Naruto estaba decidido a rescatar a Hanabi, la hermana menor de Hinata, que había sido secuestrada por Toneri Otsutsuki, un descendiente del Clan Otsutsuki que quería destruir la Tierra. Junto con Hinata, Sakura, Sai y Shikamaru, se dirigió al lugar donde se encontraba Toneri, una esfera gigante llamada la Luna Hueca.
Al llegar, se encontraron con varios obstáculos y trampas, pero lograron avanzar gracias a su trabajo en equipo y sus habilidades. Finalmente, llegaron al lugar donde estaba Hanabi, pero se dieron cuenta de que Toneri había extraído sus ojos Byakugan y los había implantado en sí mismo.
Toneri apareció frente a ellos y les reveló su plan: usar el poder del Byakugan para activar el Tenseigan, un artefacto ancestral que le permitiría mover la Luna hacia la Tierra y causar una catástrofe. También les dijo que había elegido a Hinata como su esposa, ya que era la heredera del Clan Hyūga y la única que podía despertar el Tenseigan.
Naruto se enfureció al escuchar esto y se lanzó a atacar a Toneri, pero este lo detuvo con su poderoso chakra. Hinata aprovechó la distracción para liberar a Hanabi y devolverle sus ojos. Sin embargo, Toneri se dio cuenta y capturó a Hinata con un rayo de luz.
Naruto trató de seguirla, pero fue detenido por una barrera que lo separaba de ella. Toneri le dijo que se olvidara de Hinata, ya que ella había aceptado casarse con él por voluntad propia. Naruto no podía creerlo y se quedó atónito.
Hinata miró a Naruto con tristeza y le dijo que lo sentía mucho, pero que tenía que hacerlo por el bien de todos. Luego se fue con Toneri hacia el altar donde se celebraría la boda.
Naruto cayó de rodillas y sintió un dolor inmenso en su pecho. No podía entender por qué Hinata lo había traicionado así. ¿Acaso no lo amaba? ¿Acaso todo lo que habían vivido juntos no significaba nada?
Hanabi se acercó a él y le puso una mano en el hombro. Ella también estaba confundida y dolida por la actitud de su hermana, pero no podía dejar que Naruto se diera por vencido. Le dijo que tenía que levantarse y seguir luchando, que tenía que salvar a Hinata de las garras de Toneri.
Naruto levantó la cabeza y vio los ojos de Hanabi. Eran unos ojos llenos de determinación y compasión. Eran unos ojos que le recordaban a los suyos propios. Eran unos ojos que le transmitían confianza y esperanza.
Naruto sintió algo extraño en su corazón. Era una sensación nueva y cálida. Era una sensación que nunca había experimentado antes. Era una sensación que lo hizo sonreír.
Naruto tomó la mano de Hanabi y se puso de pie. Le dijo que tenía razón, que no podía rendirse tan fácilmente. Le dijo que iba a salvar a Hinata, pero también le dijo algo más.
Le dijo que le gustaba.
Hanabi se sonrojó al escuchar esas palabras. Ella también sentía algo por Naruto, pero nunca se había atrevido a decírselo. Ella pensaba que él solo tenía ojos para su hermana. Pero ahora se daba cuenta de que no era así.
Hanabi le respondió que ella también le gustaba.
Naruto y Hanabi se miraron fijamente y se acercaron lentamente. Se besaron con ternura y pasión. Se besaron como si fuera la primera y la última vez.
Sakura, Sai y Shikamaru los observaban con asombro y alegría. Ellos sabían que Naruto y Hanabi habían encontrado el amor en medio del caos. Ellos sabían que ese amor les daría la fuerza necesaria para enfrentarse a Toneri.
Y así fue.
Naruto y Hanabi se unieron a sus compañeros y juntos lograron romper la barrera que los separaba de Hinata y Toneri. Naruto se enfrentó a Toneri en un combate épico, mientras que Hanabi se encargó de liberar a Hinata y destruir el Tenseigan.