Me vuelvo a perder, bai
Palabras: 2879
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T/n: ¿Hola? —preguntó en el gran lugar dejando que su voz hiciera eco— ¿Hola? —volvió a preguntar abrazándose a sí misma ante un repentino viento que se hizo presente.
Estaba en medio de la nada, un bosque lleno de árboles los cuales apenas dejaban entrar la luz de la luna, no se escuchaba nada más que el sonido de las hojas en el suelo chocando entre ellas por el aire que las movía en una leve y tétrica danza, en efecto, a la chica no le daba buena espina; ni siquiera podía pensar claramente para recordar como diablos había llegado ahí pero sí sabía una cosa, estaba muy jodida.
Sintió escalofríos recorriendo desde su nuca a su espalda baja, estos eran horribles, y le daban la impresión que debía correr, así que lo hizo. Comenzó a correr con la mayor rapidez posible sintiendo ahora como si algo la perseguía, como si unos ojos penetrantes la estuvieran viendo al hacerlo, corría apartando las hojas y pequeñas ramas de su camino sintiendo como los pies le ardían y haciendo que se de cuenta que estaba descalza, aún así no le importó, siguió corriendo con más fuerza sintiendo movimientos a sus espaldas, como si algo tratase de atraparla, recordó algo, tenía malditos poderes.
Se esforzó tratando de volar o de teletransportarse, cualquier cosa la serviría en ese momento pero era inutil, no podia hacerlo y con ello entró la desesperación, seguido del sentimiento de encierro, se dio cuenta de que ni siquiera estaba corriendo, estaba moviendo sus pies en el mismo lugar, sentía que le faltaba el aire, en cualquier momento lo que fuese que trataba de dañarla la alcanzaría, esta sola, perdida.
Hasta que despertó en un gemido ahogado, respiraba arritmicamente tratando de descifrar dónde se encontraba y qué hacía ahí, lo bueno es que no estaba en el bosque y solo había sido un sueño. Afinó su oído dejando que el sonido de la lluvia golpeando la ventana la empapara por completo antes de sentir un brazo tocándole el hombro, cosa la cual la hizo sobresaltar soltando un grito ahogado.
Matt: Soy yo —la tranquilizó, podía escuchar cómo su corazón se le iba a salir del pecho— lamento asustarte, estabas inquieta, no sabía si despertarte —tomó su brazo para acercarla y así recostarla a ella contra su pecho— ¿Estás bien? —preguntó acariciando su brazo.
Habían pasado tres semanas y media desde su cita y las cosas estaban marchando más que bien entre ambos, ya habían salido otras 4 veces y casi todos los días o noches la estaban pasando juntos dado a que T/n estaba trabajando en el complejo o en Queens con su amigo y el apartamento del abogado era un punto intermedio así que se quedaba en cualquiera de los 3 lugares y le resultaba perfecto, sobre todo porque Matt amaba el tiempo de calidad a su lado, comprar tailandesa y cervezas baratas para ambos, dejar que ella lo hiciera bailar a media noche para no caer dormida sobre su trabajo, dejar que él le hablara sobre términos legales para hacerla dormir rapido cuando ya había terminado, estaban en esa etapa que no tenían etiqueta pero todo era obvio, ambos se gustaban y hasta más que eso. Esa noche T/n había decidido quedarse sin mucho trabajo que hacer pero excesivamente cansada, ni siquiera quiso cenar, solo arrastró sus pies hasta la cama del abogado cayendo como saco de papas mientras el reía levemente desde su sala terminando de revisar los papeles de uno de sus casos, escuchó en cuestión de segundos como la chica respiraba más lento sobre una de sus almohadas recién perfumadas, dejó las cosas a un lado y se acercó para acomodarla bien esperando a que se levantara un rato después queriendo algo de comer así que pidió una pizza de Lumbardis y siguió en lo suyo por al menos unos 40 minutos hasta que la escuchó comenzar a quejarse.
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El diablo en un disfraz (Matt Murdock) |ACTUALIZACIONES LENTAS|
FanfictionEl pasado de Matt Murdock podía ser tormentoso a veces pero desde que llegó ella, T/n Richards, su vida cambió. Aún asi en una ciudad como Hell's Kitchen todos guardan secretos y él tenía muchos, tenía secretos hacia ella. ¿Cómo sobrellevar la culpa...