinegra sonrió al escuchar su voz y aquel apodo, llevo sus manos a la diminuta cintura de la chica sintiendo como el cuerpo de esta se estremecía.

—¿Lili?... —las amigas de la pelinegra susurraron viendo la escena.

—¿Q-Que es esa confianza?, ¿Lisa nunca nos permitiste decirte Lili a nosotras?

La pelinegra logro escuchar a Rosé, pero no le presto ni la mínima atención a sus berrinches, ella era así, muy celosa cuando se lo proponía.

Los ojos de la pelinegra estaban en los de Jennie, se sentía feliz de volver a verlos, volver a ver esa carita era el mejor regalo que podía recibir en esos momentos.

La joven Jennie estaba perdida en los ojos de Lisa, pensar que no la volvería a ver la entristeció mucho, pero ahora la tenía allí entre sus brazos, mostrándole sus bellos ojos y su preciosa sonrisa sin siguiera tratar de ocultarla, gracias a esto no podía centrarse en nadie que no fuese la bella mujer frente a ella. No había escuchado a sus dos jefas, ni siquiera tenía conciencia del largo rato que llevaba viendo embobada a la pelinegra frente a ella.

—Pero Ruby... ¿Qué haces aquí? —susurró posando sus manos en las mejillas de Jennie y está sonrió grandemente—Temía no volvería a verte.

—¿RUBY?

—Ah Lo siento —dijo apenada la menor al ver a sus jefas boquiabiertas.

Realmente no las había visto ni oído hasta ese momento, así de grande fue la burbuja en la que se había sumergido, se alejó un poco de la Pelinegra.