Capítulo 11.- Lo que ella no pudo proteger.

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Sabía que las cosas no serían sencillas, desde que había hablado con Tsunade sobre la “última” opción. Una opción que de hecho no era una solución, sino un intento desesperado de tener una oportunidad.
La mujer siempre había sido sincera con él, no es como si lo hubiera engañado o le hubiera ocultado información, pero justo en ese momento, que no podía separar su cabeza de la taza del baño se sintió engañado.
Aunque la rubia fue muy explícita respecto a los efectos secundarios del medicamento, esperaba un momento de tranquilidad en medio de todo ese dolor y la turbulencia emocional a la que ya estaba sometido por culpa de su hermano y sus peleas sin sentido, o con sentido que había tenido.
Debido al tratamiento ya se sentía cansado y sin energía, pero el ver a su tío atravesar una ventana, para luego descubrir que el culpable había sido su hermano, casi había provocado que se desmayara. Madara no era ningún santo, pero no sabía qué era lo que le había hecho a su hermano para que tuviera que llegar hasta ese extremo.
Sasuke lo miró unos breves segundos, pero luego simplemente se había ido sin decirle una sola palabra.
Se apoyó del lavabo y se acostó sobre el piso, luego cerró los ojos, tratando de olvidar el asunto, mientras que dejaba que el frío del suelo del baño lo ayudará con el incesante dolor de cabeza. Al menos ya no tenía nada más que vomitar, y tal vez podría salir del baño en los próximos minutos para recostarse en su (gracias a Rin) cómoda cama.
Escuchó unos pasos acercándose con lentitud, seguramente Obito que no quería interrumpirlo mientras vomitaba para dejarlo con la poca dignidad que aún conservaba luego de enfermarse. Aunque en realidad Itachi esperaba que entrara y lo ayudará a llegar a su cama para descansar, pero se sentía incapaz incluso de gritar por ayuda.
¿Qué tan bajó caería? Aunque no quería hacerlo, sabía que tenía que hablar antes de sentirse peor, pero…
¿Quién querría ser recordado como el tipo que se desmayaba en el baño?
— Itachi ¿Estás bien?
El tono de voz fue inconfundible para él y por un momento las náuseas regresaron, sintiendo que su cabeza, que por fin empezaba a sentirse mejor volvía a palpitar incesablemente.
— No... — Respondió en un susurro.
El hombre fuera de la puerta entró rápidamente, aunque Itachi no supo cómo pudo escucharlo. El chico lo ayudó a incorporarse lentamente del piso, para luego de unos segundos dejarlo acostumbrarse a la altura, acercarlo con cuidado al lavabo para que pudiera enjuagarse la boca, parecía que sabía exactamente qué tenía que hacer, aunque él mismo no sabía cómo manejar su propio cuerpo.
Lo sujetó por debajo del hombro y lo ayudó a llegar a su cama, antes de acostarlo con la misma calma que lo ayudó a levantarse.
— Gracias — Susurró de nuevo Itachi.
El hombre a su lado solo le dio una ligera sonrisa mientras tocaba su frente para comprobar que no tuviera fiebre.
— Aún sigo enojado por haberme enterado por Obito.
Itachi miró a su primo con una calma que no sentía, esperando poco a poco, corregir todos los errores que había cometido a lo largo de los años antes de que se le acabara el tiempo.
— Lo siento mucho, Shisui, de verdad lo lamento.
El moreno solo sujetó la frente de Itachi en un intento por darle ánimos, ya que no sabía qué más decir. El pasado no importaba frente a la situación actual, pero tampoco quería olvidar, simplemente no era el momento.
El daño que Madara había provocado en su relación era demasiado grande como para dejarlo pasar, y sus deseos por golpear a Itachi solo fueron puestos en pausa debido a su situación.
Esperaba que Sasuke también le diera una oportunidad a Itachi.
-.-.-.-.-.-.-
El mundo parecía haberse detenido por un segundo, mientras Hinata respiraba de forma un poco entrecortada debido a lo que había pasado, también parecía estar a punto de entrar en pánico.
No sabía cómo había sido capaz de darle un golpe a alguien mayor que ella, bueno lo sabía pero… ¡Le había dado un puñetazo a un anciano!
— ¿Estás bien, Nata? — Dijo Yosei mientras se levantaba con dificultad, sintiendo como si su rodilla fuera a fallar en cualquier momento — ¿No te lastimaste la mano?
Danzo, que aún seguía tirado en el suelo, sintió como si una flecha perforara su estómago.
“Esas jodidas mocosas” Pensó con enojo.
— No, estoy bien —Dijo Hinata mirando el brazo de su prima que tenía una mancha roja donde el bastón le había pegado — ¿No te duele el brazo?
Yosei lo descartó con facilidad ignorando (olvidando) que Danzo seguía en el suelo mientras se concentraba en Hinata. Más que el dolor de su brazo, el dolor en la rodilla era el que no podía ignorar, por lo que tuvo que recargarse en el brazo de Hinata para evitar caerse, lamentando llevar zapatos de tacón.
El movimiento frente a ellas, de Neji Hyuga levantando a Danzo, les recordó al hombre, que tenía la nariz roja, que previamente había estado molestandolas.
Pero no podía importarle menos.
Aunque Hinata ya estaba más tranquila, seguía respirando de forma irregular y ella misma no podía mantenerse de pie.
Hyeongoh le estaba pidiendo una silla de ruedas a una de las enfermeras, lo que le permitió escuchar las incoherencias que Danzó gritaba frente a ellas.
— ¡¿Puede calmarse primero por favor?! — Preguntó Yosei con una calma que no sentía — No resolverá nada a gritos.
Danzó puso una mirada soberbia mientras les daba lo que les daba lo que parecía una mirada llena de desdén.
— Veremos qué dice Hime-sama de esta situación — Señaló a Hinata con el dedo — ¡Arrodíllate ante mí ahora mismo o la empresa Lumen History verá las consecuencias!
Hinata se sobresaltó al igual que la familia Hyuga. Hiashi apretó levemente los puños mientras Hanabi y Neji pensaban en que decir para calmar a Danzó.
Hanabi apretó sus manos, no quería repetir la imagen de Hinata arrodillada frente a Danzó, y menos en ese lugar llenos de extraños, aún sí esa chica no era su hermana…
— ¡Váyase al diablo!
Interrumpiendo sus pensamientos, la castaña que tanto le desagradaba no solo le había gritado a Danzó, si no que le había lanzado su bolsa, haciéndolo trastabillar.
— ¡¿Qué demonios se cree, viejo pervertido?! — Gritó Yosei que aún no se había sentado en la silla de ruedas — ¿Cree que puede hacer lo que quiera por su edad? ¿Cree que le voy a dejar insultar a mi prima?
Hyeongoh la tomó por los hombros haciéndola sentarse en la silla de ruedas. Hinata rápidamente la alejó de Danzó que tenía una mirada de sorpresa.
— ¡Me las pagará ese viejo pervertido! — Dijo Yosei con molestia — ¡¿Cómo se atreve a pedirte que te arrodilles?!
Hinata le palmeó los hombros ligeramente para calmarla.
— No le hagas caso — Le dijo Hyeongoh a Hinata — Ese viejo tiene la sangre amarga.
Yosei seguía murmurando cosas sobre Danzó, así que Hinata se apresuró a llevarla lejos, mirando de reojo a los Hyuga que seguían teniendo una mirada de sorpresa.
Le daba una sensación de tristeza mezclada con decepción al verlos, pero decidió concentrarse en su prima que murmuraba planes para hacer que los negocios de Danzó fracasarán.
Aunque Hinata creyó que lo dijo por enojo, no sabía que en realidad las ruedas del destino ya se habían puesto en marcha.
-.-.-.-.-
Sasuke se sujetó la frente con fuerza mirando la puerta donde una chica rubia de ojos verdes revisaba a su prima. Hinata no sabía que estaba pensando.
— ¿Dónde le pegó el bastón? — Preguntó Sasuke luego de un rato.
Hinata lo miró levemente.
— En el brazo, pero dijo el señor Na que la lesión fue por haberse caído.
Sasuke se volvió a tocar la frente.
— ¿Danzó no te lastimó? — Preguntó de nuevo — Le puedo pedir a Karin que te revise.
Hinata negó rápidamente con la cabeza.
— No, solo me impresionó un poco por sus palabras.
Sasuke miró la puerta por unos momentos.
Fue por un breve momento, cuando recordó la anécdota de Ino cuando estaba en secundaria diciendo que Danzó había hecho que Hinata se arrodillara por una supuesta falta que había cometido.
Tenían el mismo rostro, tal vez el viejo fuera realmente un pervertido que se había obsesionado con la morena.
Pero aunque fueran la misma persona, su entorno había cambiado por completo. En esos momentos sintió que Danzó tenía suerte, si Yosei no estuviera incapacitada por su pierna, o si hubiera hecho lo mismo frente a él o a Layla, las cosas no hubieran terminado con solo un puñetazo.
— Yosei tiene una lesión en la pierna — Le dijo Sasuke a Hinata — Es antigua pero sigue dando problemas, por eso la caída la afectó tanto y le damos tanta importancia, pero si te duele algo tienes que decirnos, no conozco tú historial médico y no se que cosas te pueden afectar más.
Hinata bajó la mirada levemente, mirando su mano herida.
— Es… Le pegué a ese hombre por haber empujado a Yosi — Dijo sonrojada — Y ahora me duele la mano.
Sasuke la miró por unos segundos, bastante sorprendido de que Hinata hubiera actuado así, pero se sintió aliviado después de escucharla. No estaba la sombra del pasado que había temido.
Le palmeo levemente la cabeza, sobresaltado a la morena.
— Iré por Karin, no te preocupes.
Hinata lo miró marcharse con el rostro ligeramente rojo, olvidando poco a poco esa sensación de decepción que le había dado ver a los Hyuga.
-.-.-.-.-.-
Temari nunca había podido comprender a su hermano.
Si bien se sentía mal por haberle fallado por tantos años, nunca había podido retomar esa relación rota entre los dos.
Lo culpó por cosas que no eran su culpa, no confío en él cuando pidió que detuvieran a su padre, incluso insultó a su novia por las palabras de desconocidos…
— Gaara…
Cuando había entrado en su oficina lo había visto hablar por teléfono, pero no le dejó hablan antes de echarla, solo alcanzó a escuchar algo sobre el hospital y el nombre de su novia, aunque las cosas aún no estaban claras, las órdenes que recibió poco después, de terminar toda relación comercial con Danzó Shimura, seguramente era resultado de lo que fuera que hubiese ocurrido en el hospital.
Tragándose las dudas de lo que había pasado, tocó de nuevo la puerta de la oficina de su hermano, para luego asomar su cabeza antes de que respondiera.
— ¿Qué necesitas? — Le respondió bruscamente el pelirrojo sin levantar la vista de los papeles que revisaba.
Temari suspiró y caminó hasta su escritorio antes de sentarse en la silla frente a él, Gaara no le había dirigido la mirada en ningún momento, lo que la hizo sentir más molesta de lo que ya estaba.
— No se que haya pasado con Danzo y tú novia, pero te meteras en problemas con la junta directiva si cancelas todas las relaciones comerciales sin una razón válida.
Gaara miró a su hermana con molestia por unos segundos.
Su primer pensamiento fue decirle a la rubia que Danzó había puesto en juego la vida de su tío, pero Temari no solo no era unida a Yashamaru, si no que tampoco sabía de sus planes ilegales para mantenerlo con vida. La idea de actuar como un novio protector tampoco le agradaba, pero era más factible qué revelar todos los planes escondidos sobre el tratamiento de su tío, además de que actuar como una pareja fue su propia idea.
Pero sobre todo… no le gustaba que su hermana se metiera en sus asuntos.
— La junta ya lo aprobó — Le dijo aún con el ceño fruncido — ¿Por qué te molesta tanto mi novia?
Temari abrió la boca pero la cerró rápidamente. No había una sola razón para que alguien con quién nunca hablaba le cayera mal, salvó las propias palabras de la hermana de Shijima que después descubrió que eran mentira. O tal vez era su propia conciencia, sabiendo que esa chica y su padre fueron un apoyo incondicional para Gaara mientras ella se dedicaba a culparlo por la muerte de su madre. Gaara quien era reconocido como un genio por todos menos por su propia familia inmediata.
— Me preocupas — Dijo Temari bajando la mirada — Hay algo en está relación que no me agrada.
Gaara apretó los labios.
"Tal vez por qué no es una relación normal en absoluto" pensó Gaara con un poco de molestia.
No solo estaban exagerando su relación física como algo romántica, si no que ellos ya tenían una relación complicada antes de todo eso. Ella como hija de Zeref, investigadora principal de la farmacéutica de la que era dueña junto a su madre pero que él administraba por qué a ellas no les interesaba la administración.
La primera en tenderle una mano y defenderlo y la razón por la que Zeref la puso bajo su ala.
Hime Yosei ra una persona cálida al igual que Zeref, incluso si Yashamaru no se hubiera visto involucrado en el incidente, su reacción habría sido la misma, por qué ella era su amiga, su primera amiga sincera.
— ¿Desde cuándo te preocupas por mí? — Respondió Gaara de forma superficial — No hagas cosas innecesarias y enfócate en tus propias cosas.
Temari apretó los labios y salió de la oficina dando un portazo. Deseaba volver al pasado, comenzar de nuevo, está vez cuidar bien de su hermano menor, no alejarse uno del otro como en ese momento.
-.-.-.-.-
Para Hinata, había sido incómodo por un momento, no recordaba a las dos personas frente a ella, una parecía un poco seria y agresiva mientras el otro solo hablaba en rimas y cantos, lo que la confundió un momento, pero Yosei le dió un empujón (literal) y luego de la primera incomodidad, podía hablar con los dos con tranquilidad.
— ¿Ya está mejor tu mano? — Preguntó Karui.
Hinata asintió levemente sonrojada.
— Si, solo fue el golpe.
Karui y Killer Bee rieron levemente al ver a la sonrojada Hinata. Estaba menos sonrojada que cuando admitió haberle dado un puñetazo a un anciano pervertido.
— ¿Entonces que hay de ese chico de pelo negro? — Preguntó Karui.
Hinata se sonrojo levemente, aún recordando esas palmadas en la cabeza, pero no sabía cómo interpretarlo, ¿La estaba consolando como a una mascota?
— No lo sé — Dijo sinceramente.
Karui sonrió mientras le pasaba un jugo.
— Seguro que lo sabrás.
Bee se rió de las palabras de Karui y luego le entregó una caja a Hinata.
— Son las cosas de tú padre — Le aclaró con voz normal — Bueno, solo algunas, tu tía se trajo la mayoría hace años.
Hinata asintió levemente con la cabeza, mirando las cosas de la caja, si bien no podía recordarlas, le daba una sensación de seguridad tenerlas con ella.
— Gracias — Dijo en voz baja.
Karui le sonrió ligeramente.
— ¿Y qué tal van las cosas por aquí? ¿Te inscribiste a clases?
Hinata le sonrió negando levemente con la cabeza.
— Aunque quisiera retomar mis clases no recuerdo lo que aprendí, y ahora que he pasado tanto tiempo en el hospital con mi prima no sé si soy capaz de estudiar medicina.
Karui asintió levemente.
— Bueno… También dudabas mucho antes también, luego de una mala experiencia, pero te estabas interesando mucho en la botánica y la localización.
Hinata la vio sorprendida.
— ¿De verdad?
— 🎵 Por qué el polen… el polen te ubica. 🎵
El repentino canto de Killer Bee la sobresaltó un poco antes de hacerla reír. Karui solo negó con la cabeza riéndose también.
— En realidad si pasaste toda una tarde hablando de cómo el polen ayudaba con la localización de especies o como indicaba la invasión de especies no endémicas y todo eso… fue un poco aburrido a decir verdad — Dijo Karui aún sonriendo — Incluso si no es eso, habrá otras opciones.
Hinata asintió lentamente.
— Gracias.
-.-.-.-.-
Camino molestó por los pasillos del hospital. Era molestó que las cosas no salieran como quería, no solo no salieron como él esperaba que salieran, le habían dado un puñetazo y le habían lanzado una bolsa, además de que Tsunade le dijo que ella no podía ofender a la investigara en jefe de la asociación del hospital, ni a Layla o a Sasuke…
Toda la humillación que sufrió en ese corto periodo de tiempo… ¡Por la maldita mocosa de Lumen History!
Aunque sabía que la familia Hime no tenía una gran historia familar, la empresa se había vuelto muy fuerte, no solo nacionalmente, si no también de forma internacional, era una empresa que no podía tocar, pero la hija de Hime era hematóloga, ella no debería saber que él no tenía poder sobre la empresa.
Eso significaba que realmente no le interesaba lo que él hiciera o dejara de hacer. Esa chica antepuso a su prima sobre el bienestar de una empresa.
— Tan idiota — Murmuró mientras caminaba por el pasillo — Si Tsunade no puede hacer nada, veremos si Madara no puede…
Sin que él se diera cuenta, una figura apareció tras él luego de escuchar su murmullo, dándole solo un pequeño empujón en el momento correcto, que fue suficiente para tirarlo escaleras abajo.
Se escucharon los gritos de Danzo, pero los pasillos estaban vacíos y nadie lo escuchó. Arriba de la escalera, solo se vio un destello café que rápidamente desapareció.
-.-.-.-.-
Tenía tiempo preguntándose muchas cosas, actuando de manera egoísta pensando en esa chica que no era su hermana, como quería creer cosas sin sentido basándose en creencias extrañas y coincidencias que rayaban en lo perturbador.
Viendo la urna con la foto en su interior, las flores en sus manos se hacían más pesadas de lo que eran. Salvó por los 49 días, no había visitado la tumba ni una sola vez, posponiendo las cosas una y otra vez, incluso pensando en leyendas e historias de fantasía.
Se había obsesionado tanto con esa chica extraña, pero no podía evitar que su mente viajará hacía esa chica… ¿Por qué esa chica despertó luego de tantos años justo después de que su hermana muriera?
Quería creer en cosas místicas, pensando en su hermana atrapada en ese cuerpo, en su espíritu reencarnado en ese cuerpo porque eran muy parecidas, pero… el carácter de esa chica no se parecía en nada al de su hermana. No solo le había dado una bofetada, le había pegado un puñetazo a Danzó Shimura, todo por esa castaña desagradable.
Su hermana era alguien tranquila, incluso alguien fácil de intimidar. Si ella hubiera estado en peligro, su hermana hubiera habría recibido el castigo, habría suplicado e incluso se habría arrodillado frente a Danzo para evitar que le hiciera daño, pero no le hubiera golpeado.
Lo peor de todo es que ese comportamiento fue recíproco, Hime la defendió de inmediato, como ella, o cualquier Hyuga, nunca lo hizo con Hinata. Aunque en muchas ocasiones Hinata recibió castigos que eran para ella, o se echó la culpa de algunas cosas, ella fue incapaz de apoyarla.
Aunque había pasado hace años, aquella vez que su hermana no le abrió la puerta a Danzo como su mayor y fue reprendida por eso ¿Qué fue lo que hizo cuando Danzo la obligó a arrodillarse? Decirle que estaba humillando a la familia y que evitará salir de nuevo. ¿Cuando los ancianos le imponían un castigo tras otra por cosas que ni siquiera podía controlar? Evitarla durante días, pidiéndole que no la humillara también.
Le había fallado a su hermana tantas veces, incluso en su muerte, fue incapaz de venir a dejar sus respetos…
— Hermana — Susurro viendo la foto.
Era demasiado tarde para arrepentirse, su hermana estaba muerta, aunque esa chica se pareciera a ella, su hermana no regresaría.
Miró la foto con el ceño fruncido y la sensación de pesadez en el pecho, en esa foto Hinata sonreía de manera muy formal, no era una sonrisa verdadera, muy diferente de la sonrisa de la otra Hinata.
¿Su hermana siempre había estado triste por su culpa? ¿Había sido feliz alguna vez?
Hanabi apretó los puños con fuerza mientras veía la foto.
¿Fue ese comportamiento el que la llevó a la muerte? ¿Por eso se suicidó?
Su vista se empezó a poner borrosa debido a las lágrimas que se acumularon en sus ojos, sintiendo como se deslizaban lentamente por sus mejillas, la sensación de pesadez en su pecho se intensificó, mientras trataba de recordar si su hermana alguna vez le sonrió de verdad.
— ¿Está bien?
Sintiendo un escalofrío en la espalda, Hanabi alzó la mirada para ver a la otra Hinata, junto con dos personas de piel morena que la veían con un poco de curiosidad.
— Estoy bien — Respondió de forma brusca limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano — No necesita preocuparse.
Hinata frunció levemente el ceño, dándole un pañuelo antes de darse la vuelta con sus acompañantes para salir del lugar.
Hanabi, que respondió como siempre lo había hecho, se quedó de piedra al ver a la chica marcharse sin ver atrás, sin volver a preguntar o darle un abrazo para consolarla.
Su hermana siempre la cuidaba, la procuraba, si la veía llorar, la persuadiría lentamente  hasta que le dijera que era lo que le pasaba para luego consolarla.
Pero esa chica, que se alejó cuando se lo pidió, no era su hermana.
Su hermana estaba muerta, y la persona que siempre estaría para ella había desaparecido entre cenizas. No había quien la abrazara o limpiará sus lágrimas.
Las lágrimas volvieron a salir de sus ojos, mientras se arrodillaba sujetando el vidrio donde se guardaba la urna con las cenizas de su hermana.
— Lo siento — Susurro mientras las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas — Lo siento mucho, hermana…
Sabía que sus disculpas llegaban tarde, que no traería de regreso a su hermana, ella había decidido terminar con su vida, tal vez por su propia actitud hacía ella.
Tal vez incluso esa otra chica solo era un castigo divino, recordándole que nunca había cuidado a la persona que dió todo por ella.
No supo cuánto tiempo estuvo llorando, hasta que sus piernas se entumieron y sus ojos se hincharon, cosas por las que su hermana había tenido que pasar por culpa de los ancianos.
Pero eso no se llevaría la culpa que sentía, ni tampoco traería de regreso a su hermana.
-.-.-.-.-
Kurenai había hecho su plan de vida cuando aún era una niña. Como hija de un miembro de Cerberus, era casi obvio su destino al ingresar a la organización, pero también quería una familia. No quería una pareja y las fertilizaciones in vitro dejaban mucho rastro en papel, cosa que no le convenía.
Así que encontró a un tipo.
Un alcohólico que siempre estaba en el bar, sabía que era por la muerte de su esposa y que tenía un hijo en la escuela, alguien que no la perseguiría o no le daría problemas. Cuando se embarazó le avisó por cortesía, pero él no se mostró interesado, así que creyó que sus planes funcionaron a la perfección.
Vaya que se equivocó.
Quién diría que ese tipo recompondría su vida, la contactó de nuevo y de alguna forma que no entendía, habían terminado siendo una rara familia, mientras lo veía luchar para mantener el contacto con su otro hijo.
Ese hijo que se mostró más interesado en Cerberus que su propia hija y que ahora le daba problemas con un anciano pervertido.
— Bueno — Murmuró viendo el vídeo de vigilancia para asegurarse que todo estuviera en orden — Como quiera a ese viejo no le queda mucho tiempo de vida.
-.-.-.-.-
Sasuke sintió que su cabeza palpitaba, sobre todo viendo a la borracha Hinata, la risueña Karui y el serio Killer Bee.
— Nos iremos en taxi — Le dijo Killer Bee, que no estaba rimando — Pero no sabíamos si llevarla también por qué no sabíamos si Yosei estaba en casa…
— ¡No está en casa! — Dijo Hinata sonrojada — ¡Nunca está en casa! ¡Y nunca se come mi comida!
Sasuke le palmeó levemente la cabeza para calmarla, viendo a Killer Bee.
— Su prima dijo que te llamáramos — Le aclaró — Que estaba con su novio.
Sasuke frunció el ceño levemente, si Yosei se quedó con Gaara debería haber sido por Yashamaru, esperaba que no fuera por la fórmula.
— Yo la llevaré.
Hinata negó con la cabeza, inflando las mejillas.
— Yosei dijo que iba a venir — Se quejó — Puedo entender que no coma por los pacientes, ¡Pero no por su novio!
Sasuke negó levemente con la cabeza.
— A Yosei no le gusta ir a la casa familiar de Sabaku — Le aclaró — Si fue ahí, debería ser por Yashamaru, que también es su paciente.
Hinata volvió a inflar las mejillas, sus mejillas sonrojadas y ahora llenas de aire, le daban un extraño parecido con un tomate. Casi quería darle una mordida…
— Vamos a casa — Le dijo Sasuke, luego miró a Killer Bee — ¿Necesitan que los lleve?
El moreno negó con la cabeza.
— Estaremos bien, solo cuida bien a Naty.
Sasuke asintió, sujetando a Hinata del hombro y la cintura, mientras seguía quejándose de estar abandonada.
La subió al asiento del pasajero y luego la abrochó el cinturón, escuchando a Hinata quejarse todo el camino de regreso a casa.
Cuando llegaron a casa, Sasuke cargó a Hinata sobre su espalda, escuchándola murmurar como Yosei la había abandonado.
— ¿Sasuke-san? — Lo llamó Hinata.
— Dime.
— Está bien si no estudio medicina.
Sasuke se detuvo un momento, pero luego continuó su camino.
— Lo que decidas estudiar, tanto yo como Yosei te apoyaremos.
Hinata apoyó su barbilla en los hombros del moreno. Recordando a la castaña que lloraba en el cementerio, como la había hecho sentir mal, y sus deseos de consolarla. No lo entendía, pero tampoco quería quedarse con ella. Había cosas que no podía comprender, pero creía que estaba bien hacerlo poco a poco.
En compañía de sus seres queridos. Se sentía segura.

 Se sentía segura

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Y fin, por ahora.

De verdad lamento mucho toda la demora, ¡Más de un año! Pero han pasado tantas cosas que no sabría ni por dónde empezar, ni terminar.
Solo puedo disculparme por la demora y agradecerles por esperarme durante tanto tiempo.
Gracias a todos.
Ya no diré que intentaré actualizar pronto por qué no sé si puedo cumplirlo, pero de verdad lo intentaré.
Gracias por la espera y espero les guste el capítulo!
Juds fuera.

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⏰ Última actualización: Sep 02, 2023 ⏰

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