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Evan Anderson un rubio de ojos azules, con tics nerviosos. Era conocido en todo el colegio solo por retarle a Bowers a una pelea y dejarle la nariz sangrando. Aunque después de clases la Bower's Gang lo apalizó en la salida dejándole con varios moretones y su boca sangrando.

-La proxima vez te rajo Anderson- hablo Henry mientras agarraba al rubio de los bordes de la chaqueta blanca y azul que llevaba siempre encima. Cuando acabó de hablar lo soltó dejándolo en el suelo.

Evan tosía hacia el suelo. Este se mancho de un pequeño charco de sangre. No quería hacer ningún comentario a Bowers por si acaso lo rajaba con su navaja y morir a los 13 no era muy buena opción. Se arrastró hacia la pared más cercana y apoyo su cabeza en esta mientras suspiraba.

Henry y su grupo, lo seguían mirando con odio. Al rubio le empezaron a dar pequeños tics los intentaba contener para que no se burlarán de él pero fue en vano ya que Patrick se empezó a reir, le dio un leve golpe en el hombro a Bowers para que viera lo que estaba sucediendo.

-¿Se puso nerviosa la niñita?- se burló al ver al menor con esos pequeños espasmos.

Evan con su mano derecha intentaba agarrar la mochila que le habían lanzado al suelo aquel grupo. Cuando la agarró Patrick se la quitó de las manos y lanzó todo lo que había al suelo para buscar lo que buscaba Evan. Finalmente encontró el bote de pastillas.

-Mira Henry, su puta droga- el pelinegro abrió el bote y lo lanzó todo por el suelo. Dejando el bote vacío. Luego se lo lanzó a Evan encima suyo. Este seguía con sus pequeños espasmos oculares que le sucedían cada 6 o 7 segundos en situaciones como estás.

Después de reírse unas cuantas veces de él lo dejaron ahi solo para irse a subirse al coche de uno de ellos. Evan golpeó el suelo con su mano y tosió toda la sangre hacia el suelo de nuevo.

Intento ponerse en pie pero fue en vano estaba destrozado y no tenía fuerzas para hacer mucho, lo único que le quedaba era quedarse ahí hasta que se le pasase el dolor de los golpes.

De pronto un niño algo alto con rulos en el pelo apareció en el lugar donde estaba el, se quedó un rato paralizado al verme sangrando en el suelo. Pero luego decidió acercarse rápidamente a Evan.

-¡Joder! ¿Que ha pasado?- preguntó mientras miraba todas las pastillas que había lanzadas por el suelo y la sangre saliendo de su boca. Cuando el de rulos se fijó un poco más lo reconoció -¿Eres el que ha retado a Bowers está mañana?-

El chico asintió. -Creo que no fue buena idea- hablo.

El de rulos soltó una pequeña risa. Mientras ayudaba a Evan a levantarse -Fue divertido ver cómo Bowers quedaba adolorido, dio alivio que alguien le plantará cara- agradeció -Soy Stanley-

-Evan Anderson- se presentó el rubio. Stanley ayudo a Evan a caminar hasta donde se encontraba el grupo de amigos de Stanley.

Todos se quedaron un poco confundidos al ver a Stanley, ayudando a un chico que estaba lleno de sangre y moretones por todas partes.

-¿Que mierda ha pasado?- pregunto un chico algo bajo con el pelo castaño y una cangurera en la cintura. Tenía cara de preocupado.

-Este niño es el que casi se carga a Bowers- respondió un pelinegro con gafas. Mientras se las colocaba bien.

Un chico con unos ojos color azul se acerco a Evan. Para ver lo que había pasado.

-¿B-b-Bowers, verdad?- pregunto mientras miraba a Evan y luego a Stanley.

Anderson asintió varias veces mientras que cuando daba pasos soltaba algún que otro pequeño gemido de dolor.

-Eddie podemos llevarlo a tu casa, de seguro tienes las pastillas que necesita- dijo Stanley mientras ayudaba a Evan a subir a la bicicleta de Bill.

-Creo que mi madre no está así que, si- subieron todos a su bicicleta y pedalearon rápidamente a casa de Eddie.

-¿Que te ha dicho B-bowers para que te dejarás pegar?- preguntó Bill, insinuando que Evan no se dejaría pegar en ninguna situación.

-Me dijo que me rajaria con la navaja- dijo con un tic de por medio mientras se agarraba a la espalda de Bill.

-¿Te tiraron todas las p-p-pastilas al suelo?- preguntó de nuevo Denbrough.

-Si, las intenté buscar para que mis ticks pararan y me las lanzaron todas al suelo- explico el rubio.

...

Al llegar a la casa de Eddie, este busco las pastillas que necesitaba Evan en su armario encontró un bote de estas en el fondo del armario y se lo entrego para que se tomará las necesarias, lleno un pequeño vaso de agua y se lo entrego al Rubio.

Este agarró una pastilla y se la echo en la boca para luego tomar un sorbo de agua y tratarse la pastilla. A los segundos soltó un suspiro ya que los tics oculares se le habían disminuido un poco volverían de nuevo cuando se pusiera de nuevo nervioso.

Eddie lo acompañó al baño para que escupiera toda la sangre de su boca y se la enjuagara en el lavadero.

Al volver al salón todos se encontraban sentados en el sofá cuando llegó se sentó en la alfombra que había en el suelo y Eddie se sentó a su lado.

-Eddie me encanta este sofá, sobretodo porque aquí se sienta tu madre- bromeó el de lentes mientras miraba al castaño que tenía Evan sentado al lado.

-Callate ya Richie- dijo con enojó mientras lo miraba un poco mal.

Una sonrisa se formó en la cara de Evan después de escuchar la broma de Richie.

Richie lo miro y soltó una pequeña risa.

-¿Quieres que mañana nos encontremos en la salida, Evan?- pregintó Stanley con un tono amable.

-Parece una amenaza- soltó Richie.

Solté una risa y mire a Stan y asentí
-Me parece bien-






¡TICK TICK! | Male Oc × ItDonde viven las historias. Descúbrelo ahora