20: No me obligues a mostrarte.

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Danniel

— También necesita los archivos adjuntos y quiere la lista de inversionistas de la cede de Madrid, también me dijo que agende para cuando vuelva a España una reunión de inversores para actualizar los nuevos productos en fila a incluir— asiento tratando de memorizar todo.

— Okey, igual que Erik me lo mande al mail — Ámbar asiente y sigue leyendo unos papeles que tiene en sus manos.

— Lo haré yo, hoy Erik está solucionando un problema de producción en la cede de Tandil — ya veo que está semana tendré mucho trabajo.

— Entiendo, ¿Te tiene trabajando 24 hs? — niega con una sonrisa avergonzada.

— Llegue a las 6, pero él no me lo pidió, solo... solo quiero ayudar y....

— Entiendo Ámbar, nos vemos — me voy rápido porque si sigo hablando con esta chica voy a descubrir algo que no quiero saber.

Subo al ascensor y veo a Lilian como siempre muy follable, me sonríe muy casual y mira hacía otro lado.

— Buenos días Lilian — saludo y miro al frente.

— Buenos días Danniel — las puertas del ascensor se cierran y seguimos sin mirarnos.

No puedo evitar una sonrisa divertida en mis labios.

— Espero hayas terminados todos las propuestas de proyectos Lilian — escucho una pequeña risa proveniente de ella.

— Por supuesto, terminé todas, a media mañana te las llevo a tu oficina — se abren las puertas — O cuando vos quieras — levanto la vista y la veo guiñarme un ojo mientras sale del ascensor hasta su cubículo.

Ella es muy difícil de ignorar y una increíble tentación. Cualquiera diría que ya tuvimos suficiente el sábado pero no, eso no sacio ni un poco las ansías que ella me genera y estoy 100% seguro de que tampoco las de ellas.

Entro a mi oficina para encargarme un poco de todo el trabajo que tengo para hacer, si Erik está en otra cede tengo que encargarme de esta yo.

....

Miro mi reloj y creo que ya paso la media mañana y Lilian aún no me trajo los proyectos así que salgo a buscarla.

No está en su cubículo y la verdad no se me ocurren muchos lugares a los cuales podría ir. Voy a preguntarle a la recepcionista de este piso.

— Hola Silvia, ¿Viste a Lilian? — me sonríe.

— Se fue a la sala de impresiones supongo — debe ser eso, tenía que imprimir los proyectos seguro.

Bajo hasta el subsuelo a la bendita sala de impresiones y justo en la puerta escucho una conversación entre Lilian y alguien más.

— Yo no soy vaga, el que está mal sos vos que sos adicto al trabajo — escucho la risa de Lilian y me asomo para ver a Luis el chico de los recados hablándole.

— Son solo dos horas una antes y una después, si no tengo nada que hacer esas horas extras sirven — Lilian le hace una burla con su mano.

— Adicto al trabajo — dice agarrando unos papeles.

— Podría dejar de serlo si uso esas horas en algo mejor que el trabajo — Lilian lo miro curiosa.

— ¿Cómo qué cosa? — El chico le sonríe.

— Salir con alguna chica linda o con vos si no queda otra — Lilian se empieza a reír.

— Tendrías que decir algo más creíble, todos sabemos que yo no soy linda — Luis la ve confundido — Soy Hermosa — se ríen juntos y esta situación instala una molestia en mi cuerpo.

— ¿Entonces, saldrías conmigo para ayudarme a dejar la adicción al trabajo? — pregunta el chico y Lilian se hace la pensativa.

— ¿Por qué no? — ¿Perdón? Está pensando es salir con este pibe, ¿Acaso?.... No lo mencione y al parecer tendré que hacerlo.

Sin siquiera preguntar entro hablando.

— Lilian, necesito los informes — ella me ve y sonríe, Luis se frota la nuca.

— Hablamos Lilian — ella asiente mientras Luis sale y con un movimiento de cabeza se despide.

— Danniel — muevo la cabeza modo de despedida saludo.

— Nos vemos Luis — cuando sale me acerco a cerrar la puerta. — Espere los informes Lilian — ella se pone de espaldas a mí para sacar todos los pap3les fe la impresora.

— Estaba imprimiendo ¿Qué pasa? ¿Me extrañas Dan? — lanzo una risa.

— Iba a decir que sí, pero creo que mejor paso a lo importante — se gira para mirarme confundida.

Me acerco a ella y le saco los papeles de la mano.

— Los dejamos acá para que no se estropeen — asiente mordiendo su labio inferior.

— Sí que me extraña...

La estiro pegándola contra la pared y la miro muy serio.

— Lilian creo que no fui nada claro con vos — Frunce ceño.

Me pego más a su cuerpo y la beso a lo que responde gustosa de manera instantánea, muerdo su labio inferior pero lo hago fuerte y me despego de sus labios.

— Dan que loquito estás — no está entendiendo.

— Lil no estás entendiendo, creo que puedo cubrir todas tus necesidades y quedo muy claro que nadie te sigue el ritmo como yo — la presiono más mientras agarro una de sus piernas para levantarla y meter mi mano debajo de su falda.

Una risa divertida sale de sus labios mientras me mira con picardía.

— ¿Estás así porque le dije al chiquito ese que podía salir con él? — subo mi mano por sus muslos y llego a su trasero el cual aprieto — Aahh — debería quejarse pero ella tiene que ser tan provocativa.

— ¿Querés que te castigue Lil? — meto mi mano en su ropa interior, maldita ya está muy mojada.

— Ajam — como es posible que ella en vez de negarse este totalmente dispuesta a cualquier contacto.

— De verdad Lil voy a castigarte y....

— Puedo buscar a Luis para que... — la beso con intensidad porque esta mujer no deja de provocarme.

Siento sus manos en mi cuello estirar mi pelo con desespero y suelto su pierna para tomarla de la nuca e intensificar el beso aún más, la muerdo y entrelazo mi lengua con la suya, domino su boca solo dándole el espacio necesario para respirar en pequeños intervalos.

—Mm — quiere hablar pero sigo besándola — Mm — me separo agitado sin soltarla. — Si yo no estoy ni coqueteo con nadie tampoco vos podes hacerlo — veo su pecho subir y bajar, sus ojos fijos en mí, su bica hinchada por la intensidad de nuestros besos — No tengo ganas que gastes tus energías en otras para después no rendir lo que yo exijo — Lilian realmente me encanta, es una mujer demasiado atractiva.

— Tengo muchas energías Lilian, a + no me gustaría que tengas una decepción y luego rindas mal en el trabajo — rozo mi cuerpo con el suyo para que sienta como me tiene con estos besos.

— ¿Cómo estás tan seguro que...

— Creí que quedó muy claro en el bar que sé muy bien lo que querés, no me obligues a mostrártelo acá, porque dudo que en el sub suelo alguien te escuche gemir mientras te follo Lilian — se relame los labios y sus ojos me escasean desde mi entrepierna hasta mis ojos nuevamente.

— Quiero que me lo muestres Dan — maldita sea, ella quiere que me la folle y yo muero por hacerlo.

Vuelvo a besarla y sin dudas Lilian va a volverme loco. Guio su cuerpo hasta un escritorio vacío para sentarla en él, ella colabora en todo momento, ¿Cómo luchar contra esta atracción si ella siempre está lista para mí?

La siento en el escritorio y...

— ¡Perdón! — nos separamos abruptamente una interrupción, me alejo como si ella estuviera electrificada.

¡Mierda! 

¡Podría ser tu padre! 🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora