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Distraido

La sala detrás de Langue retumbó con el portazo antes dado. Langue está furioso, tan avergonzado; las lágrimas en sus mejillas ya eran algo inevitable e incesantes.

C-Carajo... maldito seas Cappuccino... – Langue se sentaba en el piso, cerca de la puerta anteriormente azotada.

Langue intentaba secar las lágrimas con sus manos a la vez sintiendo que su cara estaba sumamente caliente.

Hah... ¡¿Por qué tenía que chillar así?! Fue tan absurdo – Se terminaba de secar las lagrimas y empezaba a revisar sus informes. Uno por uno y leyendo con rapidez viendo si no se le había olvidado alguno.

¿Hmm...? – Langue empezó a buscar entre sus archivos y documentos buscando una de las evidencias. La había olvidado en su casillero

Necesitaba entrar a la sala, pero la idea de ver a Cappuccino no le agradaba para nada. Daba un suspiro pesado y se levantaba del piso.

Bien, no me puedo poner así... por una simple humillación. – Se da dos golpecitos en la cara y se arregla la corbata para luego de esto entrar de golpe a la sala.

Langue pasó rápidamente a su casillero y se percató que su contrincante estaba sentado en el piso.

¿Qué haces en el suelo...? Eso es muy antihigiénico, Cappu. – De cierta manera, Langue decía esto de una manera algo mandona y presumida.

Uhh... Yo... – Langue lo interrumpió – Ugh, ¿No huele un poco extraño aquí? – Cappuccino sabía muy bien porque la sala tenía ese olor, así que se colocó un poco rojo y miró hacia un lado para que Langue no se percatara. – No se a que te refieres...

Langue lo ignoro por completo y saco la carpeta que se le había quedado. – Como sea, será que luego limpian la sala. – Langue se voltea a ver a Cappuccino y lo analiza a su contrincante aún sentado en el piso percatándose que el cierre de su pantalón estaba abierto.

Prefirió ignorar esto y no hacerse ideas muy locas. – ¿No te sabes parar solo? ¿O acaso necesitas que te ayude? – Le extendía la mano a su Cappuccino y lo miraba con una pequeña sonrisa.

Cappuccino estaba un poco confundido; acababa de hacerlo llorar y ahora lo estaba ayudando con una sonrisa en la cara – Hah, gracias Langue... – Tomó su mano y se levantó rápidamente.

Bueno, ahora si me tengo que ir definitivamente. – Langue toma todas sus cosas y se dispone a salir por la puerta.

Espera... Langue – Cappuccino lo detiene agarrándolo del brazo. Esto no causó una buena reacción de parte de Langue.

¿Qué? ¿Te volverás a burlar de mi? – Langue aún seguía avergonzado por los sucesos anteriores.

Langue créeme que lo último que quería era hacerte llorar, y claro que fue una decisión muy inmadura de mi parte empezar a molestarte... por favor, perdóname... – Esto lo decía aún sujetando con fuerzas el brazo de Langue.

Langue simplemente miraba a Cappuccino muy confundido. – ¡Ah! ¿Qué pretendes? – Esto lo decía con un tono enojado y un poco agudo.

Me estoy tratando de disculpar ¿Ok? Por lo menos intenta perdonarme. – Cappuccino no soltaría a Langue a menos que esté tomara las disculpas que este imploraba tanto.

Langue hacía un pequeño puchero y aparta la mirada. – Bien... bien ¡Pero ya no sujetes mi brazo así! Me lastima. – Cappuccino rápidamente soltó su brazo después de que Langue mencionara esto.

Disculpa. – Cappuccino miraba nuevamente a Langue y le sonreía un poco.

¡Muy bien ahora si me voy definitivamente! – Langue abre la puerta pero antes de irse. – Oye Cappu, deberías checar el cierre de tu pantalón. – Cerró la puerta y dejó a Cappuchino con la cara roja, y que si lo ponías junto un tomate las diferencias serían imposibles de detectar.

...

Más adelante ya en el juicio, todo estaba saliendo relativamente normal. Ambos estaban muy igualados con sus argumentos. Pero Langue no dejaba de pensar.

Cosas...

Sus pensamientos se basaban en lo Cappuccino le había hecho, el tacto a su cintura y sus burlas le provocaban cosas, cosas que hacían que distrajera en el juicio.

Un fuerte sonido azoto contra la mesa del juez alertando a Langue. – ¡Langue de Chat! Concéntrate y baja de las nubes. – El juez reclamaba la distracción de Langue.

¡Uh, Lo lamentó juez! – Langue respiraba hondo y volvía a lo suyo, mientras a la distancia Cappuccino lo miraba con un poco de curiosidad. Pensaba que quizás Langue estaba distraído por su culpa.

Después de un largo rato dentro del juicio, el juez llamó a un descanso.

Langue pasó al baño a lavarse la cara y despejar su mente de esos pensamientos tan obscenos, trataba de concentrar su mente en el juzgado; pero ya se le había imposible no pensar en el suceso ocurrido con Cappuccino.

¡Ugh! Tengo que concentrarme, dejar de pensar en lo qué pasó me hace perder mi concentración. – Langue se miraba y arreglaba su traje en el gran espejo que tenía en frente, este espejo era de cuerpo completo.

Un estruendo alarmó a Langue haciendo que rápidamente se volteara, mirando así una figura desde la oscuridad del baño.

oj no chijos q aterrtador, ponre lanhue  de cato
mujua gracisas ppir leeeer 👋