te amo

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—Tengo mucha hambre.

Dice Chan cuando por fin están en casa. Va hasta la cocina. Seungmin deja su mochila y teléfono encima del sofá y se sienta. Fue una "maravillosa tarde" junto a la familia de su novio y no lo malentiendan en verdad quería conocer a la familia de Chan, pero digamos que socializar no es uno de sus fuertes.

—Seung.

Sus pensamientos son interrumpidos por la voz de Chan llamándolo desde la cocina. Se levanta del sofá para ir hasta donde está el mayor.

—¿Quieres que te prepare algo para cenar?

Pregunta Chan cuando ve entrar a Seungmin a la cocina.

—No tengo hambre.

Responde mientras se sienta en una silla de la isla viendo cómo Chan termina de hacer un sándwich. Se queda encantado observando el lindo rostro de Chan, aún no puede creer que ese hermoso hombre estuvo detrás de él por tanto tiempo, de haber sabido que Chan era tan tierno y amoroso no habría tardado tanto en aceptar aquella cita.

—¿Seguro que no quieres nada para cenar?

Pregunta Chan ya que Seungmin no ha dejado de verlo. Seungmin niega con la cabeza, se levanta y lo abraza por detrás.

—No quiero comer.

Chan deja su sándwich sobre el plato y se da media vuelta para quedar de frente con Seungmin. Lo toma por las mejillas y deja un pequeño beso sobre los labios del castaño.

—En casa de mis padres comiste muy poco— dice Chan apretando las mejillas a su novio.

—Estaba muy nervioso.

Chan toma a Seungmin por los muslos y lo sienta en la encimera de mármol blanco, quedando entre las piernas del castaño.

—No tenías porque estarlo, te dije que te iban a adorar.

Chan le da un corto beso en los labios.

—Había posibilidades de que no fuera así.

—Eso no es verdad— dice Chan negando con la cabeza— es imposible no caer ante ti.

Seungmin sonríe. Rodea con sus brazos el cuello de Chan y lo acerca hacia él para unir sus labios. El beso que al principio era delicado y cariñoso ahora se volvió demandante. Seungmin trata de tener el control pero es el mayor quien gana esta vez.

Chan mete sus manos por debajo del lindo suéter verde que lleva Seungmin, da leves apretones en la cintura del menor, dirige sus manos hacia arriba y toma los pezones del castaño entre sus dedos, los masajea y pellizca a su gusto haciendo que el castaño suelte pequeños jadeos.

Seungmin se encarga de dejar besos en el cuello del mayor. Dejando unas cuantas marcas rojizas y otras violetas que seguro tardarán unos días en desaparecer.

Chan baja sus manos hasta las nalgas de Seungmin. Lo acerca más comenzando roces entre sus miembros aun cubiertos por la ropa.

—Vamos arriba, aquí no tengo condones.

Dice Chan tratando de parar. Se aleja un poco pero Seungmin lo atrae nuevamente hacia él.

—Ya no importan, puedes solo correrte fuera.

Chan lo piensa unos segundo, no está muy seguro; sin embargo no puede resistirse a Seungmin y termina aceptando.

Empieza a desvestir al castaño sacándole el suéter, lo recuesta sobre la encimera, el contacto frío del mármol con la espalda desnuda del menor hacen que la piel de este se erice. Chan recorre con sus labios el pecho y abdomen del menor mientras que se encarga de desabrochar el pantalón del menor.

Te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora