I. Plutón

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You say we're just friends but I swear when nobody's around. 

"Better", Khalid


—Ella no está aquí ahora, pero siempre está conmigo —contestó Becky apretando sutilmente la cobija que la cubría.

Terminó la entrevista y Bec con una sonrisa se despidió. Entregó su micrófono y, sin voltear a ver nada más, corrió hacia su camerino. La entrevistadora y los camarógrafos jurarían haber escuchado un tronido en alguna parte del set, pero no estaban del todo seguros. Se detuvieron para poner atención, mas al no escuchar nada continuaron con sus actividades. Nadie sabía que ese sonido provenía de los labios de Becky estrechándose con los de Freen.

—Siempre te extraño cuando me entrevistan sin ti —dijo Becky mientras abrazaba el cuerpo de su novia.

—Yo también te extraño, por eso te acompaño. No me gusta dejarte sola —Freen dijo. —Aparte, debo vigilarte porque cada día eres más obvia con nuestra relación. Recuerda que necesitamos mantenerla en secreto...

—...en secreto lo más que podamos para seguir subiendo el rating —complementó Bec antes de que su phi terminara. —Lo sé, mi amor, lo sé. Discúlpame, intentaré disimular un poco más... aunque no prometo mucho. —Sonrió y besó la mejilla de su amada antes de cambiarse de ropa.

Becky sabía que estas palabras y ese beso calmarían por poco tiempo a Freen, sin embargo, si la decisión dependiera solo de ella, gritaría al mundo cuánto la amaba y la besaría todo el tiempo.

La reacción de Freen no era nueva. Durante meses había estado diciendo que Becky era cada vez más obvia y debía pensar más lo que decía frente al público. Ella sabía que los fans detectaban hasta el mínimo detalle y los ponía alertas. Bec no sabía muy bien qué decir y qué no sin que phi se sintiera de esa manera, dentro de su mente se controlaba mucho.

Tras un largo día de varias entrevistas, ambas se fueron al departamento que compartían. El lugar era tranquilo y privilegiado, al sur de las afueras de Bangkok, por el oriente del río Chao Phraya. Su departamento de 4 habitaciones, cocina, gimnasio, patio y alberca era un sueño cumplido. Al llegar, se quitaron los zapatos y suspiraron con alivio; Bon Bon las recibió entre brincos, fiestas y la lengua de fuera; y Freen se fue directo a la alberca. Había sido un día caluroso y quería refrescarse. Llegar a su hogar era el momento más feliz del día.

—Ven, princesa —le gritó Freen a Bec antes de quitarse toda la ropa y lanzarse a la piscina. —El agua está deliciosa.

—Como tú. —No se pudo contener Patricia Armstrong y saltó al agua.

Becky asomó su cabeza después de echarse un clavado. Sintió la mano de Freen quitándole el cabello de la cara y su cuerpo se erizó por el contacto. La emoción que sentía de estar con Freen no había cambiado después de tanto tiempo. Nong disfrutaba más que nadie estar en casa. Sabía que su hogar era el lugar donde a phi no le daba miedo externar su amor, cualquier otro lugar lo aborrecía. Su sonrisa se interrumpió cuando sintió los labios de phi en los de ella. Los besos comenzaron de forma lenta, recorriendo cada poro hasta llegar a un bombardeo de besitos en todo el rostro. Ninguna facción de Bec Bec se libró. A pesar de tener los ojos cerrados, sabía que Freen ocasionalmente la vería con esa mirada tan característica de ella. No podía escapar nunca de esos ojos. Phi la miraba como si ella fuera una escultura tallada especialmente para una vitrina: únicamente para ser apreciada con delicadeza, sin tocar ni comer nada cerca de ella. A veces jugaban a ponerse a centímetros una de la otra y se retaban a no tocarse. Becky siempre perdía, para Bec cada minuto sin abalanzarse sobre su novia era eterno.

Saturno (Freenbecky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora