El Despertar

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La noche caía sobre la ciudad con una oscuridad excepcionalmente densa. David, un joven desempleado de 28 años enfrentando dificultades económicas, regresó a casa cargado de preocupaciones. Sus padres y su hermano menor lo recibieron con los brazos abiertos, ansiosos por brindarle apoyo en medio de sus desafíos. Su madre se retiró momentáneamente para discutir con su padre sobre cómo abordar la situación.

—¿Estás seguro de que llevarlo al centro de la ciudad mejorará su ánimo? —preguntó el padre de David.

—Más que seguro, cariño. Ha debido pasar por mucho. No todos tenemos la misma suerte en la vida —respondió su madre con convicción.

—Claro, entiendo eso, solo temo que la idea no le agrade —dijo el padre de David con preocupación.

—Bueno, entonces, ¿qué esperamos? Podemos ir en el carro —sugirió la madre de David.

—Me parece bien. Ya era hora de usar mi escarabajo —concedió el padre de David.

—Pues si te refieres al animal, pues vaya que se parece uno desde que no lo lavas —comentó la madre de David, provocando una risa en ella misma.

Finalmente, sus padres decidieron hablar con David y lo convencieron de pasar una noche en familia en uno de los mejores restaurantes de la ciudad. David aceptó de inmediato, deseando pasar tiempo de calidad con su familia y consciente de que no había estado comiendo bien últimamente. Subieron al carro y comenzaron el viaje.

A mitad del camino, en la calle Vidadel, una calle que indicaba que estaban a pocos kilómetros de la ciudad, todo cambió. La tierra tembló, y un ser extraño, con ojos luminosos y piel oscura, se cruzó en su camino. Surgió de las sombras y se abalanzó sobre el auto de la familia. Confundido pero firme, David decidió salir a defender a su familia.

—¡Quédense aquí! —les pidió a su familia mientras se enfrentaba al desconcierto, el miedo y la confusión.

Cuando David salió para enfrentarse al ser, un portal apareció, arrastrando todo a su paso y cerrándose lentamente. Agarrándose a escombros, esperó que todo terminara, dándose cuenta de que el portal se cerraba y su fuerza de absorción disminuía. Sin embargo, el auto de su familia no estaba allí; aparentemente, también había sido absorbido, junto con muchos otros.

Intentando ingresar al portal antes de que se cerrara por completo, David cayó en medio de las piezas de un carro y se desmayó.

Despertó con un escalofrío recorriendo su espina dorsal. Lo último que recordaba era estar en el auto con su familia, disfrutando de una tranquila noche juntos. Al abrir los ojos, se encontró en una calle desierta, bajo la luna oculta tras nubes ominosas. El aire estaba cargado de un silencio tenso, interrumpido por el eco lejano de sirenas y gritos esporádicos de personas que decían "Maten a los nativos".


Con una mirada lenta y cautelosa, David se puso de pie, tratando de recordar cómo había llegado allí. No recordaba haberse adentrado en la ciudad en ruinas. Sus ojos se ajustaron a la penumbra, y entonces lo vio: una figura oscura, una sombra de pesadilla, emergiendo lentamente de la oscuridad. Sus sentidos se agudizaron, y el corazón de David comenzó a latir con fuerza. Era el segundo encuentro con una de las criaturas que los sobrevivientes llamaban "Nativos", pero esta vez era diferente. Esta vez, algo le oprimía el pecho, una fuerza desconocida que lo hacía sentir invulnerable.

David se mantuvo alerta, su cuerpo tenso al observar que desde lejos un "Nativo" se acercaba. Pero antes de que pudiera enfrentarlo, un resplandor repentino iluminó la calle, revelando la presencia de otros "despertados" que habían llegado en su ayuda. Entre ellos se encontraba Elisa, maestra de las llamas, una mujer de mirada feroz y líder del gremio Errantes, reconocida como una de las personas más fuertes del mundo de los "despertados". A su lado, Axel del gremio Torrentes, maestro del poder del agua, se mantenía sereno pero determinado.

