Reencuentro en un lugar inesperado

El Ángel de Tachihara

—No voy a ir.

—Chuuya por favor, no quiero ir solo.

—Ya te dije que no voy a ir, no soy gay Tachihara

—Yo tampoco—Chuuya levanto una ceja al escucharlo. —Está bien, sé que suena poco creíble, pero es verdad. 

El ejecutivo solo se encogió de hombros y se dio la vuelta para irse. Había dejado en claro su decisión de no ir a ese lugar y Tachihara tenía que entenderlo.

No iba a ir.

No sabía que putas hacía en este lugar si dijo que no iría.

—No te preocupes es un club muy exclusivo y se usa un antifaz para proteger la identidad del público.

—Ese no es el problema—la verdad había sido algo muy conveniente lo del antifaz, pero eso no evita que quisiera reprocharle a su yo del pasado por haber aceptado. Se supone que mañana seria su día de descanso y esta noche tendría que estar en su casa relajándose con una copa de vino después de todo el trabajo realizado, no en un Night Club gay lleno de bailarines exóticos.

No estaba prestando atención en lo absoluto, prefería disfrutar su bebida.

"Al menos sirven buen vino" pensó

—Tranquilo, aunque a decir verdad yo estaba peor la primera vez que vine a este lugar—para Tachihara era mejor tratar de mantener una conversación amena antes de que el verdadero show comience ya que a él tampoco le interesaba lo demás y está seguro que a la mayoría de los que estaban aquí tampoco, solo vienen por la estrella del lugar.

—¿Y cómo es que llegaste a este lugar? ¿Curiosidad? —Chuuya quería distraerse también.

—Más bien casualidad. Había ingresado a la Port Mafia recientemente, luego de una misión junto a unos compañeros decidimos ir a beber algo por ahí, no esperábamos encontrarnos con este lugar. No pensamos mucho y decidimos entrar, fue difícil ya que éramos nuevos y no parecíamos tener mucho dinero. Al parecer la mayoría ingresa por un contacto o por pagar una gran suma de dinero, era mucho, pero lo pagamos por mero orgullo. El de la entrada nos miraba con una cara tan presumida y estaba tan seguro de que no podríamos pagar que disfrutamos más cuanto pagamos y pasamos por su lado mientras él se mordía la lengua.

—Supongo que ya no trabaja aquí

Tachihara sonrió de manera engreída y Chuuya supo que algo tenía que ver con el despido de aquel hombre.

—Obviamente—había algo tenebroso mientras decía eso, pero a Chuuya no le pareció muy importante estaban en mafia después de todo.

Así que Tachihara solo continuo con su relato—Solo veníamos a beber. Pedimos para lo que nos alcanzó, ya que habíamos gastado demás en la entrada. —continúo bebiendo mientras recordaba aquella vez— No paso mucho tiempo cuando nos dimos cuenta del tipo de lugar en el que estábamos, todos nos pusimos nerviosos (quiere creer que sí y que no era el único), pero no podíamos irnos.

"Claro que podían" pensó Chuuya. Supuso que hizo una mueca al pensar y que por eso hizo que Tachihara tuviera la necesidad de explicarse.

—Si bien nadie nos detenía de irnos ya habíamos gastado más de lo que deberíamos, más de la mitad del pago de la misión, entre la entrada y las bebidas. No podíamos solo irnos y ya, así que decidimos quedarnos hasta terminar lo que habíamos pedido, con suerte podíamos ignorar todo lo demás mientras bebíamos.

—¿Lograste hacerlo?

—No—Tachihara recordó cómo se había sentido esa vez—Estuve a punto de salir corriendo de ahí. Sin embargo, justo antes de hacerlo lo vi.