UNA TAJANTE MANERA DE SUFRIR

Cuando Bam y Khun fueron obligados a casarse, los dos juraron no sentir nada por el otro, sin embargo, el destino quería jugar con ambos.

Desde el inicio de su relación, fue claro que todo sería un trato. Un deber que ambos tenían que cumplir quisieran o no.

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Bam no podía quejarse de tener una mala vida, pero se había metido en el camino de la persona equivocada y su accidental encuentro, tuvo serías repercusiones.

Al principio, el desconocido pero muy atractivo hombre le ofreció un empleo, pero en cuanto comenzó a informar de que se trataba, Bam rechazó la grandiosa oferta de Khun Edhan.

La insistencia de Edhan pronto se hizo molesto, además de llegar con una mujer diferente cada vez que iba a verla para saber si había reconsiderado su decisión, era realmente molesto el hecho de que no desistiera, así que la solución de Bam, fue mudarse de ciudad, solo avisando a su maestro y alegando que debía irse cuánto antes, fue entonces que Jinsung la visitó sorpresivamente.

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Bam había estado en una ciudad pequeña, pero no le importaba en lo absoluto, la paz que la misma ofrecía, era realmente cómodo para siquiera pensar en quejarse. Tenía grandes amigos que se habían mudado a una ciudad más grande, pero la visitaban en las temporadas vacacionales, así que generalmente la pasaba bien con ellos. Su maestro por otro lado, era alguien bastante bueno con ella, a pesar de vivir separados, él procuraba su bienestar siempre, con la única condición de que cualquier decisión que tomara, debía decírselo primero.

Cuando él llegó casi alarmado a la florería que Bam atendía, supo que algo estaba mal.

La ayudó con la mudanza y le indicó que debía tener cuidado con quiénes se relacionaba, especialmente, que debía mantener un perfil bajo. Le dió dinero y números telefónicos por si llegaba a requerir ayuda inmediata, y se despidieron con la promesa de que él iría a verla en cuanto terminara de resolver los asuntos pendientes que tenía.

Bam siguió sin comprender.

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Su estadía en la nueva ciudad fue bastante bueno, los amigos que se habían mudado anteriormente, le dieron la bienvenida, y Jinsung se había asegurado de dejarla cerca de ellos para que no estuviera tan sola mientras él preparaba todo para alcanzarla.

Sin explicaciones, Bam tenía un nuevo empleo gracias a Jinsung, su compañera, una seria chica pelirroja, era la única compañía que tenía durante el día hasta llegada la noche, cuando sus amigos iban a su casa a pasar el rato, antes de irse.

Un día, poco antes de salir a trabajar como todos los días, alguien tocó la puerta.

Pensando que podrían ser sus amigos, la abrió sin pensarlo, pero frente a ella, estaba una mujer alta de tez blanca y una muy larga cabellera azul. Se parecía a Edhan.

—¿Eres Jue Viole Grace?

—¿Quien pregunta? —con las alarmas sonando por lo alto, Bam intentó cerrar la puerta, pero la mujer puso su brazo y sin demasiado esfuerzo, contrarrestó el empuje y volvió a abrirla.

—Es ella. Marco...

Un hombre casi tan alto como ella, pasó al interior y la sujetó. —No le haré daño señorita, solo no se resista y no usaré la fuerza. Soy Khun Marco Asensio.

Bam ignoró la petición y presentación para resistirse, Marco entonces tuvo que inmovilizarla con una fuerza casi sobrehumana.

Gritar no fue una opción, no había nadie para ayudar, así que se empeñó en forcejear hasta que Marco la sacó de la casa. En cuanto estuvo afuera, vio a su maestro.