Junto a ellos, Gaspar, poseedor del poder de la roca, que le otorgaba una fuerza diez veces mayor que la de un humano común, y Tina, cuyo dominio sobre el viento la hacía formidable. Estos cuatro formaban el núcleo del grupo de "despertados", pero también habían otros miembros, poco conocidos pero igualmente poderosos.

La calle se convirtió en un campo de batalla caótico cuando un "Ser extraño" hizo su aparición, un poder inexplicablemente sombrío y devastador emergia de su cuerpo, su simple presencia abrumaba a todos, consecuente a que los miembros se retiraran. A pesar de la feroz resistencia de los "despertados", los "Nativos" bajo el mando de ese ser eran numerosos y feroces.

El caos reinaba mientras los "despertados" y los sobrevivientes luchaban por sus vidas, pero una voz en sus cabezas resonaba con urgencia: "Mata al jefe final" Aunque desconocían el origen de esa voz, sabían que su deber era más que claro.

David intentó huir, pero aquel "Nativo" lo persiguió sin piedad. A pesar de su impotencia, estaba decidido a sobrevivir. Cuando la criatura se abalanzó sobre él, algo extraordinario sucedió. La realidad se desgarró a su alrededor, una serie de conocimientos acerca de los "Despertados" albergaba la mente de David, al tomar consciencia se percata que se ubicaba en otro lugar y tiempo, diez años antes de que ocurriera el cataclismo que había devastado la ciudad.

El lugar en el que se encontraba era la universidad, específicamente en un salon de clases. La voz de David retumba en el aula con urgencia mientras se enfrentaba a la criatura que lo perseguía. "¡No me mates!", exclamó, y su grito sorprendió a todos los estudiantes presentes.

David se disculpó apresuradamente con el maestro por su interrupción, mientras sus compañeros de clase lo miraban con desconcierto. Uno de ellos, Aron, su mejor amigo en aquel entonces, se acercó con preocupación. "¿Estás bien, David?" le preguntó, con un gesto de confusión en su rostro.

David asintió, decidido a proteger a las personas que le importaban. Sabía que el futuro que había experimentado era un destino que no podía permitir que se cumpliera.

En ese momento, David notó a una joven sentada a su lado, con una expresión de tristeza en el rostro. Era Elisa, aunque en ese momento se veía diferente, más vulnerable y tímida de lo que él la consideraba. Recordó que en aquel futuro la madre de Elisa se encontraba en coma por un accidente que tuvo. Y en las entrevistas mencionaba su arrepentimiento de haber sido ella la "despertada" y no su madre. Es por eso que ella se volvió más fría y distante con las personas. A pesar de la confusión y la incomodidad en la sala, David vio una oportunidad en la joven estudiante. Y pensó que con sus conocimientos del futuro podría cambiar al situación. Después de todo David sabía cómo volverse un "despertado".

Decidió abordar la situación con empatía y amabilidad. Después de la clase, se acercó a Elisa y le ofreció una sonrisa tranquilizadora. "Hola, ¿estás bien?" preguntó con preocupación genuina en su voz. "Sé que fue un momento extraño en clase, pero no te preocupes, todos pasamos por momentos difíciles a veces, ¿verdad?"

Elisa encuentra comprensión en las palabras de David . "Si, tienes razón" respondió con una pequeña sonrisa

Elisa lo miró con sorpresa y gratitud en sus ojos, agradecida por la amabilidad de David en ese momento incómodo, a pesar de que no sabía de su situación. A partir de ese encuentro, comenzaron a hablar y a conocerse mejor. David, había dado el primer paso para forjar una amistad que se convertiría en un vínculo importante en su lucha por cambiar el destino de todos.

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⏰ Última actualización: Jan 28 ⏰

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