Cuando Felipe llegó al castillo, se asombró de su esplendor. Más aún cuando encontró una de las puertas en la que estaba escrito: "aposento de Felipe". donde encontró una enorme biblioteca, y una hermosa cama se sento en ella y con tristeza deseo saber qué estaría haciendo su padre, pero era más que seguro que no lo volvería a ver, ya que él había entregado su vida a la bestia.
Luego de tanto tiempo de convivir con la bestia, Felipe empezó a pensar que no era tan mala como se decía. En realidad, era un ser muy amable. Esa noche, Felipe bajó a cenar. Aunque estuvo muy nervioso al principio, fue dándose cuenta de lo humilde y bondadosa que era. pero seguia siendo una bestia bruta por naturaleza
-Si hay algo que deseas, no tienes más que pedirmelo-dijo la bestia.
Con el tiempo, Felipe le tomo mucho cariño a la bestia. Se daba cuenta de lo mucho que se esforzaba en complacerlo. Todos los días descubriría en ella nuevas virtudes. Pero pese a eso, cuando la bestia le preguntaba si quería ser su esposo, él siempre contestaba con honestidad
-lo siento, eres muy bueno conmigo, pero no puedo casarme contigo no te amo verdaderamente.
La bestia se enojaba un poco, pero siempre lo dejaba pasar. Solo suspiraba y desaparecía. Así siguió varias veces. La bestia seguía siendo amable con él; Todo lo que Felipe pedía, lo tenía.
Un día, Felipe le pidió a la bestia si podía salir del castillo e ir a ver a su padre, el cual había caído enfermo. La bestia negó la petición.
-Tienes todo en este hermoso y gran castillo. No permitiré que salgas de él. No quiero que me abandones. no saldras hasta que me ames y podre ser libre -dijo la bestia
-¿libre,libre de que?- pregunto felipe
-eso no te concierne y no cambies el tema no saldras de este castillo- djio la bestia
-Pero mi padre está enfermo y por lo que dicen estas cartas, parece ser grave. Podría ser la última vez que vea a mi padre con vida. Juro que volvere- dijo felipe desesperado
-¡BASTA! TE LO E DADO TODO, Y LO UNICO QUE QUIERO A CAMBIO ES QUE PERMANESCAS EN ESTE CASTILLO, ME AMES Y SEAS MI ESPOSO.-rugio la bestia enojada
La bestia estaba furiosa. Ese ser amable y tranquilo que él había conocido se había perdido. Ahora era una abominable bestia furiosa.
-Por favor, cálmate- Felipe estaba al borde del llanto.
-NO, NO HASTA QUE SEAS MI ESPOSO Y ME LIBRES DE ESTA MALDICION,QUIERAS O NO- la bestia esta rabiosa
no era la bestia que el habia conosido,esta bestia no tenia ninguna luz humana era una gran animal furioso
-¿que maldi- le bestia no dejo hablar a felipe
La bestia era MUY grande, casi el doble que el. Por lo que le fue muy fácil agarrarlo y encerrarlo. La abominable bestia lo encerró en uno de los calabozo de ese gran castillo, era un lugar frio sin ventana aislándolo aún más de lo que ya estaba antes. Lo dejo sin cartas, sin comida y sin dejarlo ver la luz del sol. y No lo dejaría salir de ese lugar hasta que lo amara.
pasaron 2 dias o 3 o 5 felipe ya habia perdido la nocion del tiempo no sabia hace cuanto estaba en ese horrible lugar solo sabia que queria salir de ahí
la bestia mas calmada fua al calaboso a ver a felipe este estaba hambriento,helado y algo desorientado
Felipe voi una oportunidad e intentó escapar, pero la bestia se lo impidió, felipe estaba algo debil y mas comparandolo con esa enorme bestia junto a ella cualquiera se veria debil y suave
la bestia al intentar de agarrarlo no pudo controlar sus enormes garras y garan fuerza lastimando gravemente a Felipe, el cual cayó al suelo sangrando. La bestia, desesperada, intentó ayudarlo pero el solo lo lastimaba mas.
-¡No! Por favor, no. No fue mi intención. Yo solo quería librarme de este maldito hechizo. Perdóname- dijo la bestia con lagrimas en los ojos
-Bestia,perdoname por no poder ayudarte a desaserte de tu maldicion, si me lo hubieras dicho antes podria haberte ayudado-dijo felipe casi sin fuerzas
-tu no tienes la culpa,Solo un amor verdadero podía romperlo y ahora se que no se puede obligar a las personas a amar. solo estaba pensando en mi y en que me amaras nunca pense en lo tu sentias-dijo la bestia aun sosteniendo a felipe entre sus brasos
Felipe acarició el pelaje de la bestia por última vez antes de morir.
Si alguien hubiera estado cerca de ese castillo, podría haber escuchado el triste rugido de la bestia. Un rugido que reflejaba el dolor y la desesperación por haber perdido a la única persona a la que amó , y por la que él fue querido en esa forma de bestia, una forma en la que tendría que arrastrarse por el resto de su vida. Condenado a vivir en soledad en ese gran castillo lleno de nada.
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la bestia y el bello
Short StoryAlguna vez leíste la historia de La bella y la bestia? mismo concepto distinto final