Atracción Inesperada | KOOKV | One Shot

PARTE ÚNICA

La música animada de la feria llenaba el aire mientras las luces de colores parpadeaban en la noche. Taehyung miró a su alrededor con asombro, sintiéndose transportado de regreso a su infancia. Los recuerdos de risas y diversión en este mismo lugar lo inundaron, y una sonrisa nostálgica curvó sus labios mientras se adentraba en la multitud.

Pasó por los juegos de carnaval que solía jugar con sus amigos de la infancia, recordando cómo solían competir por los premios más grandes y reír hasta que les dolían los abdominales. Se detuvo junto al carrusel, observando cómo los niños daban vueltas emocionados mientras las luces giraban a su alrededor. Una sensación cálida de alegría lo invadió mientras recordaba las veces que había montado en ese mismo carrusel con sus compañeros, sintiéndose libre y lleno de vida.

Después de disfrutar de algunos juegos y del algodón de azúcar de un puesto, Taehyung decidió dar un último paseo por la feria antes de que cerrara. Pasó por el puesto de patitos, donde recordaba todas las chorradas que consiguió en su día cuando era un niño. La imagen de su yo de seis años pescando patitos de goma se hizo presente entre sus recuerdos.

Finalmente, se dirigió hacia el rincón más tranquilo, donde solían vender velas artesanales y pequeñas manualidades. El puesto estaba lleno de figuritas, atrapasueños y velas de diferentes formas, colores y tamaños. Mientras exploraba las creaciones cuidadosamente diseñadas, una figura familiar captó su atención: un pelinegro concentrado en elegir una vela en forma de estrella. Sus manos se detuvieron en el aire, sosteniendo una pequeña vela como si el tiempo se hubiera congelado.

Taehyung apretó los ojos brevemente, parpadeando varias veces mientras observaba al joven con incredulidad. ¿Era realmente posible que Jungkook estuviera aquí? La mente de Taehyung luchó por asimilar lo que sus ojos estaban viendo, como si su cerebro no pudiera reconciliar la figura delante de él con la imagen que había mantenido en su memoria durante todos estos años.

Enfocó su atención en el chico, sin poder creer lo que veían sus ojos. Era como si hubiera cruzado un umbral de tiempo y espacio, llevado de regreso a una realidad que parecía demasiado sorprendente para ser verdad. La vela en las manos de Jungkook parecía ser el ancla que finalmente lo hizo aterrizar en la situación, pero su corazón seguía latiendo con fuerza, como si estuviera esperando una confirmación de que esto no era un sueño fugaz.

La vista de Jungkook le trajo una oleada de sorpresa y nostalgia. Observó a su antiguo amigo con un suave asombro, notando cómo había cambiado con los años, pero también cómo conservaba esa esencia que Taehyung recordaba. Los latidos de su corazón resonaron en sus oídos mientras las emociones luchaban por encontrar un camino a través del muro de incredulidad que había construido a su alrededor.

Estaba a punto de acercarse y saludar cuando Jungkook se volvió en su dirección, sus ojos se encontraron por un breve instante antes de que ambos sonrieran con incredulidad, como si compartieran la sensación de que este encuentro era demasiado inverosímil para ser real. En ese momento, la feria que una vez fue simplemente un lugar de recuerdos se convirtió en un escenario de posibilidades desconocidas y de un reencuentro que desafiaba todas las expectativas de Taehyung.

— ¿Taehyung? —murmuró el pelinegro al levantar la vista.

— Jungkook… ¿Eres realmente tú? —balbuceó, aún incrédulo por la situación.

El corazón de Taehyung latía con fuerza mientras se acercaba lentamente. Las palabras parecían haberse quedado atascadas en su garganta, y la emoción de volver a ver a Jungkook después de tanto tiempo lo dejó momentáneamente sin habla.

Revivió momentos pasados, recordando las tardes en las que solían explorar el vecindario juntos, las noches en las que compartían secretos y risas bajo las estrellas. Eran mejores amigos en ese entonces, inseparables y siempre apoyándose mutuamente.