Shinobi Vorágine De Remnant

4

(¡Último capítulo!)

"Por cierto, Naruto, ¿cómo es que puedes sacar tu arma de un simple pergamino?"

Naruto, riendo tímidamente, sabía que le esperaba una larga charla. Por otra parte, todo lo que tenía que hacer era hacerlo pasar como una especie de subproducto de su "Semblanza"... ¿verdad?

(¡Este capítulo!)

"Bueno, en realidad eso tiene que ver con mi apariencia", respondió Naruto con su sonrisa tonta, intentando ignorar los estados inquisitivos de su compañero de equipo.

Aún no satisfecha con la vaga respuesta dada, Pyrrha decidió seguir adelante: "Recuerdo que mencionaste tu Semblanza en el bosque. También dijiste que tu Semblanza fue lo que te permitió disparar esa bola de fuego. ¿Qué tipo de Semblanza tienes? ¿Te permite hacer todo eso?"

Ren y Nora decidieron quedarse callados, tan curiosos como Pyrrha por descubrir cuál era exactamente la apariencia única de su líder. Después de todo, una apariencia que te permitiera disparar bolas de fuego con la boca y guardar un arma en un simple pergamino era simplemente inaudita.

Naruto se frotó nerviosamente la parte posterior de la cabeza mientras se reía entre dientes: "Bueno, mi apariencia es bastante simple, me permite controlar la energía en su forma más pura".

Sorprendentemente, el silencioso adolescente de cabello negro azabache del grupo fue el que habló: "Eso suena como mi Semblanza. La mía me permite tener un control casi perfecto sobre mi Aura".

El rubio capitán del equipo sacudió la cabeza mientras se inclinaba hacia atrás y cruzaba los brazos detrás de la cabeza, "Ningún mío va un paso más allá y déjame moldear mi Aura como quiera. A partir de ahí puedo usarla en mi cuerpo o déjalo salir en ataques elementales o cualquier otra cosa que quiera que haga".

Si bien parecía que Naruto estaba perfectamente tranquilo explicando/mintiendo a sus compañeros de equipo, por dentro estaba sudando a mares, '¿Dónde diablos está Kurama cuando más lo necesito?'

Mientras Naruto era interrogado por sus curiosos compañeros de equipo, un tal Kitsune participaba en uno de sus pasatiempos favoritos, que por supuesto era tomar una siesta. Naruto era un niño grande y podía cuidar de sí mismo, y la construcción de chakra de miles de años estaba segura de que su rubio Jinchuuriki podría manejar cualquier cosa que este nuevo mundo pudiera arrojarle. Además de eso, si surgiera una situación en la que Naruto lo necesitara, Kurama podría teletransportarse fácilmente a su contenedor gracias a su conexión.

Con eso en mente, Kurama había decidido quedarse en la habitación que Naruto compartía con sus nuevos compañeros de equipo y dormir todo el día. Sólo porque el rubio tuvo que sufrir esas aburridas lecciones no significaba que él, el más poderoso de los Bijuu, tuviera que hacerlo. Después de todo, tales tareas estaban por debajo de un ser de su estatura y prestigio.

Sin embargo, el universo parecía disfrutar tanto torturando al zorro como a su contenedor rubio.

"¡ASTUTO!"

La puerta de la habitación del equipo NNPR se abrió violentamente con fuerza suficiente para romper la pared contra la que se estrelló. Con un ceño irritado extendiéndose por su rostro peludo, Kurama vio a los que tuvieron la audacia de interrumpir su preciosa siesta.

De pie orgullosamente en la puerta con los puños en las caderas estaba la explosiva rubia Yang, obviamente la que había abierto la puerta de una manera tan dura. Asomándose detrás del escultural miembro del equipo de RWBY estaba el miembro más joven y dicho líder del equipo, Ruby.

"Yang, no creo que a Naruto y su equipo les guste que les arranquen la puerta de las bisagras", dijo el adolescente de temática roja.

Asomando la cabeza por encima del hombro de Yang, Blake habló en su habitual tono monótono: "Normalmente estaría de acuerdo, pero recuerda que estamos hablando de Naruto y Nora".