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De repente, un teléfono comenzó a sonar. Era el de la Sra. Midoriya. Entre lágrimas, contestó. Era el hospital. Deku había sido internado hacía 30 minutos. Él estaba inconsciente, no sabía lo que acababa de pasar, ni siquiera sabía quién era. Esto era malo; muy malo. Inko, inmediatamente les agradeció por haberla llamado. Al parecer, dentro de su mochila llevaba su estúpida libreta que exploté la semana anterior. "Análisis de héroes para el futuro n.13" o algo así ponía. Obviamente su nombre estaba escrito en ella por lo cual lo pudieron identificar fácilmente.

- Muchas gracias por todo, Mitsuki pero, debo marchar. Me acaban de llamar del hospital. Izuku está...en muy mal estado. Debo ir cuanto antes -Se alzó del sofá y abrazó fuertemente a su amiga, dirigiéndose así hacia la puerta.

- No hay de que. Las puertas de mi casa siempre estarán abiertas para tí, Inko. Actualízame sobre el estado de Izuku cuándo puedas, por favor -Dijo mi vieja con los ojos llorosos y la voz temblorosa. Nunca la había visto así antes.

Finalmente, la madre de ese maldito nerd por fin se largó. Fue tan agobiante...

Solté un suspiro e inmediatamente mi madre volteó a verme a los ojos con una mano en la boca.

- Katsuki, ¿Tú acaso sabías algo de esto? Dime, Katsuki -Su voz cada vez se quebraba más. Me rompió el corazón verla así.

No supe qué responder.

- Mamá, yo...¡No es mi culpa! Yo qué sabía que el estúpido de Deku se lo iba a tomar tan a pecho. Siempre está llorando, entonces, no creí que...

- ¿A qué te refieres con: "no es tu culpa" o que "no pensabas que se lo iba a tomar tan a pecho"? Katsuki, tu móvil, ¡Ya! -Me interrumpió.

Estaba temblando. No podía controlar mi cuerpo. El miedo invadía mi ser. No me negué y fui corriendo a por mi móvil. Estaba teniendo un ataque de pánico. ¿Todo esto era mi culpa? ¿Enserio Deku haría eso? ¿Enserio sería tan inútil? Entonces, lo ví. Mi móvil estaba lleno de notificaciones del grupo de clase con fotos de ese gilipollas en las notícias. Al estar viendo esas fotos y vídeos, hubo una que realmente me llamó la atención. Cuándo se tiró, estaba abrazando esa asquerosa libreta mientras volaba con una estúpida sonrisa. La misma sonrisa con la que me decía "Buenos" putos "días". Se me encogió el corazón. No podía creer lo que estaba viendo. Agarré el móvil y fui corriendo a dárselo a la vieja. Pude haber borrado todo pero, de todas maneras, decidí no hacerlo. Sería inútil ya que yo mismo me había delatado con mi comportamiento y con lo que dije. De alguna forma u otra, sentí que me lo merecía.

Le dí el móvil a mi madre.

- ¡Desbloquéalo, idiota!

Desbloqueé el móvil cómo pude. Mis manos no cooperaban. Estas no paraban de sudar y temblar.

Tan pronto cómo lo desbloqueé y se lo di, lo empezó a revisar. Desde mi galería y mis redes sociales, hasta los grupos de Whatsapp. Cada vez me ponía más y más nervioso. Todo me daba vueltas. Sentía que en cualquier momento me iba a caer al suelo y colapsar.

- ¿¡Qué mierda es esto, Katsuki!? ¿¡Eres gilipollas o algo!? -Dijo mientras me mostraba la foto que mandé al grupo de clase al salir del instituto.

A continuación, también me mostró mi chat con Deku, el cuál le costó encontrar ya que lo había bloqueado y ni lo tenía agendado. El último mensaje que me envió fue hace unos 5 meses avisandome de que iban a sacar una nueva figura de edición limitada la próxima semana en la tienda oficial de All Might y que quería ir conmigo.

- ¿En serio, Deku? Ya no somos críos. Qué asco, madura de una puta vez. Ya tienes 14 años, no 3. Muérete, imbécil -Ese fue mi respuesta a su mensaje. Después de eso, lo bloqueé.

- No lo puedo creer, Katsuki. Yo no te he criado así. No te reconozco. Izuku siempre era tan bueno contigo y siempre te traía cosas de All Might, y siempre estaba pensando en tí; ¡siempre! ¿¡Y lo tratas así!? Todo esto es tu culpa. ¿¡Me oyes, Katsuki!? No cuentes conmigo para nada más en tu puta vida. ¿¡Qué he hecho para tener un hijo tan idiota!?

- M-mamá, pero... -Mi voz no era nada estable.

- ¡No me repliques! Esto es tu culpa. Si te aceptan en la U.A irás pero, eso será lo último que recibirás de mí. ¡Lo último!

Esas frases se quedaron grabadas en mi mente de por vida. No sabía la gravedad del asunto hasta que la vieja me dijo que todo esto era mi culpa. Nunca me pude sacar esa escena de la cabeza. Me di cuenta de que esta será mi peor pesadilla de por vida.

Adiós, DekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora