•.°● P R Ó L O G O ●°.•

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El día de Takemichi iba monótono y de mierda como siempre, trabajando duro en un minisuper donde apenas le pagaban el salario mínimo y encima soportaba malos tratos de otros empleados, incluso menores que él

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El día de Takemichi iba monótono y de mierda como siempre, trabajando duro en un minisuper donde apenas le pagaban el salario mínimo y encima soportaba malos tratos de otros empleados, incluso menores que él.

Su horario laboral habría acabado tan deprimente como todos los días de no ser por una hermosa mujer de cabello verdoso oscuro, casi azabache, con cansados ojos color ámbar que cargaban con unas notables ojeras, y sus cejas y hombros decaídos le terminaban de dar un aspecto insano.

Ella era preciosa, pero lucía derrotada. 

—Bienvenida. —dijo a aquella mujer que creyó desconocida, tratándola como a cualquier otro cliente.

—... 'Michi, ha pasado mucho tiempo. —soltó de repente la dama, regalándole una hermosa sonrisa.

—¿'Michi...? ¡¡...!! ¡______! ¡¿En serio eres tú?! —el estado de ánimo del de orbes azules subió de inmediato, con una mezcla de emociones entre alegría, sorpresa y nostalgia.

—La misma en carne y hueso. —su sonrisa se ensanchó al ser reconocida por su viejo amigo— No nos veíamos desde la graduación de secundaria, ha pasado muchísimo. Que gracioso acabarnos reencontrando aquí.

—Si, es que aquí trabajo. —rasco su nuca apenado.

—Me di cuenta. —soltó una risita— Es increíble verte de nuevo. —se acercó a él y sin pena alguna lo abrazó con fuerza, él tardó un poco en corresponder pero al final, completamente abochornado, lo hizo. Tardaron así algunos segundos, manteniendo ese contacto que de alguna forma era reconfortante para ambos.

—Lo mismo digo. —fue lo que respondió el hombre que ahora lucía su cabello color negro al natural.

Tras separarse, ______ acompañada de Takemichi fue por lo que iba a comprar. En la caja le cobró una joven con cara de amargada, y finalmente su viejo amigo la acompañó de regreso a la puerta.

—Fue bueno verte, deberíamos reunirnos después. —comentó con una sonrisa radiante Hanagaki.

—Si. Sería genial. —le afirmó con la cabeza y en su rostro dibujada una sonrisa igual de radiante que la suya— Me pone muy feliz haberme encontrado contigo una vez más, 'Michi. —dirigió su mano derecha a la cabeza del chico y revolvió su cabello como si fuera un niño— Sigue esforzándote.

—¡L-lo mismo digo pero no hagas eso! —exclamó apenado por el gesto de la mujer.

—Pff- no has cambiado mucho. —mostró una mueca burlona— ... Bien, debo irme; no interrumpo más tu trabajo.

Algo dentro de Takemichi se removió, su corazón sentía que no debía dejarla ir pero su mente le decía que tal como ella dijo, él debía seguir con su trabajo, además que seguro ______ tenía cosas que hacer.

—Tienes razón, pero dame tu número así no volvemos a perder contacto. —propuso finalmente.

La mujer solo asintió y le dió su número, luego Takemichi le mandó en ese instante un mensaje para que supiera cuál era el suyo y tras eso procedieron a despedirse.

—Nos vemos luego ______. —se despedía con la mano, sonriente, pero no se esperaba que la contraria lo abrazara.

—Adiós Takemichi. —y sin que él alcanzara a corresponder el abrazo, se separó y se dió la vuelta para irse.

—¡Hasta luego! —le gritó el azabache a lo que ella solo movió su mano y siguió avanzando. Por alguna razón Takemichi sintió que ella no quería verlo a la cara, o más bien, no era capaz, pero simplemente se encogió de hombros y siguió con su trabajo, feliz de haberse encontrado con una vieja amiga y volver a tener contacto con ella.

 Por alguna razón Takemichi sintió que ella no quería verlo a la cara, o más bien, no era capaz, pero simplemente se encogió de hombros y siguió con su trabajo, feliz de haberse encontrado con una vieja amiga y volver a tener contacto con ella

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Pasaron algunos días desde que Hanagaki se había reencontrado con su amiga, cuando por la mañana veía las noticias.

"Ayer una mujer fue encontrada muerta en su departamento luego de que los vecinos reportaran un mal olor muy fuerte proveniente de ahí. Según la autopsia, cuando fue encontrada llevaba tres días sin vida en la bañera. La causa de muerte es suicidio."

—Por Dios... Es terrible la frecuencia con la que reportan suicidios. —murmuró para si mismo, apenado de lo común que llegaba a ser ver ese tipo de noticias.

"La mujer, quien tenía treinta años, fue identificada como ______ Zen'in. Se pide que si es su familiar favor de acudir a..."

Takemichi quedó estático y sus ojos se abrieron grandes al oír el nombre y además leerlo en la televisión.

—No... Yo la vi, ella estaba... ¿Bien? —un leve sentimiento de culpa lo comenzó a invadir, cuando entonces la noticia cambió y comenzaron a hablar de la Tokyo Gang  y las víctimas de sus recientes disputas.

"Entre las víctimas hubo dos muertos, quienes eran hermanos: Naoto Tachibana de veinticinco años y Hinata Tachibana de veintiséis."

—¿Hinata...Tachibana...? —su rostro mostraba tanta incredulidad como le fue posible.

Él también conocía a Hinata, por Dios, que fue su novia en secundaria, por supuesto que la conocía.

Inevitablemente sus ojos se comenzaron a cristalizar por las lágrimas que amenazaban con salir; no podía creer las noticias, incluso pellizcó su brazo y deseó despertar, pero nada pasó, ese era su presente. —______ y Hina... Están muertas.

 Están muertas

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La Informante |Tokyo Revengers|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora