04. Final.

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an: por si hay confusiones. Jimin es el azabache y Jungkook el pelinegro.

Jungkook llegaba ansioso a su hogar, sabía lo que su novio había planeado, y él, orgullosamente se lo cumpliría hasta que le rogase que parara

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Jungkook llegaba ansioso a su hogar, sabía lo que su novio había planeado, y él, orgullosamente se lo cumpliría hasta que le rogase que parara. El pelinegro sabía que su adorable movió no era más que una hipócrita con esa máscara, sabía que detrás de ello había un hombre lujurioso y muy provocativo. Lo sabía y le encantaba.

En cambio Jimin, preparaba su típica rutina de skincare y limpieza de su cuerpo totalmente, sabía lo que pasaría esa tarde, y estaba más que emocionado. Terminó su maquillaje y de miró al espejo por última vez. Normalmente el odiaba que arruinaran su maquillaje, pero si era de la manera en la que su novio lo haría, no le preocupaba del todo.

Salió de la habitación con un pantalón a la cadera y una cadena decorando su fina cintura, se haría unas fresas con chocolates y miraría algún drama que encontrara por allí, en lo que esperaba la llegada de su novio.

El de 20 minutos, fue rápido para el menor quién escucho la puerta abrirse y la figura grande de su novio apareció por la puerta dejando ver a este intentando desamarrarse la corbata con una mano, mientras con la otra sostenía su portafolio, Jimin se mordió su labio con fuerza para evitar jadear ante la imagen.

—Hola mi amor, ¿Cómo te fue hoy?. — preguntó el azabache mientras ayudaba a su pareja con la corbata. Tal vez la diferencia de altura no era tanta — si lo era — pero Jimin amaba verse tan pequeño frente a él, amaba ser su sumiso.

—Muy cansado. El Señor Kang me pidió tantas cosas, a veces odio ser jefe de departamento, pero veo los beneficios y me dejo de quejar. — explicó. Lentamente colocando sus manos en la cintura de su novio y acercándolo a el para robarle un jugoso y deseoso beso. —No sabes cuanto extrañe tener tus labios junto a los míos.

—Podría decir lo mismo. Pero... —se mordió el labio cuando sintió las manos de su novio en su gran y suave trasero, eran grandes, era grande.

—Veo que te maquillaste, ¿Tenemos alguna ocasión especial?. — murmuró cerca del oído de su pareja, lentamente iba acercándolo al sofá de la sala mientras dejaba pequeños besos en su cuello y boca. Sus manos en ningún momento abandonaron su cintura, solo quería sentirlo más cerca y más adentro de su alma si era posible.

El azabache quería seguirle el juego y retarlo hasta el límite pero no podía, su cuerpo reaccionaba a los deseos de su novio, obedeciéndolo en cada momento, a cada petición, sin queja no objeción.

—Parece que no deseas hablar; Esta bien, supongo que la ocasión será para después. —concluyó, dejando el cuerpo de su amante en el sofá mientras se dirigía a su habitación para cambiarse de ropa por una más cómoda. El azabache bufo y se levantó para seguir a su novio hasta su habitación; desde una pequeña abertura de la puerta, podía ver como su pareja desabotonaba su camisa lentamente mientras tiraba de su cabeza hacia atrás, Jimin mordió nuevamente sus labios y se acercó lentamente hasta el mayor y comenzó él mismo a quitarle lo botones, mordiendo sus labios en deseo de probar a su novio de nuevo.

Make up on ∯ km mini auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora