Sendero Psicótico

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Sendero psicótico

Sientes que nada más importa en el mundo cuando estas extasiado, cegado por la felicidad efímera que te causan ciertas personas, momentos, o... ¿sustancias?.

Me di cuenta de lo carente de sentido que es la vida cuando pierdes la felicidad, y cuando estás feliz sientes que no lo mereces o que es demasiado bueno para ser cierto, como si tú mismo te programaras para sufrir y cualquier cosa buena o muy buena que sucede, es o será algo malo a la larga, o un mal disfrazado, o simplemente que lo perderás muy rápido.

Y ese es nuestro temor, pues cuando estamos tan felices, no queremos que ese momento se termine nunca, que sea eterno y que la abrumadora felicidad que sentimos con ese golpecito en el pecho nunca se desvanezca, mi mente se trasladó a otro universo, viajando de galaxia en galaxia, viviendo miles y millones de vidas y realidades, fue tan rápido, fue tan solo un segundo.

Al volver en mí, despertar en esa realidad detestable, esa vida cruel y llena de estrés, no tuve más opción que volver a lo cotidiano, un desayuno rápido y vuelta al trabajo que tanto tiempo útil de vida me arrebata, no quiero seguir pensando en las deudas que tengo cada mes por pagar una habitación pequeña en la que solo me quedo a dormir, pues básicamente vivo en el trabajo, mi tiempo y días enteros los paso allí, los domingos solo los paso descansando y sin absolutamente nada de ánimo para salir a caminar, ni socializar, no tengo amigos o familia cerca, ese día libre no es libre realmente, ya que debo hacer las labores del hogar que no hice en toda la semana.

Mi cabeza no ha dejado de repetirme lo agotada que está y lo mucho que le gustaría volver a ese sueño en el que me sentía indescriptiblemente feliz, con muchos amigos y familia, con un amor real, un alma pura y sincera que, por alguna razón me extrañaba, no sé... al estar allí los conozco a todos, pero al volver aquí... ni siquiera se quienes eran esas personas o, que lugar era ese.

Yo solo quiero volver, quiero ese cariño, esa aceptación, ese amor, ese respeto, esa alegría y esa paz que por muy poco pude respirar, y ya no quiero volver a despertar si no es en ese hermoso lugar, es inútil intentar dormir de nuevo para soñar otra vez con ese lugar, es como tirar tres dados de un millón de caras y esperar una cantidad específica.

Nadie me preguntó la razón, preguntó el motivo por el cual hoy estuve tan pensativo, tan profundamente distraído, trabajando por inercia, como un robot con el cuerpo en automático y la mente en las estrellas, al cometer un mínimo error me tachan de inútil o de estúpido, creen que al insultarme y humillarme van a motivarme a trabajar mejor, cuando es todo lo contrario, los repudio y me asqueo del ambiente laboral, me frustra el hecho de tener que hacerlo siempre, cuando no tengo trabajo, me frustro por no tener con que dinero pagar las deudas, cuando tengo trabajo, me frustro por no tener tiempo para ser feliz y tener que soportar los malos hábitos ajenos, maltratos, humillaciones, y mucha porquería que contamina mi paz mental.

Quería pensar que realmente no los odio a todos, por que siento la necesidad profunda de ser comprendido, de tener compañía y ser aceptado por todos, vamos, si me ven mal lo justo es que se acerquen y me digan "todo va a estar bien" suena básico, suena a cliché, pero al menos eso me haría sentir que estoy vivo, que no soy un descarte de la sociedad.

Por favor, sé que se habrán aburrido de escucharme, ya no quiero mostrarme vulnerable, ya no quiero ser irritante ni vivir mi vida quejándome día con día, pues a pesar de mis pensamientos frustrados e infelices, tengo buena salud y mi familia está bien, el sufrimiento y la batalla están ocurriendo en mi cabeza, es una guerra silenciosa que está acabando conmigo lenta y progresivamente, pocos o nadie comprendería la magnitud del problema, pues solo se sabe lo que se ve y se siente.

Yo, que soy feliz con los gestos bonitos, con las sonrisas, con la naturaleza, con las conversaciones profundas, con el cielo nocturno y lleno de estrellas, con las nubes alrededor de la brillante luna, con la brisa soplando los arboles y las hojas volando con el viento, la inmensidad de los bosques, observando desde una colina, las aves cantando, el aroma del café, cuando cae la lluvia y la tierra desprende su peculiar aroma, regar una planta me llena de amor y de vida, me hace sentir algo muy lindo, como si acariciase un gatito.

Lo único que quiero pedirte, dios, es que en algún punto todos pudiéramos encontrar esa ansiada sensación de amor, calidez y alegría que yo pude sentir en aquel sueño por el cual dormiría todas las veces posibles por volver.