Wires

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Muchísimas veces antes de irse a dormir, se ponía a pensar detenidamente en aquél chico del colegio con el cuál nadie se relacionaba. A veces le daban ganas de acercarse a él, cuando estaban entre clases o comiendo el almuerzo, pero no sabía que decirle, más a parte lo rodeaban una enorme cantidad de rumores que afirmaban que a veces solía ponerse bastante violento de la nada, y sus pocos amigos habían preferido alejarse de él para no meterse en algún problema por su actitud. No recordaba su nombre, pero aseguraba saberlo pues muchísimas veces había preguntado por él, Zach Abels, pensó. El mejor amigo de aquél chico, o al menos una vez lo fue, podría preguntarle al día siguiente por él. En cuestión de segundos, el sueño se apodero del resto de su cuerpo, no era capaz siquiera de abrir los ojos y finalmente cayó rendido en la cama.

El colegio era un lugar grande, sin embargo, parecía que los chicos ya tenían una zona en específico, ordenados como si fuesen tribús, parecía alguna forma de gobierno donde todos estaban en grupos dependiendo de sus clases sociales (En este caso; Intereses) lo cuál era triste, era lo único que pensaba respecto a ello, pero de alguna forma totalmente extraña, todos parecían aceptarlo y llevarse en paz.

Buscaba con la mirada, un tanto desesperado e irritado a Zach, encontrándolo con el resto de sus amigos y de inmediato se aproximo a él.

—  ¡Zach!—Exclamó buscando su atención, y la recibio.

— ¡Hey! ¿Tú eres.. ?— La cara del chico estaba confundida, sin embargo, respondió amable.

— Matthew ¿Podríamos hablar? —No espero respuesta alguna, y simplemente le hizo una especie de señal.

Su platica con él fue directa, no perdió el tiempo en nada. Consiguió respuestas, más información de la que esperaba, principalmente ya sabía el nombre del otro chico, Jesse James Rutherford, no sabía que sentir por él. Según Zach, Jesse presencio el suicidio de su padre cuando tenía 17 años, y desde ahí había cambiado de manera considerable, pero admitía que Jesse siempre había tenido... Algo. Lo que sea, no lo consideraba como un adolescente normal, pero era su amigo y lo apreciaba, no lo juzgaría. Según su viejo amigo, Jesse siempre había sido tentado por lo peligroso, y eso había hecho que todos se alejaran, sin contar sus arranques de enojo, también menciono que no podía ser una persona sociable, buscaba estar solo casi todo el tiempo y solía perderse en sus pensamientos mientras casi se terminaba una cajetilla de cigarrillos al día.

Al siguiente día, en la clase de Sociales, era día de hablar de un tema libre, incluso si no tenía nada que ver con la materia. Esquizofrenia, ese fue el tema.

Matty había decido hablarle a Jesse, preguntándole si podía ver su libro pues había olvidado el suyo, mintió, estaba al fondo de su mochila. El otro chico simplemente se encogió de hombros y le ofreció aquél libro, ni siquiera le preguntó por qué lo quería, era tema libre, no venía nada de eso entre las hojas, pero eso no le importaba realmente.

 «La esquizofrenia no tiene una causa definida, es compleja. La gente no distingue la realidad de la ficción, sufre de delirios. Tiene instintos suicidas, es irritable»  Decía el profesor, logrando captar la atención de Matthew, el cuál miro por un momento a Jesse y éste último se removió incómodo en el asiento por su mirada, lanzándole una que le advertía que volteara a otro lado.

Cuando terminó la clase, no dudo seguir a Jesse, trataba conseguir una conversación con él, pero era hablar con la pared misma, solo asentía, y sí le había llamado la atención lo que Matthew decía, respondía un "Uhm, Ajá, Okay" y era decir mucho de su parte. Matthew estaba por rendirse, era imposible acercarse a él y cuando estuvo por inventarle alguna excusa estúpida para alejarse, lo interrumpió, volteándose para verlo por fin y detenerse frente a él.

Everybody's Watching Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora