𝙃𝙊𝙍𝙏𝙀𝙉𝙎𝙄𝘼 ━━━ Pablo gavi

X. Sand

So, honey, now, take me into your loving arms
Kiss me under the light of a thousand stars
Place your head on my beating heart
I'm thinking out loud
And maybe we found love right where we are . . .

EL SUAVE VIENTO CHOCABA EN MI CARA Pablo me había traído a un mirador al lado de una playa bastante bonita, me había sorprendido que siendo verano no hubiera tanta gente en ella. Algo que quería destacar eran las hortensias que habían en el camino a la playa, azules como la que me regalo. Pablo estaba siendo sin duda una persona maravillosa estos días, se acordaba de las flores que me gustaban y me traía a un sitio totalmente aislado y calmado de la gente.

━ Cuando vi las hortensias que tenias la primera vez, me acorde que las vi en un sitio más. Antes de mudarme de Sevilla vine a esta playa con mi hermana, no había tanta gente que la recurría. ━ Dijo Pablo poniéndose a mi lado detrás de la barandillas que había mirando al mar.

━ Es precioso, vivo aquí desde que tengo usó de memoria y mi abuelo solía llevarme siempre a la playa, incluso en invierno. Pero jamás vimos esta. ━ Dije notando su mirada encima.

Vi por el rabillo del ojo como Pablo se alejaba un poco de mi, se acercó específicamente donde se encontraban esas flores que tanto me gustan. Arrancó una con cuidado y se aproximó a mi de nuevo.

━ Siempre hay flores en el mundo para quien lleva un jardin en el alma.

Aquellas simples palabras que para otra persona podrían ser nada, para mi fueron mas que suficientes para sacarme la mejor sonrisa hoy. Dejo la flor detrás de mi oreja apartando los pocos pelos que volaban en mi cara, a causa del viento. Sentí que mis mejillas empezaron a sonrojarse, tal y como lo hicieron en la discoteca. El sonrió un poco bajando su mano de mi oreja a mi mejilla, acariciando la con suavidad.

━ ¿Quieres bajar a la playa? Esta a punto de bajar el sol y podremos ver el atardecer.━ Agarró mi mano corriendo a las escaleras que daban al camino hacía la playa.

Caminamos cerca del agua, sentándonos en la arena y observándo justo cuando el sol comenzaba a bajar dejando un cielo anaranjado. Podía sentirlo mirándome más de un puñado de veces mientras miraba el sol, pero no podía obligarme a mirarlo. Empezaba a sentirme nerviosa y mi barriga en algunas ocasiones se revolvía cosa que no entendía. Tampoco ayudó cuando se inclinó hacia atrás sobre sus palmas y su mano se posó sobre la mía. Una parte de mí esperaba que simplemente la apartara, pero no, mantuvo su mano allí, sosteniéndola.
El sol estaba a media salida y todavía estaba agarrado a mi mano. Finalmente tuve el valor de apartar la mirada del horizonte y mirarlo, solo para ver que él ya me estaba mirando.

━ ¿Qué ocurre? ━ Pregunté, haciendo notar un poco la vergüenza y tratando de ocultar el rubor en mis mejillas. ━ ¿Hay algo en mi cara?

Él solo asintió con la cabeza, inclinándose más cerca cuando mi corazón comenzó a latir fuertemente contra mi pecho. Levantó ambas manos para acunar mi rostro y estaba a punto de cerrar los ojos hasta que sentí algo en ambos lados de mi rostro.
Me eché hacia atrás y Pablo levantó las manos con una sonrisa, en sus palmas lucía arena pegada a ellas. El se rió, de la cara llena de arena que lucía yo.