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Actualidad...

Ya no se que día es... ni que hora es y a duras penas se el mes.

Llevo cinco años vagando sola en el mundo. Sin tener conversaciones. Sin sentir estrés por estar en un lugar con demasiada gente. Sin escuchar a mis amigas por el celular hablar en una llamada grupal.

Eso es lo que más extraño. Salir a la calle y cruzarme con alguna pequeña niña a la que le guste mi vestido. O pasar frente a las tiendas de ropa y escuchar grupos de chicas riendo.

Extraño el ruido de los autos. Extraño a mi familia. Aunque antes de la tragedia me quedara muy poco de ella.

Extraño socializar

Llevo cinco años siendo aparentemente la única humana sobre el planeta. Llevo cinco años aterrada. Con miedo, con depresión. Con ansiedad.

Si alguien me hubiera dicho que aquel veintidós de septiembre, se extinguirían los seres humanos, habría hecho muchas cosas.

Siento el mismo vacío de siempre al levantarme de la cama y asomarme por el gran ventanal de mi habitación. Mi vista se nubla al percatar lo mismo de cada día

Destrucción.

El musgo se empieza a apoderar cada vez más de las edificaciones. Algunos coches están oxidados.

Las plantas son cada vez más visibles en la "ciudad" y a unos pocos metros un pequeño rio amenaza con hacerse cada vez más grande.

Llevo todo este tiempo de ciudad en ciudad. He vivido en todo tipo de casas. Desde grandes mansiones hasta cabañas del bosque.

Mi alimentación es una de las cosas más complicadas. Al principio podía entrar a cualquier centro comercial y escoger lo que quisiera.

No es como si alguien me fuera a denunciar por irme sin pagar

Pero luego el centro comercial no abastecía de tanta comida como para quedarme en esa ciudad tanto tiempo.

Así que decidí no quedarme más de medio año en un solo lugar.

En cinco años he visitado gran parte de Estados Unidos. Y creo que ya debería salir de esta ciudad.

Voy hasta la cocina a prepararme el último enlatado que me queda.

Bajo por las inmensas escaleras de mármol hasta llegar al lugar. Encontré esta mansión cuando decidí regresar a California.

Creo que pertenecía a algún político

Abro el enlatado de fruta y y busco en el refrigerador el poco de leche que dejé ayer.

Una de las cosas que más extraño es sentarme a desayunar mientras me pierdo entre las publicaciones de Instagram.

Había creado una adicción nada sana a esa aplicación. Pero al no haber humanos en el planeta. Ya nada tiene sentido.

Confieso que los primeros años estuve muy pendiente de cualquier red social en busca de que alguien más estuviera con vida. Pero nunca hubo señal de nada y poco a poco, los satélites empezaron a caer uno a uno, eliminando así cualquier acceso a internet.

Llevándose consigo todas mis esperanzas de encontrar vida humana

Me llevo el vaso de leche a la boca y en segundos una arcada me hace devolverla.

Se descompuso. En un día.

Las cosas se han vuelto un poco extrañas desde que todo paso. No sale casi el sol. Apenas unas 8 horas al día. La comida se descompone mucho más rápido de lo que debería y el ambiente se siente muy pesado.

Danger Donde viven las historias. Descúbrelo ahora