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Una pelirroja estaba sentada en una silla en frente de su escritorio, se veía concentrada viendo la pantalla de su laptop mientras tecleaba, parecía que nadie podría interrumpirla y nadie se atrevía tampoco.

Dos personas esperaban por ella en frente, una veía su tablet mientras la otra parecía impaciente en su lugar.

-que ocurre?- por fin la pelirroja se decidió por dejar lo que hacía y presto atención a las personas que esperaban por ella.

-ya acabaste?- una linda chica de cabello castaño, de facciones finas y con buena altura sacó su mirada de la tablet para hacerle esa pregunta a su contraria.

-no, pero parece que Luna va a dejar un orificio en mi oficina- la aludida se movió y soltó un suspiro, era cierto, estaba nerviosa.

-creo que tu padre quiere verte- parece que la castaña y la pelirroja tenían bastante confianza por la forma en la que se hablaban.

-si quisiera verme entonces solo me llamaría- la chica sentada detrás de ese escritorio sabía que debía ser algo sin tanta importancia -entonces luna que pasa?-

-vengo a darle una noticia, su padre me dijo que la felicitara- luna, una simple secretaria vino a darle una noticia importante a la hija de su jefe y por eso estaba tan nerviosa -usted va a casarse-

-que cosa?- la primera en reaccionar fue la castaña, se sorprendió bastante, luego se compuso, ya que al parecer había sido la única que se lo tomó de esa forma.

-ya veo, así que por fin decidió llegar a un acuerdo matrimonial- para la pelirroja era algo que esperaba, su padre hace algunos meses le había comentado que era hora de casarse -de quien se trata?-

-Taeyeon, la segunda hija de los Kim- eso sí llamó la atención de la contraria, pensó que sería una heredera al igual que ella.

-los Kim, pero es extraño, no es la heredera- luna asintió, no sabía porque ella estaba dando una noticia así, después de todo una simple trabajadora de un imperio no tenía porque encargarse de algo que para ella si era importante.

-lo es, la primera hija de los Kim no será la heredera, por lo que tengo entendido dejo su lugar a cambio de casarse con una mujer de bajo estatus- pero el señor hwang le había encargado esa tarea y le había dado todo los detalles.

-eso es algo extraño de escuchar, por lo que tengo entendido los Kim suelen ser bastante serios, quizás solo son rumores- la pelirroja se movió en la silla para ver hacía el gran ventanal que dejaba ver un lindo cielo, después de todo estaban en el piso 10 y cerca no habían edificios tan altos como ese.

-no conoces a Taeyeon Kim?- la castaña hizo que su contraria reflexionara al respecto.

-conozco a Jessica, teníamos hace años reuniones y ella siempre asistía como la heredera, no pensé que dejaría su puesto por amor- la pelirroja pensó en aquello, el amor, que era el amor para los herederos, era algo a lo que tenían derecho?.

-bueno, ahora tendrás que conocer a taeyeon tu prometida- era algo lógico, recordaba vagamente a jessica, una chica castaña, tes blanca y rasgos algo felinos, no era alguien fea, esperaba que taeyeon fuera al menos alguien que llenara sus expectativas en cuanto a belleza.

-el presidente me pidió que le agendara una reunión con la señorita Kim- era lo último que tenía que decir luna ahí antes de volver a su puesto, algo que quería hacer enseguida.

-bien, puedes encargarte de eso Yoona?- la pelirroja dirigió su mirada a la castaña quien movió sus dedos en la tablet de forma inmediata.

-para lo más rápido posible- luna dijo aquello algo bajo, ya que conocía el carácter de la castaña, era alguien habilidosa, una buena asistente, pero audaz, ya que no trataba a su jefa con honoríficos si no es delante de grandes cargos.

-esta hecho- la castaña le asintió a ella y a luna, quien se marchó enseguida luego de lograr su cometido.

La pelirroja iba a seguir en lo suyo pero comenzó a pensar, sabía que en algún momento iba a tener que contraer matrimonio, así que le dio curiosidad su ahora prometida, podría pedir su información o investigarla solo por internet, pero mejor prefirió dejar aquel primer vistazo como una sorpresa.

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Por otra parte una rubia se acomodaba sus gafas mientras veía una presentación y escuchaba a un asociado con una propuesta de un nuevo proyecto para la empresa.

Tenía una reunión como cada lunes, a veces era agotador, pero no se quejaba, al final iba a tener que hacerse cargo de la empresa y ya estaba comenzando porque su padre por alguna razón pasaba más tiempo fuera del país que en la empresa.

La reunión duró un par de horas más, luego de eso la rubia habló con algunas personas, saludo a algunos socios. Socializar le agotaba más que estar detrás de su escritorio, aún así no tardó mucho en que tuviera que ocuparse nuevamente así que se dirigió a su oficina.

-lo lamento pero tiene una comida en una hora más- una pelinegra que se mantenía un paso detrás de la rubia mientras caminaban le dejo saber su agenda.

-esta bien Seohyun, iré a la oficina antes de salir- la vida de la rubia era agotadora, ya que tenía que ser la presidenta cuando era la vicepresidenta.

-tengo una noticia que darle- seohyun era una asistente dedicada y respetaba bastante a su jefa.

Apenas vio el mensaje del señor Kim se sorprendió, porque pensaba que su jefa ya tenía suficientes cargas como para lidiar también con un matrimonio.

-te escucho- la rubia era alguien seria, pero bastante recta y amable, era responsable y le gustaba que fueran directas, así que seohyun se lo diría sin tapujos.

-su padre envió un mensaje, la a comprometido con Tiffany, la heredera de los hwang- apenas se lo dijo miró a su jefa, la vio soltar un suspiro y eso fue todo.

-que problemático en este momento, supongo que tendré que conocerla- el problema que sentía la rubia en este momento era que no tenía tiempo para ese tipo de cosas.

-recibí hace unos minutos un mensaje de parte de su asistente para agendar un encuentro- pero era parte de su labor el casarse para que el estatus de la familia crezca con la unión.

-bien, encárgate- conocia a los hwang, pero no en persona, sabía que eran la tercera mejor familia del país, no esperaba menos de sus padres, ya que los Choi, la primera mejor familia tenía dos hijos, el mayor ya estaba casado y éste era el heredero, no así su hermana menor que quedaba sin valor alguno.

-claro, su padre dijo que se conocieran lo antes posible- y por su puesto, los Kim eran la segunda mejor familia del país, quienes dirigían los mejores restaurantes.

-esta bien, no me importa si es mañana mismo, es un matrimonio por negocios, beneficios para ambos- eso era todo lo que pensaba, no tenía curiosidad por su prometida, al final la conocería en algún momento.

La rubia era una persona ocupada, a diferencia de Tiffany quien aún tenía el apoyo de su padre, ya que él aún dirigía la presidencia. Taeyeon en cambio, como vicepresidenta debía hacerse cargo de todo, porque su padre era una persona que jamás quiso ser parte real del negocio, solo le gustaba viajar y nada más.

Así que lo único que pensaba era que parte de su deber como heredera sería cumplir con aquel matrimonio , nada más que cumplir.

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