Capítulo 1

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<<Sofía>>

- No me puedo creer que vaya a llegar tarde a mi primera prueba del vestido. ¿Cómo he podido quedarme dormida?
- A mi no me parece tan raro, con lo que te enrollas con el móvil por las noches, siempre te pillo conectada. Lo raro es que te hayas levantado.

Marta tenía razón. Sofía solía utilizar las redes sociales como vía de escape después de largas jornadas de trabajo en la oficina. Se enganchaba a tiktok o a Instagram para apagar su cabeza. Mario, su futuro marido, solía decirle que tenía que dormirse antes, pero ella necesitaba de esos ratos para desconectar.

- Pero esto es algo importante, no debería haberme pasado - dijo Sofía apesadumbrada.
- Relájate, no va a pasar nada. Simplemente tendrás menos tiempo para tu prueba y ya está.

Llegaron media hora tarde. Las caras de las empleadas lo decían todo, y Sofía se moría de vergüenza. Por suerte, el vestido le quedaba como un guante, a falta de ajustar el bajo, así que todo fue más rápido de lo que pensaba.

- Marta, vamos a comer algo porfa, no me ha dado tiempo a desayunar.
- Vale, pero muy rápido, que yo me tengo que ir a currar y ya me he retrasado bastante. ¿Pillarás un Uber luego?
- Qué va, prefiero el metro. Entre otras cosas porque es más barato. Ya has visto la pasta que me voy a dejar en el vestido.
- Si algún día me caso, lo haré en vaqueros y zapatillas. Menudo sablazo son las bodas.
- No me invites a tu boda, por favor.

Ambas rieron y se dirigieron a una cafetería donde desayunaron café con croissants.
- Gracias por acompañarme en este momento tan especial.
- Siempre es un placer Sofi.
Se abrazaron y tomaron rumbos diferentes. Marta se dirigió hacia el parking donde había dejado el coche y Sofía fue hacia la boca de metro más cercana.

<<Raúl>>

- Vamos tía, necesito que me ayudes con esto. Yo no tengo ni idea de joyas ni anillos de compromiso. ¿Cuál crees que le gustará más a Nadia?
- Joder Raúl, yo qué sé. ¿Acaso tengo pinta de saber yo de eso? ¿Ves que lleve alguna joya?
- Me ha tocado la hermana rarita. Dime cuál te gusta más por lo menos.
- El segundo que han sacado. Pero seguro que le molaría cualquiera, si le gustan las joyas, le encantará. Además, no ha visto los otros, así que no puede comparar.
- Tú siempre tan práctica.
- Esto te costará por lo menos un bocadillo de calamares.
- Mira que eres cerda, si son las 10 de la mañana.
- Un desayuno perfecto, no veo el problema.

Tras escoger el anillo de compromiso para Nadia, fueron al bar y pidieron dos bocadillos de calamares con unos refrescos y siguieron bromeando con el asunto. Mientras desayunaban, Laura recibió una llamada para hacer una entrevista de trabajo y salió rápidamente de allí. Raúl se quedó solo terminando su bocadillo mientras se reía viendo como su hermana corría con su bocadillo bajo el brazo. Cuando terminó, se aseguró de llevar el anillo a buen recaudo y entró a la boca de metro que tenía más cerca.

Quince años despuésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora